Las muchas (y prohibidas) historias que han dado vida a Jesucristo: del niño asesino al hechicero venido de Egipto
Catherine Nixey analiza en Herejía la supuesta figura del Jesucristo histórico, un personaje que cambió tantas veces como la Iglesia fue requiriendo a lo largo de su historia.
Catherine Nexey
Traductor: Joan Rabaseda y Teófilo de Lozoya
Editorial: Taurus
Año de publicación original: 2024
Si hablamos de un hombre que vivió en el siglo I y curó a los enfermos, levantó a los muertos y fue ajusticiado para reencontrarse después con sus discípulos, es muy posible que no estemos pensando en Apolonio de Tiana. Que durante la Pascua no celebremos su desaparición por arte de magia y posterior reaparición, con incredulidad incluida, es una mera cuestión de azar.
En 'Herejía', Catherine Nixey repasa las muchas vidas de Cristo a través de textos prohibidos y coincidencias casi mágicas
La de Apolonio de Tiana es solo una de las muchas historias que el cristianismo parece haber fagocitado. En Herejía, Catherine Nixey repasa las muchas vidas de Cristoa través de textos prohibidos y coincidencias casi mágicas. Desde el niño Cristo con poderes mortíferos, hasta las concurrencias en la literatura y Evangelios que bien podrían haber motivado juicios por plagio.
Un completo estudio para entender mejor cómo se ha ido construyendo la vida de Jesucristo como inspiración religiosa, personaje literario y motivo de críticas y burlas. Dejando a un lado los manidos y tramposos estudios del 'Jesús histórico' para intentar acometer esta tarea con nuevos ojos y conclusiones más que sorprendentes.
Herejía
La periodista e investigadora Catherine Nixey se amarra a la acepción griega de herejía para describir los cambios de postura que afectaron a la concepción de Jesús en los siglos siguientes. En griego, el término 'haíresis' hace referencia a la capacidad de elección de una postura filosófica o de pensamiento. Una idea muy desligada de la valoración negativa que después arrastraría.
La escritora explica que los cristianos primitivos, ávidos por conocer más sobre la vida de Jesús, se lanzaron a la elaboración de evangelios que más tarde la Iglesia censuró con el objetivo de unificar el relato. A aquellos textos que quedaron fuera del canon los conocemos como apócrifos.
Jesús, el hechicero
En el Evangelio de la infancia de Tomás, uno de estos textos desechados posteriormente del relato oficial, se describen episodios y dichos de la vida de Jesús, con especial atención a su infancia. Son dos las anécdotas en las que Cristo utilizó sus poderes para asesinar a quien le contrariaba durante su niñez.
Son dos las anécdotas en las que Cristo utilizó sus poderes para asesinar a quien le contrariaba durante su niñez
En el primero, Jesús maldice a un niño con el que se enfrenta secándole "como un árbol", añadiendo: "No tendrás ni raíz, ni hojas, ni fruto". El Evangelio relata la muerte del niño y la visita del padre del mismo a San José, a quien debía preocuparle las inspiraciones ocultistas de su retoño. En la segunda ocasión se trata de otra persona que choca su espalda con Jesús y que recibe otro maleficio con resultados mortales: "No continuarás tu camino".
El filósofo griego Celso, azote del cristianismo en su momento de máxima expansión, llegó a afirmar que Cristo aprendió precisamente en Egipto (donde se confeccionó dicho texto) sus saberes mágicos, región vinculada en la Antigüedad a este tipo de prácticas. Un calificativo nada desdeñable en un momento en el que las capacidades mágicas no se tomaban a broma y eran motivo de preocupación de gobernantes y legisladores que trataron de pararlas a toda costa.
