Este psicólogo quiere quitarle el móvil a tus hijos para frenar la epidemia de salud mental
En La generación ansiosa, el psicólogo social Jonathan Haidt aborda una reflexión necesaria e incómoda sobre cómo las redes sociales han cambiado el tablero de juego de las relaciones humanas.
Jonathan Haidt
Traductor: Verónica Puertollano
Editorial: Ediciones Deusto
Año de publicación original: 2024
En un libro ácido y cargado de estadísticas, Jonathan Haidt, psicólogo social, propone una revolucionaria manera de atajar lo que él considera un problema global de salud mental. Haidt cree que debemos regular la edad de acceso a la redes sociales, su contenido y su distribución. Porque, según él, el algoritmo saca lo peor de cada uno de nosotros.
¿Cómo es posible que algo que nació para mejorar nuestras vidas, entretenernos y ayudarnos, se haya convertido en la mayor trampa para toda una generación? Las redes sociales, el new media y el montón de apps que se generan cada día, son por encima de todo, empresas. Empresas que se rigen por el principio de la rentabilidad, poco o nada interesadas en restringir el perfil de sus clientes y consumidores.
La tecnología avanzó más rápido que la normativa y mientras tanto, el algoritmo, se llevó por delante a toda una generación
El análisis de Jontahan Haidt explica que la llegada de las redes sociales fue tan rápida, tan vertiginosa, y claro, tan rentable, que no hubo tiempo de pensar cuáles podrían ser los peligros a medio y largo plazo, especialmente para los más jóvenes. Ahora ya lo sabemos. Adicciones, inseguridad, ansiedad, miedo.
La falta de control y regularización del uso de estas tecnologías ha sido posible gracias a un enorme vacío legal por parte de todas las instituciones. La tecnología avanzaba mucho más rápido que la normativa y mientras tanto, el algoritmo, se ha llevado por delante a toda una generación.
La generación Z
Este libro se centra en ellos. Son los primeros en haber vivido este cambio de paradigma, este cambio social liderado por las redes. La forma de relacionarnos, de percibirnos y de comunicarnos ha cambiado radicalmente en la última década. Y ellos, han sido testigos desde la infancia de todo este fenómeno social y digital. Un cambio tan brusco y tan radical, que no dio tiempo a reparar en la necesidad de controlar todo lo que pasaba a ese lado virtual de nuestra vida.
Jonathan Haidt, autor de este libro, no solo reflexiona sobre los peligros de la falta de control y regulación de esta nueva tecnología entre los más jóvenes, sino que, apunta a aquellos que tienen una responsabilidad directa en que no se hayan estudiado o valorado los riesgos que suponía su uso descontrolado.
"Ninguna empresa podría llevarse jamás a nuestros hijos y ponerlos en peligro sin nuestros consentimiento, o se enfrentaría a unas enormes consecuencias ¿verdad?"
Como explica en La generación ansiosa, si extrapolamos lo que pasa en el mundo virtual al mundo físico nos echaríamos las manos a la cabeza. "Ninguna empresa podría llevarse jamás a nuestros hijos y ponerlos en peligro sin nuestros consentimiento, o se enfrentaría a unas enormes consecuencias ¿verdad?". Sin embargo, permitimos que niños y menores accedan a espacios digitales y tecnológicos sin que para ello necesiten ningún tipo de control o autorización.
La era digital ha expuesto de una forma nunca antes vista a nuestros jóvenes a estímulos y procesos de engagement, especialmente creados para generar un circulo vicioso de adicción. Pensar que todo ello no tendría ninguna consecuencia en su desarrollo cognitivo y social es, para Haidt, iluso, incoherente y falso.
A lo largo de cuatro partes, este libro, que pretende hacernos reflexionar sobre los hábitos de consumo digital de la generación Z y los nuestros propios, aborda el recorrido completo desde que el algoritmo penetra en nuestras vidas, hasta las consecuencias que puede generar y las pequeñas soluciones que podemos poner en marcha para luchar contra ello.
La gran reconfiguración
La sociedad moderna se está reconfigurando a partir de cuatro perjuicios fundamentales; la privación social, la falta de sueño, la fragmentación de la atención y la adicción.
"Un tercio de los adolescentes declara que está metido en alguna de las principales redes sociales casi constantemente, unas 16 horas diarias"
La vida, el éxito y la popularidad ya no se miden en metas, en logros y en acciones, se mide en likes, en followers y en publicaciones. Nunca antes había existido un concepto tan cruel de "comparación" con los demás llevado al extremo de forma pública y participativa.
¿Cómo vivíamos antes de los smartphones? A los millenials ya nos cuesta hacer memoria de cómo funcionaba la vida antes de recurrir al teléfono para todo. Esa época en la que se llamaba al fijo o al portal, se quedaba en un sitio a una hora o se hacia una llamada perdida como mensaje codificado que podía significar casi cualquier cosa dependiendo de quién te la hiciera. ¡Cómo van a saber los más jóvenes que existe otra forma de comunicarse, si les hemos puesto un teléfono o una tablet en la mano prácticamente desde su nacimiento!
Con los bebés de la generación Z se extendió aquello de... "si todos lo hacen estará bien" y así, sin preocuparnos mucho por las consecuencias futuras, vimos crecer a la generación "más conectada de la historia".
"En 2010, ni adolescentes, ni padres, ni siquiera las empresas tecnológicas, sabían que los smartphones y las redes tenían tantos efectos perjudiciales"
Ojalá los datos fueran otros, pero hoy, tenemos a la generación de adolescentes y jóvenes adultos con más problemas de salud mental de la historia y no podemos seguir fingiendo que esto es casualidad.
En este libro se establece una relación directa entre el aumento de los problemas de salud mental entre los jóvenes y el uso desmedido de las redes sociales, que operan sin ningún control de contenido o de forma. Una conclusión que algunos expertos han puesto en duda, ya que consideran que es al revés: los jóvenes con tendencias depresivas pasan más tiempo ante las pantallas, con lo que no habría una relación causa-efecto.
Sin embargo, para Haidt la relación está clara: "En 2010, ni los adolescentes, ni los padres ni siquiera las empresas tecnológicas, sabían que los smartphones y las redes sociales tenían tantos efectos perjudiciales. En 2010 había pocos indicios de una crisis de salud mental. Ahora están por todas partes".
La necesidad de volver al mundo real
Todavía hay esperanza. No estamos indefensos, aunque a veces lo parezca. En la última parte de este libro, el autor ofrece soluciones e iniciativas para luchar contra el monstruo digital. Regular la edad de acceso a estas tecnologías, más experiencias en el mundo real, juego libre y en la naturaleza, unirse a otros y huir de las pantallas.
La generación ansiosa es un libro acerca de cómo devolver la vida humana a los propios humanos. Poner fin al experimento digital y corregir esta tendencia que ha generado una epidemia de enfermedad mental entre los más jóvenes.
Seas generación Z o no, te reconocerás cayendo en más de una de las trampas que desenmascara Jonathan Haidt en 339 páginas. Todavía estamos a tiempo de hacerlo mejor, y en este libro encontrarás muchas claves para conseguirlo.