Una imagen del periodista francés Pierre Haski | Planeta

Este reputado periodista de guerra te cuenta por qué el conflicto palestino-israelí es imposible de solucionar

En Una tierra doblemente prometida, Pierre Haski, a través de su experiencia como corresponsal en Israel, explora cómo los recientes sucesos del 7 de octubre son solo un capítulo en una historia mucho más compleja.

 |   | 26/12/2024

Pierre Haski

Traducción: Nuria Viver

Editorial: Deusto

Año de publicación original: 2024

Si crees que el conflicto israelí-palestino es solo una historia de enfrentamientos y víctimas, Pierre Haski, con su Una tierra doblemente prometida, te invita a profundizar más allá de los titulares. En su nuevo libro, el periodista francés nos lleva a una travesía compleja y profundamente humana por la historia de una región que, a lo largo de más de un siglo, ha sido testigo de promesas rotas, tierras disputadas y deseos no cumplidos.

El contexto es crucial. El 7 de octubre de 2023, un atentado a gran escala en Israel por parte de Hamás desató una nueva ola de violencia que trajo consigo una brutal respuesta en Gaza, considerada por muchos como genocidio. A partir de ese punto de inflexión, el conflicto se ha recrudecido y se ha hecho aún más difícil de comprender, especialmente cuando las opiniones están tan polarizadas.

Conflicto enraizado

Pero Haski no cae en la trampa de explicar la violencia sin más, ni mucho menos justificarla. En su libro, nos recuerda que estos atentados no nacen de la nada y que, para entenderlos, hay que rastrear las raíces de un conflicto mucho más profundo y viejo. Y mucho ojo, eso no significa que el autor de este ensayo empatice de ninguna manera con los atentados de Hamás. Todo lo contrario.

Haski no cae en la trampa de explicar la violencia sin más, ni mucho menos justificarla

Lo que hace de Una tierra doblemente prometida una lectura esencial es precisamente esta capacidad de Haski para tomar lo que parece ser una serie de eventos aislados y conectarlos a través de una historia común que abarca décadas (desde su primer reportaje en Gaza en 1982 hasta los recientes sucesos).

Con más de 40 años de experiencia en zonas de conflicto, Haski no es un simple espectador. Es un cronista comprometido, alguien que ha pasado mucho tiempo allí, ha escuchado las historias de primera mano y ha visto las transformaciones de la región bajo la lente de un periodista curioso y ético.

El libro no solo es un recorrido histórico, sino también una invitación a mirar los hechos desde una perspectiva más matizada. Haski se aleja de las narrativas maniqueas que nos bombardean día tras día en los medios. ¿Es posible entender por qué miles de personas, tanto israelíes como palestinas, sienten que la tierra les pertenece de forma exclusiva? ¿Por qué los intentos de paz siempre parecen naufragar? ¿Y cómo nos afecta todo esto a nivel global?

Periodismo con memoria y humanidad

Una de las mayores virtudes de Haski es su capacidad para humanizar un conflicto que, por su naturaleza, puede ser difícil de entender sin caer en estereotipos. A través de sus entrevistas, recuerdos y reflexiones, nos muestra las diversas caras de un enfrentamiento que ha ido mucho más allá de los políticos y los líderes. Nos da una visión de los pueblos, las personas reales, que son las que realmente han sufrido las consecuencias de un tira y afloja interminable.

Lo que también distingue a Una tierra doblemente prometida es su tono. Haski no es un historiador lejano ni un analista frío. Su narración es accesible, directa y, a veces, incluso personal. A lo largo de 224 páginas, el autor comparte sus propios sentimientos y dudas, lo que aporta una humanidad y un contraste necesarios.

Este libro nos da una visión de los pueblos, de las personas reales que han sufrido las consecuencias de un tira y afloja interminable

Nos lleva por su archivo personal, como un testigo de la historia, y nos muestra cómo los eventos que han dado forma a la región siguen impactando a quienes han estado allí, tanto para los israelíes como para los palestinos.

No hay una única verdad en esta guerra, y Haski lo sabe. Por eso, en vez de ofrecer respuestas definitivas, nos reta a hacernos preguntas más profundas y a ver la región con una perspectiva que va más allá de la simple confrontación.

Al final, el libro no solo es un análisis de lo que ha pasado, sino también una reflexión sobre lo que está en juego. Haski subraya que la historia no termina con el último atentado o la última represalia. Este es un conflicto con raíces profundas que se proyecta hacia el futuro, y entenderlo requiere de paciencia, empatía y, sobre todo, de la disposición a cuestionar lo que creíamos saber. Y, aunque no promete soluciones fáciles, al menos te deja con una comprensión más rica y compleja de lo que realmente está en juego.

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