La biografía definitiva

Janis Joplin fue estafada por los sábados

Cuando se cumplen 50 años de la muerte de Janis Joplin, Holly George-Warren presenta 'Janis Joplin. La biografía definitiva de la legendaria reina del rock' (Libros Cúpula, 2019).

Lucía Martín Baena | Madrid
| 03/10/2020

La parte instrumental de 'Buried alive in the blues' ya estaba grabada. Janis Joplin debía ir ese día al estudio para ponerle la voz, pero este blues se quedó sin letra. "Si estás tragando más mierda de la que mereces, ya sabes lo que hacer. Es solo música... la música se supone que tiene que ser diferente", decía. Para ella siempre fue eso, el ímpetu por salir de su pueblo natal, Port Arthur, en Texas., para olvidar los insultos de sus compañeros de instituto, dejar a un lado sus inseguridades, ser reconocida, ser una estrella.

Rumbo a San Francisco

Cambió la pintura por la música. Su voz generaba bastantes más halagos y su manera de cantar, inspirada en Bessie Smith, no se había escuchado nunca antes en una mujer blanca.

Así que haciendo autostop llegó a Haight Ashbury, el barrio de la contracultura de San Francisco, donde comenzó a subirse a los escenarios y donde intentó escapar a base de alcohol, speed y sexo de la estafa de los sábados, esa en la que según su padre, hagas lo que hagas, terminarás hecho polvo. Una sensación que quedó materializada en 'Kozmic Blues'.

Mamá, ya soy famosa

Fue con Big Brother and the Holding Company con quién consiguió el éxito, que llegó a raíz de su actuación en el festival 'Montery Pop' de 1967. Su sueño se había cumplido, pero el abuso de las sustancias fue enturbiándolo.

Sus actuaciones comenzaron a empeorar. En Woodstock dedicó las diez horas del retraso de su concierto al consumo de estupefacientes. Así llegó a la grabación de 'Pearl', que acabó convertido en su disco póstumo, y el más vendido.

50 años después se publica 'Janis Joplin. La biografía definitiva de la legendaria reina del rock' (Libros Cúpula, 2019) a partir del fondo documental de sus herederos, un relato que muestra una Janis vulnerable, que encontró el consuelo en la música.

La chica blanca que cantaba como Bessie Smith

Poco antes de su muerte, Janis Joplin compró una lápida para la tumba sin identificar de Bessi Smith, y en ella inscribió: 'La mejor cantante de blues del mundo nunca dejará de cantar'. Tenía razón.