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En primera persona

"El bullying es algo que te marca, es un punto de inflexión en tu vida": el duro testimonio de Carolina Marín sobre el acoso escolar

'Somos Únicxs: las caras del bullying' cuenta con Carolina Marín, Susana Rodríguez y Ray Zapata, tres deportistas de élite que dan testimonio de sus propias experiencias con el objetivo de que aquellos que se vean reflejados sepan que hay una salida.

En breve
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Carolina Marín, Ray Zapata y Susana Rodríguez son deportistas de élite que se han convertido en referentes de sus respectivas disciplinas. Sin embargo, no es lo único que comparten, ya que, por desgracia, los tres han sido víctimas de bullying.

"Mi experiencia con el acoso escolar fue bastante dura, de hecho, a día de hoy, sé que todavía es algo que me tiene marcado en mi vida", confiesa Carolina Marín, jugadora de bádminton, campeona olímpica, tres veces campeona del mundo y cinco veces de Europa.

"Era carne de cañón en ese momento porque soy de color, soy negro, hago gimnasia, llevo un maillot, no me gusta el fútbol, se me da mal, era como que no encajaba, no me dejaban encajar", explica Ray Zapata, gimnasta artístico y también medallista olímpico.

"Debido a mi condición genética, está claro que lo que más llama la atención de mí es el físico, el color ya mismamente, y esto me hizo tener una serie de dificultades", asegura Susana Rodríguez sobre cómo su albinismo supuso que fuera el centro de los comentarios.

'Somos Únicxs: las caras del bullying' es un documental impulsado por la Fundación Colacao, una nueva entidad solidaria que pretende luchar contra el acoso escolar que quiere implementar acciones en el ámbito de la educación, la investigación y la divulgación, para tratar de promover un cambio social en torno al bullying.

En España, se estima que más de dos millones de niños son víctimas de acoso escolar y el objetivo de este proyecto, al igual que el de la Fundación, es acabar con el silencio de estos ya que, el primer paso para acabar con el bullying es "hacer que se hable de él". La idea fundamental que ha predominado en todo este proyecto es hacer comprender que, el mayor cómplice del acoso escolar es el silencio.

Para este primer proyecto, la Fundación ha contado con el Consejo Superior de Deportes ya que han querido utilizar el deporte como herramienta para salir adelante. De esta forma, han recurrido a los testimonios de deportistas olímpicos que sufrieron acoso escolar y, no solo pudieron superarlo, sino que triunfaron en aquello que quisieron.

ColaCao quiere aprovechar la popularidad y la visibilidad de estos deportistas para tratar de lanzar ese mensaje y poder romper con el silencio y, así, acabar con el bullying o, al menos, comenzar a combatirlo.

"Tuve que convivir siempre con comentarios: 'mira esa niña tiene el pelo blanco', 'esa niña es fea', 'Blancanieves', 'copito de nieve'... A mí los comentarios, obviamente, no me gustaban. Tú en ese momento quieres ser como los demás niños y dices ¿por qué tengo que ser así?, ¿por qué yo tengo que ser así y no puedo ser como los demás? Obviamente, eso es signo de que no te hace bien escuchar todo eso, te hace darte cuenta de que eres diferente pero diferente en el mal sentido de la palabra", confiesa Susana Rodríguez mientras explica lo que vivió durante su infancia.

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Ray tampoco tuvo una niñez fácil: "que yo me apuntara a gimnasia era algo que en los grupos de amigos no encajaba porque hacía un deporte que era de niñas. La gente se pensaba que podría ser o era homosexual. Con el tema del color tampoco me llegué a sentir cómodo en muchas ocasiones, no es lo mismo que tus padres te digan 'mi negro', a que te lo diga otro y según en qué tono, que te digan negro de mierda, con insultos…".

Carolina Marín confiesa que su experiencia con el bullying fue "bastante dura" y que, a día de hoy, es algo que le tiene "marcada". "Se metían muchísimo conmigo, me ponían motes y recuerdo que lo pasaba muy mal. Yo soy una persona morena y tengo bastante bello, entonces cuando era pequeña el vello de la cara se me notaba más, me decían que tenía bigote. Luego llegaba a mi casa y me encerraba en mi habitación sin darles explicaciones a mis padres. Ellos muchas veces no lo entendían, yo simplemente les decía que estaba cansada para no decirles el porqué, pero sí es cierto que yo muchos días me encerraba, me ponía a llorar, lo pasaba muy mal", explica la jugadora de bádminton.

Susana lamenta que las personas con alguna característica que los diferencie son siempre las principales víctimas de acoso. "Yo conocía a otros niños con discapacidad visual y cuando me encontraba con ellos me decían, a mí en mi colegio me pasa esto o en tal sitio me pasa lo otro.... También fui testigo de situaciones que se pueden calificar como bullying, siempre hechas a algún niño o niña o adolescente con alguna diferencia respecto al resto, alguien con obesidad, alguien que le costaba más avanzar en el colegio porque tenía dificultades... el tener algo que te hace distinto y que está visto como malo", explica la triatleta.

La importancia de confiar en los que te rodean

Los tres deportistas coinciden en que, para poder salir del acoso escolar, es muy importante pedir ayuda a los que realmente nos apoyan y confiar en ellos.

Ray y Susana tuvieron la suerte de tener un círculo cercano que les recordaba lo que valían. "La suerte que yo tuve es que tenía un grupo pequeño de amigos, pero amigos sólidos, de los que dicen que se cuentan con los dedos de una mano y una familia que me hizo crecer en un entorno seguro y de confianza. Yo sabía que cualquier problema que tuviera podía llegar a casa y comentarlo. Entonces, en este sentido, aunque sí que me afectara, tuve siempre el apoyo y la protección del círculo más cercanos", asegura la campeona olímpica de triatlón.

