La advertencia del juez Joaquim Bosch: o controlamos mejor los poderes del Estado o perderemos nuestra democracia
En Jaque a la democracia, Bosch traza un profundo análisis de nuestro sistema político en el que señala los problemas y propone soluciones.
Joaquim Bosch
Editorial: Ariel
Año de publicación original: 2024
No es un secreto para nadie. La democracia, tal y como la hemos conocido en los últimos 40 años en nuestro país, está en peligro. El crecimiento de la ultraderecha está admitiendo en el sistema a individuos que quieren destruirlo desde dentro, y los mecanismos de control se están resquebrajando.
La crisis económica que comenzó en 2008 y se agudizó con la invasión de Ucrania ha aumentado las desigualdades en las sociedades occidentales. Y ante la falta de acción de los diferentes gobiernos para poner fin a las necesidades de sus habitantes, los discursos de la ultraderecha, señalando al inmigrante y al político como culpables de los problemas de todos tienen cada vez más adeptos.
Por si fuera poco, los casos de corrupción, la percepción partidista de buena parte de la judicatura y los numerosos indultos concedidos a políticos que se han lucrado de manera ilegal han terminado por abrir una brecha insalvable entre las instituciones y los ciudadanos a los que, teóricamente, representan.
Democracia vs. populismo
El juez del Juzgado de Primera instancia de Moncada, Joaquim Bosch, personaje conocido en tertulias y programas de análisis político y social, colaborador de varios medios, ha emprendido la loable empresa de analizar los puntos negros de la democracia actual, las grietas por donde se han colado los discursos de odio.
En 'Jaque a la democracia', Joaquim Bosch explica el porqué del auge de grupos y partidos ultraconservadores
En Jaque a la democracia realiza una reflexión que explica el porqué del auge de grupos y partidos ultraconservadores que solo pretenden sacudir los cimientos del sistema. Analiza cuáles han sido los errores cometidos por jueces, políticos y medios de comunicación que han permitido que ahora estemos ante una encrucijada definitiva: defender la democracia o caer en autoritarismo populistas como ya ha ocurrido en países de nuestro entorno como Hungría o Rusia.
Pero no se queda ahí. Además, Bosch ha decidido dar un paso al frente y proponer ideas y mecanismos de autorregulación para que las democracias occidentales sean capaces de capear el temporal de la ultraderecha, sofocar sus vientos y poner rumbo a un puerto que nos dé tranquilidad y nos permita evolucionar hacia democracias más útiles y modernas.
Soluciones para una democracia imperfecta
Partiendo de la idea de que toda democracia es imperfecta y que el gobierno de los más votados conlleva siempre el malestar de un parte de la sociedad, Joaquim Bosch defiende un axioma muy interesante: "No debemos esperar que la democracia nos traiga el paraíso, pero sí reivindicar que evite la llegada del infierno".
"No debemos esperar que la democracia nos traiga el paraíso, pero sí reivindicar que evite la llegada del infierno"
Porque como bien explica en Jaque a la democracia, o controlamos los poderes del Estado o corremos en riesgo de perder lo que tanto nos costó ganar: la democracia. Para conseguirlo el juez realiza propuestas en tres planos:
Periodístico, abogando por un desarrollo de los medios capaces de desenmascarar bulos y mentiras (sin perder de vista su transparencia en cuanto a cómo están financiados y de quién dependen económicamente).
Judicial, implementando mecanismos que aseguren la imparcialidad de los altos tribunales (como la creación de comisiones técnicas que apliquen criterios objetivos para la elección de esos jueces).
Y político, reduciendo los márgenes de libertad a la hora de adjudicar contratos públicos para reducir la corrupción, entre otras sugerencias.
El resultado es un análisis profundo, razonado y de futuro de nuestra democracia y de los graves peligros que corre a día de hoy.