Imagen de el escritor Juan Manuel de Prada | juanmanueldeprada.com

1.600 páginas escritas a mano: así es la monumental novela de Juan Manuel de Prada sobre el París ocupado

Mil ojos esconde la noche. La ciudad sin luz es la primera parte (800 páginas) de una obra descomunal en la que, a través del punto de vista de un falangista, veremos cómo vivieron los españoles exiliados en Francia.

J. Guayerbas
 |   | 08/05/2024

Juan Manuel de Prada

Editorial: Espasa

Año de publicación: 2024

Tiene la capacidad más que demostrada (y premiada) de enganchar desde los primeros renglones. Juan Manuel de Prada regresa con la historia de una ciudad con un corazón en el que late cultura. París sirve de escenografía para la trama que el escritor plantea de manera inteligente y perspicaz. Literatura de ficción, como avisa el autor, pero con historia documentada: la Guerra Civil como preámbulo y origen y la II Guerra Mundial como telón de fondo.

El autor recupera a uno de los personajes de Las máscaras del héroe, la que fue su primera novela en 1996, y lo sitúa en el centro de la acción, un narrador que es fiel al tono de Prada: resentido, cínico... Se trata del falangista Fernando Navales, al que se le encomienda una misión: que intelectuales españoles exiliados en París colaboren con las actividades que Falange desarrolla en "la ciudad sin luz", subtítulo de esta primera entrega (800 páginas) de una gran novela dividida en dos (en total, 1600 páginas).

En esta novela viajamos a un París ocupado por los nazis donde los exiliados españoles sobreviven entre penurias y pobreza

Mil ojos esconde la noche. La ciudad sin luz abarca el periodo 1940-1941. Un París ocupado por los nazis en el que los exiliados españoles (una amplia mayoría a causa de la Guerra Civil) sobreviven entre penurias y pobreza. Es ahí, en esa debilidad humana, donde Fernando Navales descarga su argumentario para convencer a pintores, escultores, dramaturgos, poetas y juntaletras a participar en los movimientos culturales de la Falange.

El foco en la debilidad humana

El ser humano es débil por naturaleza. Juan Manuel de Prada explora, profundiza y bucea en esas debilidades para presentar a cada uno de los intelectuales que van a pasar por este relato. Hombres y mujeres que interactúan con un denominador común: Fernando Navales, un ser abyecto capaz de convencer y poner a cada cual frente a sus vergüenzas.

En estas páginas, De Prada monta un desfile con docenas de personajes que van desde Pablo Picasso, que residía en París mucho antes del estallido de la Guerra Civil, pasando también por Luis Buñuel y llegando hasta Gregorio Marañón, el médico y pensador, o Ana María Sagi, la poeta, periodista, feminista y atleta catalana a la que Juan Manuel de Prada dedicó en 2022 dos tomos abordando su vida y su obra. A todos ellos los desnuda y los despoja de toda idealización. Por ejemplo, en la novela, a Picasso lo describe como un caradura y un maltratador, y a Buñuel como a un homófobo.

Por las páginas de esta obra desfilan personajes que van desde Pablo Picasso a Ana María Sagi

Mil ojos esconde la noche es así una pasarela de la historia con perfiles variopintos como el de José Zamora, 'Pepito', un pintor y figurinista que frecuentaba las orgías del Marqués de Riscal, o el de Nana de Herrera, bailarina envuelta en un triángulo amoroso del que sacar rédito, al menos, económico.

Personaje a personaje, confesión a confesión, París apaga sus luces mientras aparecen esos ojos escondidos en la noche que todo lo ven y lo sienten. Porque en esta novela también se siente mucho. Quizá demasiado. Hablamos de un sentir tórrido, casi erótico y con una fijación magnética por los muslos femeninos.

Una novela de novelas

La arquitectura de la trama convierte el texto en una novela de novelas. Con esta obra, De Prada riza el rizo y comparte con el lector su dominio absoluto de los géneros de antaño, eso sí, traducidos al siglo XXI, porque Mil ojos esconde la noche es literatura barroca, es tragedia y esperpento, también, picaresca.

'Mil ojos esconde la noche' es literatura barroca, tragedia, esperpento y picaresca

Que Juan Manuel de Prada escribe sus novelas con bolígrafo sobre papel es algo por todos conocido. Hablamos de una pila inmensa escrita a mano, sin apenas tachones. 1600 páginas que impresionan. Esta forma tan particular de abordar sus proyectos literarios confiere a sus textos un halo bohemio, una impronta que marca la cadencia y el ritmo, matices que en esta novela son iguales, o tan protagonistas, como los personajes o los escenarios.

Los escenarios del exilio español en París

En este nuevo viaje por la historia del siglo XX, el autor vuelve a dejar constancia de su manejo virtuoso del lenguaje, siempre documentado. El prosista pone el acento en el exilio español en París y en los lugares que estos ciudadanos frecuentaban, escenarios evocadores de una ciudad de luz, donde también había (y sigue habiendo) decadencia y penuria.

Estamos ante una especie de cabaré que nos invita a reflexionar sobre la Historia

El número 52 de los Campos Elíseos, sede del escuadrón propagandístico del Reich durante la ocupación; el 22 de la avenida Marceau, embajada de España en París; y el 11 de esa misma avenida, donde se encontraba la Delegación de Falange, forman el trígono del poder de la novela. Son ambientes y espacios que contrastan con barrios como Montparnasse, junto al río Sena, donde reina la bohemia; o el Cabaré del Infierno, cuya fachada es portada de la novela, un lugar en el que satisfacer los deseos humanos más ocultos.

Un cabaré que nos invita a reflexionar sobre la historia y sobre lo complejo de la naturaleza humana. Un cabaré que el propio Juan Manuel de Prada espera que pase a la posteridad, como ha afirmado a la revista XLSemanal : "Habrá gente que lo valore, pero no sé si será hoy, mañana o dentro de cien años".

Cargando...