El filósofo griego Celso, azote del cristianismo, llegó a afirmar que Cristo aprendió en Egipto saberes mágicos
Atendiendo a lo que el Nuevo Testamento relata, Jesús resucitó a muertos, caminó sobre las aguas y era capaz tanto de multiplicar alimentos como de curar enfermedades. Cuando a mediados del siglo XIX se recuperaron losPapiros mágicos griegos, textos anteriores a la elaboración de los Evangelios y que sobrevivieron a su destrucción por motivos heréticos, no es sorprendente que muchas de esas gestas viniesen descritas en estos antiguos grimarios como trucos habituales de los magi o hechiceros.
Médicos ilustres y vaginas ardientes
El oscurantismo y el miedo eran la receta infalible de quienes ofrecían remedios tildados de mágicos en la Antigüedad. De poco sirvieron los esfuerzos antes mencionados de censurarlos, ni en Roma ni en la posterior cristiandad. Nixey censura la visión de algunos historiadores del cristianismo como 'religión médica', pero no es de extrañar que muchos de los actos de Cristo estuviesen vinculados a la salud en un mundo donde la esperanza de vida no alcanzaba los 25 años.
Una vez nacido Jesús, Salomé decide introducir, sin mediar palabra, la mano dentro de la vagina de la madre de Dios, carbonizándosele la mano
Uno de los textos apócrifos más extraños e influyentes es elEvangelio de la Infancia de Santiago. Este texto inspiró la liturgias de las iglesias de Oriente, pero también muchas de las imágenes que asociamos a la Navidad. Así, por ejemplo, nos legó el buey y la mula presentes en su alumbramiento, detalles que no aparecen en la Biblia. Pero también algunos otros de naturaleza más fantástica.
Dicho Evangelio describe en profundidad el parto de la Virgen. Una vez nacido Jesús, una mujer, Salomé, no cree las palabras de la partera que acaba de ayudar a María y decide introducir, sin mediar palabra, la mano dentro de la vagina de la madre de Dios, con consecuencias terribles.
La mujer descubre horrorizada que su mano ha quedado carbonizada por obra divina debido a su incredulidad en el que, a todas luces, es uno de los episodios más extraños de la natividad.
Plagios y otras inspiraciones divinas
Catherine Nixey recurre a los muchos ejemplos de la literatura clásica para entender mejor el origen de los mitos y episodios que conforman el Nuevo Testamento. La idea de un evangelio coral, compuesto por episodios e historias comunes, cobra fuerza a partir de ejemplos en los que podríamos aducir al plagio o la inspiración divina para explicarlos.
Catherine Nixey recurre a los muchos ejemplos de la literatura clásica para entender mejor el Nuevo Testamento
En una de las obras más reproducidas y extendidas del siglo I, Queréas y Calírroe, asistimos a la muerte de uno de sus protagonistas a la que le sigue una descripción de "piedras removidas y la entrada abierta" al día siguiente del sepelio. La imagen de una enorme roca movida y la incredulidad de quienes allí estaban concuerda con el episodio de la resurrección de Cristo.
Nixey apunta al rico ecosistema literario que en ese momento podría haber inspirado muchas de estas escenas que acabaron formando parte de las escenas de la vida de Jesús. El ejemplo antes mencionado de Apolonio de Tiana vuelve a colación con un hecho similar.
Después de ser perseguido por la justicia romana, Apolonio desaparece como por arte de magia para aparecerse a sus seguidores, instando a uno de ellos a que toque su carne para demostrarle que realmente se encuentra allí. Una escena, de nuevo, muy similar a la descrita enla Bibliadurante el episodio de la incredulidad de Santo Tomás.
A vueltas con la Biblia
A lo largo de sus páginas, Nixey describe con la misma brillantez que en anteriores ensayos una historia compleja, llena de cambios de rumbo que atendían a cuestiones políticas y sociales.
La sensación que nos queda a los lectores al término de la lectura es la de un relato mucho más humano, sujeto a las necesidades de quienes se encargaban de su transmisión, alejándola del dogma impuesto por los siglos siguientes.
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