Ilustración de 'El inventor de viajes' | José Luis Cano - Editorial Siruela

'El inventor de viajes', la adaptación de Irene Vallejo del primer texto de ciencia ficción de la historia de la literatura

Vuelve el tándem Irene Vallejo-Siruela con El inventor de viajes. Una adaptación de las Historias verdaderas de Luciano de Samósata, cuyo ecos suenan en la Biblia, Star Wars y Ray Bradbury.

 |  Madrid | 01/11/2024

Irene Vallejo sobre el texto de Luciano de Samósata

Ilustraciones: José Luis Cano

Editorial: Siruela

Año de publicación original: 2024

Un grupo de marineros se enrola en un barco para llegar al otro lado del planeta. En el camino vivirán un sinfín de aventuras. Así, rápido, sería el resumen de El inventor de viajes, pero lo importante, una vez más, no es el qué.

La primera referencia que vendrá a la mente de cualquiera será La Odisea, el poema de Homero del siglo VIII a. C., origen e inspiración de tantas historias. El cuento que nos ocupa es una adaptación de las Historias verdaderas que el escritor sirio Luciano de Samósata escribió en el siglo II d. C, es decir, mil años después. Y se nota.

La primera ciencia ficción

Si Homero inventó una epopeya sobre el mar, el sirio levantó la cabeza, miró al cielo y se atrevió a imaginar qué habría allí arriba en las estrellas. En la primera aventura viajan a la Luna, conocen a los selenitas, inmersos en una guerra con los habitantes del sol. Hay aquí seres increíbles que luchan con puerros y champiñones, hombres que nacen de los árboles y muros que dividen civilizaciones.

Julio Verne no escribiría su famoso De la Tierra a la Luna hasta 17 siglos después, 'Star Wars' no se estrenaría hasta 1977 y Berlín sería dividida, primero por una valla que acabaría sustituida por un muro vergonzoso, la noche del 13 de agosto 1961. Todo está en los clásicos. No hay más que echarles un ojo.

Historias verdaderas está considerado el primer texto de ciencia ficción de la historia de la literatura

También hay aquí ballenas gigantes que se tragan barcazas, ciudades de queso, otras de sueño e islas misteriosas. Resuenan en este texto los nombres de Jonás, de Pinocho, de Moby Dick, de Piscine Molitor (el protagonista de La vida de Pi de Yann Martel) y de Ray Bradbury (autor de Farenheit 451 y Crónicas marcianas), como indica la propia Irene Vallejo.

De hecho, Historias verdaderas está considerado el primer texto de ciencia ficción de la historia de la literatura. Irene Vallejo lo adapta precioso, como el regalo que era para su hijo recién nacido, para contarse de padres a hijos, como su propio padre le contaba a ella el poema de Homero. Y al final, el regalo lo recibimos todos.

Porque Vallejo ama la literatura y disfruta compartiendo su pasión. Y eso se nota.

Unas ilustraciones evocadoras

En un libro infantil tan importante es la historia que se cuenta como la forma de ilustrarla, y en este caso están tan cuidadas como merece. José Luis Cano es quien las firma.

Ampliamente conocido y reconocido en el mundo editorial, el aragonés (nacido en Zaragoza, como Vallejo, todo queda en casa) apuntala la obra con su colorista imaginación. Les invito a que descubran en sus páginas algún guiño como la Dama de Elche escondida (no tanto) en esos dibujos cuyos colores pixelados imitan los mosaicos griegos.

La lección de la ficción

"Te voy a contar un increíble viaje que jamás hice" podría ser, desde ya, uno de los comienzos más sugerentes de la historia de la literatura. Toda una declaración de intenciones no solo de este texto, también del acto de leer en sí mismo. "Todo lo que te voy a contar es mentira y, por eso, te vas a emocionar de verdad", parece decir.

Sobre la importancia de arrancar bien una historia escribió Juan José Millás en Dos mujeres en Praga. En ella, Luz Acaso, una mujer con una vida anodina, se apuntaba a un taller literario y allí discutía sobre por qué "Yo tenía una granja en África", el tostón de Karen Blixen llevado a la pantalla para delicia de todos (para que luego digan que no hay adaptación buena) con Meryl Streep y Robert Redford bajo la dirección de Sydney Pollack llamado 'Memorias de África') era considerado una genialidad y su propuesta de "yo tenía un acuario en mi salón", no. Porque "granja" y "África" eran más evocadoras que "acuario" y "salón" le espetaba el profesor.

Tú eres el inventor de viajes, el protagonista todas las historias que te cuentan porque eres tú quien pone imágenes a las palabras

La importancia del comienzo de este libro de Irene Vallejo radica en su metalenguaje, en ponerse a la altura del lector para, al final darle una lección: tú eres el inventor de viajes, has sido el protagonista de esta y todas las historias que te cuentan porque eres tú quien pone imágenes a las palabras. Una lección preciosa, si me preguntan.

Y a eso vamos. En una época en la que los más agoreros llevan años pronosticando el fin de los libros en detrimento de las pantallas y que los niños tienen cada vez menos interés por la lectura (algo que desmienten los datos oficiales del Ministerio de Cultura), El inventor de viajes les enseña que su imaginación siempre será más vanguardista que cualquier imagen que les den ya hecha.

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