Viñeta de 'Todas las princesas mueren después de medianoche', de Quentin Zuttion | Quentin Zuttion - Planeta Cómic

'Todas las princesas mueren después de medianoche': la cara amarga del amor y el dolor de tu primer "eres marica"

Quentin Zuttion nos habla en esta novela gráfica del fin de la inocencia en el último día de las vacaciones de verano de una familia que tendrá que aprender a vivir con el corazón roto.

AhoraQuéLeo
 |   | 26/01/2024

Quentin Zuttion

Traducción: Albert Agut

Editorial: Planeta Cómic

Año de publicación original: 2022

Canta Sabina que "todos los veranos son el mismo repetido" y tiene razón. Hay un verano que, como la cinta maldita de The ring, nos vamos pasando unos a otros: el verano de la pérdida de la inocencia. Si bien cada uno de nosotros vivimos el amor a nuestra manera, todos los corazones rotos se parecen demasiado: una persona sola, mirando sin mirar, pensando qué ha hecho mal... y después la luz.

Y eso, más o menos, es Todas las princesas mueren después de medianoche de Quentin Zuttion.

Tres personajes en busca de amor

A algunas parejas de concursantes de Pekín Express les ponían un hándicap para dificultarles algunos tramos de la carrera. Algo así es ser queer en la búsqueda del primer amor. La carrera es la misma, la meta es la misma, pero corres con una mano atada a la espalda o una gallina en la mochila que no se te puede perder o cualquier putada que se le ocurra al guionista de tu vida.

Si ya es jodido ser correspondido, serlo desde la disidencia lo es aún más porque hay una alta probabilidad de que el objeto de tu amor no sea siquiera queer

Lo que sea para que la primera vez sea siempre un desastre. Porque si ya es jodido ser correspondido, serlo desde la disidencia lo es aún más porque hay una alta probabilidad de que el objeto de tu amor no sea siquiera queer.

Lulu es el menor de la familia, juega a las princesas y no sabe cómo hacer que su mejor amigo le bese. Cam es su hermana, tiene un novio a escondidas. Ninguno de los dos sabe que sus padres hace tiempo que dejaron de quererse.

La pérdida de la inocencia

Y todo esto ocurre el 31 de agosto de 1997, el día que murió Lady Di. 

Durante 24 horas, los cuatro miembros de la familia descubrirán la cara amarga del amor y Quentin Zuttion nos hará partícipe de él con una ternura exquisita, a través de la mirada inocente del pequeño, que establece con el lector un juego tierno, más si es LGTB, ya que a uno le encantaría gritarle a Lulu, explicarle lo que le pasa, de lo que él no es consciente, y advertirle de lo qué está por venir.

La trama se centra en un momento que será definitivo en la vida de los personajes sin que el lector llegue nunca a ver sus consecuencias

La inocencia del protagonista y la falsa madurez de su hermana quedan patentes en todo momento en la forma de utilizar el color por Zuttion. La mancha de los colores recuerda a la que dejan las tizas sobre el encerado o las Plastidecor sobre el papel.

Todo para dar vida a esta historia en formato slice of life, traducido, literalmente, "porción de vida", como se conocen a esas ficciones cuya trama se centra en un momento cualquiera de la vida de una persona y tal como comienza, acaba, solo que en esa porción ocurre algo que será definitivo en la vida de los personajes sin que nosotros, como espectadores o lectores, lleguemos nunca a ver las consecuencias.

Y es que como dicen enEl cielo abierto, de Miguel Albadalejo, "la vida de las personas normales es muy fuerte".