'Perras de reserva', la jauría de mujeres de Dahlia de la Cerda
Los relatos de la filósofa y escritora Dahlia de la Cerda nos transportan a un México donde influencers, narcotraficantes y campesinas comparten un nexo común: la violencia.
Autora: Dahlia de la Cerda
Editorial: Sexto Piso
Año de publicación original: 2022
Faltan pocos días para que las mexicanas celebren su Día de Muertos y las Perras de reserva conocen muy de cerca a la de la guadaña. La invocan, conviven con ella, han aprendido que, en el mundo de los hombres, la violencia es el lenguaje universal.
Ellos, que violentan y castigan, han ocupado también el espacio de los malos
La literatura, que todo lo cuenta y narra, se olvidó de escribir sobre las mujeres que toman partido, que bajan al barro, que hacen suya la violencia que viven. Existe un espectro de sentimientos que a las mujeres se nos ha prohibido sentir. La rabia, el odio, el deseo de venganza pertenecen a los hombres. Ellos, que violentan y castigan, han ocupado también el espacio de los malos, no han dejado sitio para nosotras. Hasta que Dahlia se puso a escribir.
Heroínas violentas
Las perras de Dahlia abortan sin culpa, porque es un derecho y cada una lo vive como quiere. Las perras de Dahlia trafican con drogas, porque pueden, y no lo hacen a la derecha del hombre si no encima de él. Las perras de Dahlia deciden matar antes de que las maten a ellas. Las perras de Dahlia se defienden con violencia utilizando una opción que siempre ha sido válida para ellos, pero no para ellas.
Una manera de escribir que nace de las entrañas, de lo oral, de lo que aprendemos cuando salimos a la calle
Este libro no es solo un viaje por una feminidad incómoda e irreverente si no por un lenguaje que nos empuja a la calle. Palabras callejeras que salen de la boca de las protagonistas y nos descubren el imaginario que conforma el México de a pie, donde las mujeres se llaman pinches zorras mientras toman mezcal. Una manera de escribir que nace de las entrañas, de lo oral, de lo que aprendemos cuando salimos a la calle y hablamos con nuestras iguales.