Es una obra maestra de la novela gráfica (y la más completa sobre Jack el Destripador): así es 'From Hell'

Ilustraciones: Eddie Campbell

Traducción: José Torralba Avellí

Año de publicación original: 1989

Pocas veces tenemos la inmensa suerte de ponernos a hablar de un libro con la absoluta certeza de que estamos ante un título realmente especial. Uno que ha cambiado un género, que ha puesto su banderita en la cima. ¿En cuál? En todas. En la del éxito, en la de la trascendencia, en la de la calidad excelsa. Hoy, tenemos esa suerte.

From Hell de Alan Moore es una obra monumental, descomunal, eterna. Trasciende sus propios límites, los de la novela gráfica, para convertirse en una exploración profunda de la historia, la sociedad y la psique humana. Está ambientada en el turbulento Londres victoriano del finales del siglo XIX y principios del XX. Centrada en los infames asesinatos de Jack el Destripador, nos sumerge en un abismo de oscuridad y misterio, donde la realidad se entrelaza con la ficción de manera magistral.

Diseccionando los actos de Jack

La trama de From Hell se desenvuelve con una precisión casi matemática, llevándonos a través de los callejones sombríos del barrio londinense de Whitechapel mientras Abberline persigue al esquivo asesino en serie.

Sin embargo, lo que hace que esta novela gráfica sea verdaderamente excepcional es su profundidad temática y su intrincada construcción narrativa.

Lo que hace de 'From Hell' una obra excepcional es su profundidad temática y su intrincada construcción narrativa

Aunque es cierto que no podemos perder de vista que, aunque esta obra se basa en un caso real, tiene algo de ficción, porque como el propio Moore reconoció en su día "la verdad no puede ser enunciada con propiedad una vez los cuerpos se han enfriado".

Alan Moore, uno de los verdaderos gurús del noveno arte, despliega una vasta red de conspiraciones, teorías y especulaciones alrededor de los eventos reales, desafiándonos como lectores a cuestionar la naturaleza de la verdad y la realidad misma.

Hay que detenerse aquí, porque Moore son palabras mayores si hablamos de cómics y novela gráfica.

El genio del cómic

Alan Moore le dio la vuelta al mundo de los superhéroes con Watchmen cuando solo eran héroes con mallas que luchaban por el bien. Él los hizo humanos. Demasiado humanos. Llenos de fallos, de debilidades, de decisiones morales más que cuestionables.

De hecho, también fue el culpable de que el Joker tenga hoy un origen (aunque no sea canónico) y otro cómic de culto. La broma asesina es una de las mejores historias del Príncipe Payaso del Crimen. Y hablando de seres anárquicos y extremistas, Alan Moore también habló de totalitarismos, de justicia social y libertad individual en otra obra cumbre: V de vendetta.

'Watchmen', 'La broma asesina'. 'V de vendetta'... la obra de Alan Moore está plagada de novelas gráficas imprescindibles

Volviendo a From Hell, la meticulosa investigación de Moore se refleja en cada página, donde cada viñeta está impregnada de detalles históricos y referencias culturales que solo pueden sumar a lo que se nos está contando. A través de sus personajes, desde el astuto inspector Frederick Abberline hasta las mujeres víctimas de Jack el Destripador, Moore apunta con dedo acusador a las injusticias sociales, las luchas de poder y la misoginia arraigada en una sociedad que se transforma a toda velocidad sin estar preparada para ello.

Pero esta historia se quedaría en nada sin el arte de Eddie Campbell que complementó a la perfección el guion de Moore. El uso intencional del blanco y negro ayudó a crear una atmósfera tremendamente opresiva a la vez que evocadora, que sumerge al lector en la decadencia y el horror de aquel Londres victoriano. Cada viñeta está impregnada de una sensación de inquietud y malestar, capturando magistralmente la angustia y el terror que dominaban la época.

Una historia que no se olvida

From Hell te desafía y cautiva en igual medida. Es una obra que exige ser degustada con calma, saboreando cada diálogo y cada imagen mientras el argumento se va retorciendo en complejidad y terror. No es una lectura fácil. Es densa y, a veces, llega a ser farragosa aunque la recompensa para aquellos que se sumergen en sus páginas es inmensa.

Es una obra que exige ser degustada con calma y que te va a perseguir mucho después de haberla terminado

Esta novela gráfica te va a perseguir mucho después de haberla terminado. Los temas que trata, los misterios que apunta y su temática se quedan en la cabeza y acabas durmiendo con ellos y rumiándolos durante semanas. En resumen, From Hell no solo es un cómic. Es una experiencia intensa, desgarradora y transformadora que merece ser celebrada como una de las obras más importantes y trascendentales del género.