"Yo por suerte he tenido la capacidad de ser bastante fuerte de mente y, al fin y al cabo, no le daba importancia a todo aquello. Sí que es verdad que alguna vez me dolía, pero tenía claro quién era yo, cómo era y lo que yo quería ser, lo que quería conseguir, por tanto, aprendí a obviar y a apartar a esa gente de mi vida", añade Ray.

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Marín, por su parte, tardó mucho tiempo en confiar en su familia y contarles lo que estaba pasando, lo que estaba viviendo y cómo eso le hacía sentir, algo de lo que, a día de hoy, se arrepiente. "Hubo un día que finalmente fui a hablar con el director del colegio y le dije que yo así no quería seguir, que me encontraba muy mal, me hacían sentir muy mal, era todo el rato, se metían muchísimo conmigo. Tardé bastante tiempo, de hecho, es algo que de lo que a día de hoy me arrepiento, pero claro, en ese momento no era fácil, no era fácil hacerlo ni verlo, simplemente yo me encerraba en mí misma, en mi habitación y me ponía a llorar por eso, porque se metían muchísimo conmigo", confiesa Carolina mientras añade: "El día que fui a hablar con el director y se lo conté, hablaron con esos chicos, luego se lo conté a mi madre y me sentí mejor, era algo que yo tenía tan contenido dentro que era una liberación el contarlo y el apoyarme en otra gente".

"Si nos sentimos heridos, insultados, todo eso que duele y que puede doler mucho, creo que algo muy importante es buscar una persona de confianza y no guardarlo para nuestros adentros porque a veces tenemos recursos para salir de esa situación, pero otras veces necesitamos a alguien que nos ayude a buscar esos recursos. Pedir ayuda es algo totalmente humano, bueno y natural. Todos y todas vamos a necesitar algún día pedir ayuda y también nosotros ayudar algún día a los demás, es algo totalmente normal", añade Susana.

El deporte como herramienta para salir del bullying

Ray, Carolina y Susana encontraron en el deporte un espacio libre de insultos, comentarios y risas, un lugar en el que ser ellos mismos y donde podían sentirse libres.

"El deporte, lo que más me aportó fue esa liberación, salir de ese tipo de gente que se metía conmigo para justamente hacer lo que me gustaba y disfrutar de lo que estaba haciendo. Para mí fue el encontrarme con el deporte y sentir esa liberación y esa diversión que yo necesitaba porque al final en el colegio no estaba ni disfrutando, ni divirtiéndome, ni nada, solamente lo estaba pasando mal por todo lo que me hacían sentir", asegura la campeona olímpica de bádminton.

"El deporte, la actividad física, es salud para todo el mundo y debería formar parte siempre de nuestra vida. Yo en el deporte he encontrado un entorno en el que nunca me he sentido distinta, puede sonar tajante, pero es verdad, yo nunca en el deporte he vivido una situación de sentirme mal, de sentirme distinta a los demás por tener una discapacidad", reitera Susana e insiste: "creo que el deporte y sus valores de respeto, de tolerancia, son una herramienta brutal para poder luchar contra el bullying. Si tengo que decir lo que me ha dado el deporte creo que empiezo y no acabo nunca porque desde hace muchos años es una parte muy importante de mi vida".

Ray descubrió en la gimnasia una pasión que no permitiría que nada ni nadie le hiciese cambiar de idea o le hiciese sentir menos: "El deporte es una herramienta tanto de entretenimiento como de superación personal, porque cada día te pones a prueba, te pones al límite. Muchas veces te levantas desanimado o triste, dándole muchas vueltas a la cabeza y yo entro por el gimnasio y se me olvida todo el mundo".

El gimnasta confiesa que incluso, una vez que salió del colegio, tuvo que aguantar como se reían de él cuando trataba de crear el Zapara I y el Zapata II. "Yo de pequeño soñaba con inventar algo que no hiciera nadie en el mundo, me sentaba y me decía pero qué voy a inventar si está todo inventado, pues mira, mis elementos están en el código de puntuación patentados con mi apellido. Cuando empecé a hacerlo, a practicarlo, había gente que se reía de mí: 'estás loco, estás loco'. Cuando tú intentas exponer una locura que quieres hacer se ríen de ti porque realmente ellos no son capaces de hacerlo y se creen que tú tampoco eres capaz de hacerlo porque ellos no lo son. Entonces tú tienes que seguir trabajando, caerte mil veces, porque me caí un montón de veces, me caí de cabeza muchas veces, pero yo quería hacerlo, confié en mí y en mi entrenador", explica Zapata.

Ray logró cumplir su sueño, ir a unos Juegos Olímpicos, pero no solo eso, volvió en Tokio 2020 y logró una medalla de plata. Carolina también superó la parte dura de su vida y se proclamó campeona del mundo, de Europa y logró una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río. Finalmente, Susana también supo darse el valor que merecía y ser una referente del triatlón paralímpico.

Tres ejemplos de superación que, tanto la Fundación ColaCao como el Consejo Superior de Deportes, esperan que sirva para que aquellos niños que están siendo víctimas de acoso y se vean reflejados sepan que hay una salida y que, sean como sean, son valiosos tal y como son.

'Somos Únicxs: las caras del bullying' ya está disponible en ATRESplayer. Un documental necesario que quiere visibilizar el bullying y sensibilizar a la sociedad.

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