Megan Maxwell

Novela erótica: para leer, imaginar y practicar

Hoy toca hablar de cuerpos sudados, de una voz seductora, de nucas erizadas, de vaginas suculentas y de miembros duros, de esos besos que saben a saliva ajena, de cómo se empañan las ventanas cuando se echa un buen polvo, de ese olor a sexo en la habitación del que se es consciente solo cuando se vuelve a entrar después de mear. Vamos a hablar de polvazos, no de los que echamos porque, reconozcámoslo, no siempre nos merecemos el aplauso del público, sino de los que alguien ha imaginado para que nosotros los leamos sujetando el libro, si la cosa funciona como es debido, con una sola mano.

Megan Maxwell | Crea Lectura
José Soto Novo | Madrid
| 22/12/2019

Y si alguien sabe de esto mejor que nadie en España es Megan Maxwell. Su saga 'Pídeme lo que quieras' es todo un éxito y, tras seis entregas, ahora publica 'Tampoco pido tanto' (Esencia, 2019).

L a saga que nació de un "no"

Ni siquiera ella misma sabía que tenía talento para escribir novela erótica. Lo suyo era la novela romántica, pero una llamada le hizo cambiar de opinión. "Me llamó mi agente", comenta, "y me propuso que mi siguiente novela fuera erótica, yo le dije que no, pero nada más colgar el teléfono me di cuenta de que había dicho una tontería, así que inmediatamente la llamé de nuevo y le dije que lo haría". Así nació, como una huída hacia adelante, 'Pídeme lo que quieras' (Esencia, 2012).

Megan Maxwell sabía cómo construir una bonita historia de amor, de hecho la novela romántica es su favorita, y no quería que este encargo fuera una novela romántica con sexo metido con calzador, pero encontró la historia y supo mezclar bien los géneros, tanto que más de una pareja le debe su segunda juventud.

El sexo no solo se practica, también se habla

Más de un bar de intercambio de parejas ha aumentado su clientela gracias a esos aventureros animados por una novela de Maxwell
Maxwell se dio cuenta de que su novela era un éxito cuando sus lectores le empezaron a dar las gracias. "Había parejas que me decían que gracias a mis novelas se habían atrevido a poner en práctica algunas de sus fantasías eróticas y les había renovado el interés", dice entre risas mientras recuerda algún que otro caso menos idílico, como el de aquellos machistas que consideran que es intolerable que una mujer hable abiertamente de sexo, y algún otro caso agridulce, como el de "un hombre que me dio las gracias porque tras leer mis novelas se dio cuenta de que no era feliz en su matrimonio y había decidido divorciarse". Aun así el balance es positivo y no solo para las parejas. Más de un restaurador le debe mucho a esta escritora. Más de un bar de intercambio de parejas ha aumentado su clientela gracias a esos aventureros que se han atrevido a cruzar las puertas animados por una novela de Maxwell, tantos que alguno le ha propuesto organizar un evento allí con ella para que presentase su siguiente título.
"El sexo siempre será tabú, porque siempre habrá gente que lo censure, pero cada día lo estamos normalizando más"
Así que ahí es donde esta escritora hace hincapié, le sorprende que, con los buenos resultados que da hacerlo, las parejas tiendan a hablar poco de sexo entre ellas, así que recomienda hacerlo antes de que sea demasiado tarde. "Supongo que tienen miedo de que su pareja les deje de querer por tener otros deseos, por eso hay que hablar de sexo desde el principio, cuando se empieza a conocer a la otra persona", sentencia.

Es raro que nos cueste hablar de sexo con nuestras parejas cuando cada vez estamos más acostumbrados a hablar de sexo con otros. Megan Maxwell cree que "el sexo siempre será tabú, porque siempre habrá gente que lo censure, pero cada día lo estamos normalizando más". Se nota en las cenas con amigos, en las que cada vez es más habitual compartir experiencias, de hecho, la escritora obtiene de ahí muchas de las historias de sus novelas y la gente se las cuenta sin miedo, porque ella ya se asegura de cambiar tanto al personaje que solo el que hizo aquello se reconoce en la novela.

Mejor que darle al "play"

Quizá se lo hayan preguntado mientras leían esto: quién va a leer seiscientas páginas eróticas pudiendo darle al play en su móvil. Pues muchísima gente, porque "en una película te lo dan todo hecho y si no te gusta lo que ves no puedes hacer nada, pero mientras lees una de mis novelas eres tú el que imaginas lo que más te gusta" y ese es según Megan Maxwell el secreto de la novela erótica. Y si lo dice alguien que ha vendido miles de ejemplares en varios idiomas y ha recibido premios por su trabajo, habrá que hacerle caso, que tiene pinta de saber de lo que habla.