Del lugar perfecto donde cometer un crimen a la frontera más corta del planeta: viaje por los límites más increíbles de la Tierra

¿Pensando en cometer el crimen perfecto? Les proponemos un destino para hacer sus sueños realidad… Yellowstone. Seguro que lo conoce por el Oso Yogui, pero el Parque Nacional estadounidense tiene una peculiaridad jurídica bastante desconocida.

Como explica Diego Briano, uno de los miembros de Un Mundo inmenso, autores de Explicaciones de fronteras inexplicables, "Existe un vacío legal y sería posible cometer un asesinato y no recibir ninguna pena".

En Yellowstone "Existe un vacío legal y sería posible cometer un asesinato y no recibir ninguna pena"

Situado entre Wyoming, Idaho y Montana, el Parque Nacional de Yellowstone ha sido formado por terremotos, volcanes, géiseres y cañones naturales. Un compendio de actividad geológica que han provocado unos paisajes increíbles pero también inhabitables.

Por eso, los delitos que se cometan allí dependerán de la órbita federal y se debería recurrir a los juzgados federales más cercanos… Sin embargo, al no vivir nadie en la zona jamás se podrá formar un jurado y no se podría juzgar el crimen allí cometido.

Liberland: un país surgido de la nada

Desde que comenzasen en Youtube en 2018, Un mundo inmenso reúne millones de visualizaciones en sus vídeos, donde nos descubren lugares increíbles. Ahora acaban de publicar su segundo libro Explicaciones de fronteras inexplicables. Un volumen con el que conocer curiosidades sobre los límites geográficos que nos rodean. Como por ejemplo, nuestra siguiente parada: un país que bien podría ser una estafa.

El político y publicista Vít Jedlicka tomó ese territorio no reclamado en mitad de la antigua Yugoslaviay se autoproclamó presidente

Creado desde cero en 2015 por Vít Jedlicka, un político y publicista checo de tendencia libertaria, estableció en un territorio no reclamado por ninguna nación Liberland. 7 kilómetros cuadrados donde se promueve el uso de criptomonedas y que pretende convertirse en un paraíso fiscal. El 13 de abril de 2015, coincidiendo con el 272 cumpleaños de Thomas Jefferson, padre fundador de Estados Unidos y defensor de las ideas de la libertad, se fundó la República Libre de Liberland.

A orillas del Danubio, entre Croacia y Serbia, un grupo de amigos se reunió en tierra de nadie. Desde la disolución de Yugoslavia, ninguno de los países se puso de acuerdo en el trazado de la frontera, despoblado durante décadas. El territorio para los croatas era de Serbia. Para los serbios era de Croacia.

Así, Vít Jedlicka tomó ese territorio y se autoproclamó presidente. Gracias a donaciones en la página web, Liberland comenzó a emitir pasaportes, a cobrar por la ciudadanía del lugar y a divulgar sus ideas por otros territorios. Además, como confesó Jedlicka su objetivo es convertir el territorio en un paraíso fiscal para que lleguen inversiones y poder prosperar.

Una nueva frontera... gracias a un terremoto

Pero como los viajes no son para siempre, hay que volver a España. Eso sí, no se piensen que aquí no hay lugares curiosos que recorrer. Tenemos la Isla de los Faisanes, que pasa de control español a francés cada seis meses y viceversa y podemos visitar la frontera más corta del mundo.

"Entre Marruecos y España, de la noche a la mañana, surgió un nuevo límite internacional que existe hasta nuestro días"

Porque las conocidas Ceuta y Melilla no son las únicas fronteras que separan Marruecos y España. Hasta 1930 la isla española Vélez de la Gomera, un montón de tierra rocosa poco más grande que un par de campos de fútbol, se levantaba a unos pocos metros de la costa marroquí.

"Pero de la noche a la mañana surgió un nuevo límite internacional que existe hasta nuestro días", cuenta Diego Briano. Ese año, el terremoto de Fez generó tal movimiento de placas tectónicas que una gran cantidad de arena se depositó en el lugar, uniendo la isla con el continente por un pequeño itsmo.

Este límite surgió, no pasó por trámites. Fue capricho de la naturaleza. Como nos cuentan desde Un Mundo Inmenso, Vélez de la Gomera no tiene control aduanero y se podría recorrer en apenas un minuto. No son más que 85 metros de longitud que separan los 19.000 metros cuadrados del Peñón de Vélez de la Gomera con Marruecos.

Una frontera increíble explicada en el nuevo libro de Un mundo inmenso.