Ausencias, duelos, enfermedades...
Afrontar la Navidad cuando no estamos bien: "Decir 'no' a planes que no nos apetecen es una forma de querernos"
No pasa nada "Tenemos derecho a decidir cómo queremos pasar estas fiestas, expresar nuestros deseos es clave para honrarnos a nosotros mismos, más aún cuando no estamos bien: sea por ausencias, duelos, enfermedades complicadas...", afirman dos expertas en Psicología.
Puede que hayamos perdido a algún ser querido, que estemos lidiando con un tratamiento de cáncer o que nos hayan diagnosticado recientemente una enfermedad importante o que alguien cercano a nosotros tenga un trastorno de alimentación. Puede que estamos atravesando por problemas económicos, por un cambio de trabajo... o puede que simplemente, por los motivos que sea, nos nos apetezca celebrar la Navidad como hacemos todos los años.
Y la verdad es que no pasa nada, que la vida es dinámica, no es inerte, y suceden cosas que hacen que, a veces, las tradiciones, simplemente, cambien, al menos de forma momentánea. A lo mejor, el año que viene, las cosas son diferentes y queremos, de nuevo, o sentimos la necesidad de celebrar la Navidad.
"Cuando no estamos bien, lo normal es que no tenemos ganas de celebrar nada, y más en unas fechas en las que de algún modo se nos exige ser feliz", afirma la psicóloga Cecilia Martín, directora del Instituto de Psicología Psicode. Por ello, lo más importante es reconocer nuestras emociones negativas y escucharlas. "Ese el primer paso", añade la experta.
"Decidir no celebrar nada es una nuestra de respeto a nosotros mismos, supone aceptar nuestras emociones y escucharlas. Y todas las emociones, también las negativas, tienen una función en nuestro organismo y nos indican algo importante", señala Martín. Por eso, no pasa nada por no celebrar la Navidad tal como se nos "exige".
Por ello, sostiene Martín, es importante que nos recordemos que "si estas navidades no quieres reunirte con nadie para celebrar nada, respeta tu necesidad, sé asertivo y di no a los planes que no te apetecen. Es una forma de quererte a ti mismo, respetando tu necesidad y permitiéndote ser tu prioridad".
Igualmente, Marina García, psicóloga y codirectora del mismo centro, defiende que "tenemos derecho a decidir cómo queremos pasar estas fiestas. Expresar nuestros deseos es clave para honrarnos a nosotros mismos". De ahí que ambas psicólogas ofrezcan algunas recomendaciones para que si no queremos celebrar estas fiestas, no lo hagamos. Y a veces, no es fácil, no es nada fácil escucharnos a nosotros mismos y decir que "no".
[H2:Consejos y recomendaciones para no "celebrar" las Navidades]]
1. Puedes explicarlo a tus seres queridos
Según aconseja García, podemos explicarles a los demás, a nuestros seres queridos, lo que necesitamos y dejarles claro que no asistir a un evento, no significa que no apreciemos a las personas, sino que simplemente, necesitamos otras cosas. Un consejo es el de "proponer otras fechas para quedar cuando haya menos demanda de reuniones. Ésta puede ser una opción para que la otra persona no sienta que no queremos verla".
Es cierto, no obstante, saber que "habrá personas que lo entenderán, otras que no y otras que lo harán solo a medias, pero es saludable, para nuestra mente y nuestro cuerpo, intentar pensar en nosotros alguna vez", añade la experta.
2. Si hay que ir a esa cena sí o sí...
Es cierto que, a veces, no tenemos opción de evitar un plan y tenemos que ir si o si. Bien, en esos casos, recomienda García, "hagámonoslo fácil: pensemos en las variables que nos harán más amena la quedada. Podemos por ejemplo, proponer nosotros el lugar, sentarnos cerca de las personas que más nos gusten y acortemos el tiempo de la reunión.
3. No te sientas mal por no querer celebrar
"Olvídate de sentirte mal por no querer celebrar nada", aconseja por su parte, Martín. "No es obligatorio tener que estar bien. No hay vidas perfectas y después de una etapa buena siempre llega una que no es tan buena. Y aceptarlo, nos quitará un gran peso de encima, porque al menos estaremos evitando el sentimiento de culpa fruto de esa autoexigencia de tener que estar bien".
4. Escucha tu cuerpo y permítete hacer lo que realmente te apetezca
Cualquier plan que implique escucharnos a nosotros mismos, será siempre el mejor que acceder a las demandas de otros, sostiene Martín. Por ello, aconseja que nos "concedamos el permiso para perder el tiempo y no hacer 'nada productivo' estos días. Ya llegará enero y volveremos a reconectar con las obligaciones cotidianas".
5. Date algún capricho
Y puede que esto sea también importante, sobre todo, si nos apetece mucho: "Papá Noel puede llegar en forma de 'repartidor de Amazon' trayéndonos algo que llevas tiempo queriendo. "El que estemos mal, no significa que además, nos tenemos que quedar sin nuestro regalo", sostiene Martín.
6. Date permiso para llorar
Y por último y algo fundamental, "démonos permiso para llorar e incluso busquemos el momento oportuno para hacerlo", recomienda la experta. Podemos sacar todo nuestro sufrimiento y plásmalo, por ejemplo, en un papel, poner música, sacar fotos de recuerdos, etc. "El ejercicio de escribir nos ayuda a sacar de nuestra cabeza todos esos pensamientos que nos hacen daño y verlos con otra perspectiva. También nos sirve de desahogo emocional y es una buena forma de escucharnos, de permitimos sentir sin juzgarnos", concluye la psicóloga.