Litografía del laberinto del Minotauro | iStock

La leyenda del Minotauro ya tiene su novela y es tan oscura y claustrofóbica como te imaginas

En Labrys, Rocío del Carmen Rodríguez juega con uno de los mitos más famosos de la Antigua Grecia y lo convierte en una vibrante aventura.

 |   | 04/04/2024

Rocío del Carmen Rodríguez

Editorial: Samarcanda

Año de publicación original: 2023

Los mitos clásicos han moldeado la ficción desde que la literatura es literatura. Grecia nos ha suplido con decenas de buenos ejemplos que han llegado hasta nuestros días y que han servido como germen para dar a luz a miles de historias en libros y películas. Es una influencia que llega hasta hoy. Tanto, que los mitos griegos se están reescribiendo en los últimos años y triunfando en librerías, un fenómeno abanderado por la escritora Madeline Miller y sus novelas Circe y La canción de Aquiles.

Los mitos griegos se están reescribiendo y triunfando en librerías

Siguiendo esa estela, pero con un tono más oscuro, llega Labrys, novela que transforma el mito del Minotauro en un thriller histórico . En uno apasionante, me permito añadir. Estamos ante una historia turbia y claustrofóbica, pero también atrayente. De hecho, podríamos decir que bebe de la historia clásica para, tras modernizarla, dejarnos una aventura que, paradójicamente, no puede ser más clásica y a la vez tan actual. ¿Y cómo consigue esto? Pues con un estilo directo, repleto de intriga y cliffhangers entre episodios.

Retorciendo el clásico

Por refrescar un poquito la memoria de los que no seáis mucho de mitos clásicos, Labrys arranca en las aguas del mar Mediterráneo. En un barco donde 14 jóvenes son conducidos contra su voluntad a Knossos, en Creta. Son tributos. Sí, como en Los juegos del hambre (¿veis por dónde iban los tiros cuando os decía antes que los mitos han servido para dar a luz muchas historias actuales?)

'Labrys' moderniza el mito con un estilo actual, repleto de intriga y 'cliffhangers' entre episodios

Al llegar a la isla cretense, son invitados por el Minos de Knossos (el rey, vamos) a una opípara cena. Será la última que degusten en sus vidas. Los 14 chavales son recluidos en un laberinto del que jamás saldrán y en el que tendrán que hacer frente a una bestia sedienta de carne humana: el Minotauro.

Son el precio a pagar para Grecia por haber perdido la guerra contra el temible Minos. Pero, en esta novela, uno de ellos logrará sobrevivir y, al esquivar a la muerte, acabará destapando un secreto que llevaba mucho tiempo escondido en las esquinas del laberinto.

Primera novela

Rocío del Carmen Rodríguez nos trae una ópera prima de la que es harto complicado despegarse. Está tremendamente bien hilada. Su lenguaje es directo. No se anda por las ramas con eternas descripciones. Va al grano, dotando al libro de un ritmo que si bien no es frenético no te suelta y, sobre todo al final, mete una marcha más para dejarnos un gran sabor de boca.

Casi se puede oler el hedor de las celdas y saborear los manjares del Minos y séquito

Se nota que Rodríguez domina la materia grecorromana porque en las páginas de este libro, casi se puede oler el hedor de las celdas de los trirremes griegos en los que transportaban a los tributos y se pueden hasta saborear los manjares que degustaba el Minos y su séquito. No en vano ha realizado estudios sobre religiones antiguas, especializándose en las fuentes clásicas.

Teniendo en cuenta que la mayor parte de nosotros nos hemos acercado a la literatura clásica en nuestros años de colegio o instituto y, en casi todos los casos, por obligación, es muy refrescante llegar a una novela como esta. Porque es literatura clásica pero sin serlo. Es una peripecia de las de toda la vida. Un mito puesto al día. Aventuras así nunca hay suficientes.