En las memorias de Carlos Boyero hay cine (cómo no) pero también muchas drogas, mujeres y atracos
En No sé si me explico, el azote español de la crítica cinematográfica se explica (y de qué manera) en estas memorias que firma a sus 70 años y en la que ha colaborado el periodista Borja Hermoso.
Carlos Boyero
Editorial: Espasa
Año de publicación original: 2024
Carlos Boyero es fiel a su estilo hasta contando su vida, la que ha vivido con intensidad en Madrid, su ciudad, porque de Salamanca, donde nació, tan solo tiene malos recuerdos. Quizá por la infancia que le tocó vivir entre los muros de un internado dirigido por curas. Desde entonces no ha querido saber nada más de la religión. Aquella fue una etapa para olvidar, aunque aún no lo haya hecho.
Estas memorias está salpicadas de películas, de recuerdos y de un sentimiento: la soledad
No sé si me explico son las memorias de uno de los críticos de cine más famosos (y temidos) de nuestro país, pero... ¿quién es Carlos Boyero? De estas páginas se desprende un perfil que va más allá de la faceta profesional del protagonista que ha recurrido al periodista Borja Hermoso para hilar las líneas de su vida, siempre a contracorriente, porque jamás pensó en las consecuencias de lo dicho o lo escrito. Siempre ha opinado y lo ha hecho sin pelos en la lengua.
Sin seguir una cronología, la vida que el autor ha querido compartir ahora con el mundo está salpicada de películas (no podía ser de otra forma) así como de literatura y de música, pero también de recuerdos y de un sentimiento: la soledad, que se experimenta tanto en la vorágine de la "fama", dice, como en el sofá de casa cuando se apagan los focos y el día plancha las sábanas para echarse a dormir.
Vicios, drogas y adicciones
Carlos Boyero se desnuda sin pudor. Habla de vicios, de drogas y adicciones, para quedarse, después de probar muchas de ellas, tan sólo con una: el cine (bueno, y el tabaco). Y es que el séptimo arte ha sido y es su vida. En su camino ha convertido a amigos en enemigos, y ha dejado más de un cadáver, rompiendo infinidad de relaciones con diferentes mujeres.... otra de sus pasiones confesadas. Pero todo lo que ha hecho ha sido siempre siendo fiel a sus principios, y así lo afirma en su biografía. Un texto que ha escrito sin tapujos y que se entiende a las mil maravillas, pues si algo tiene Carlos Boyero es eso, que siempre se le entiende.
Boyero arrancó su carrera escribiendo reseñas de locales de ocio nocturno de Madrid
Su firma se vio por primera vez en la Guía del Ocio ligada a las reseñas de los locales de ocio nocturno, en los que disfrutaba y exprimía la noche antes de cerrar sus puertas. Porque Carlos Boyero ha cerrado garitos, nunca se ha puesto límites, en nada. Aquel Madrid que un día amó hoy también es su enemigo. La ciudad ya no es la misma, y eso a Carlos Boyero le horroriza, y más cuando ha sido víctima de varios atracos y algún que otro robo en casa.
Su mejor crítica: estas memorias
Ahora ya en la calma de la jubilación por edad, aunque siempre dispuesto a colaborar y a opinar como hace cada semana en diferentes espacios y medios de comunicación, Carlos Boyero ha firmado su mejor crítica, que no es otra que su autobiografía, porque ni con él mismo ha sido políticamente correcto.
Boyero ha firmado su mejor crítica porque ni con él mismo ha sido políticamente correcto
Desnudándose, mostrando sus debilidades físicas y psíquicas, enumerando sus dolores del cuerpo y del alma, Boyero se muestra en estas páginas tal cuál es. Y el temido ogro de la pluma afilada muestra un lado tierno, triste, donde la soledad y la depresión se convierten en los verdaderos villanos de esta película.
Ese estilo crudo con el que cuenta las cosas le ha hecho merecedor de un hueco entre los cinéfilos y la profesión, porque ha tenido la capacidad de opinar sin medias tintas, como hace en No sé si me explico, una especie de secuela del documental 'El crítico' (2022), dirigido por Javier Morales Pérez y Juan Zavala.
Y es que por suerte o por desgracia, Boyero solo hay uno.