No hagas dietas restrictivas
Estos son los días que estiman los nutricionistas que tarda el organismo en "autorregularse" tras excesos del verano
El Servicio de Nutrición de los hospitales Quirónsalud Infanta Luisa y Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla explica qué debemos hacer para recuperar los excesos que podamos haber cometido durante las vacaciones.
Ahora que llega septiembre, las personas suelen hacer más dietas que durante el resto del año. Quieren empezar el cuerpo intentando contrarrestar esos excesos del verano y en ocasiones, podemos cometer ciertos errores que nos alejan de nuestro objetivo de adelgazar y perder grasas, como por ejemplo hacer dietas muy restrictivas, donde se saltan comidas o incluso se pasa hambre.
El Servicio de Nutrición de los hospitales Quirónsalud Infanta Luisa y Sagrado Corazón de Sevilla estima "un tiempo medio de entre tres y cinco semanas para autorregular el organismo tras los excesos del verano, una vez que se recuperen los hábitos saludables y una vida activa, sin necesidad de llevarlo al límite con dietas muy estrictas y restrictivas que, en muchas ocasiones, se realizan sin ningún tipo de control y pueden resultar muy perjudiciales".
"Si todo va en orden, y no existen muchas regresiones, en tres o cinco semanas debe estar todo en orden, siempre dependiendo del daño del que partamos", explica Inés Martín Pila, nutricionista de los hospitales Quirónsalud Infanta Luisa y Quirónsalud Sagrado Corazón .
Para ello, aconseja tomar alimentos ricos en agua y fibra, tales como frutas y verduras de temporada, preferiblemente en su versión cruda, en el caso de las verduras, y con piel, en el caso de las frutas. Algunas ideas que aporta la especialista son zanahoria o pepino en tiras, macedonia de frutas, ensaladas con frutas, incluso los altramuces o frutos secos en su versión cruda como nueces y almendras o castañas, una vez adentrados en el otoño, que, a pesar de ser legumbres frescas, son un aliado muy bueno para sobrellevar los momentos de necesidad de picoteo.
En cuanto a la retención de líquidos propia del verano, la nutricionista recomienda recuperar el hábito de calmar la sed con agua como bebida principal, seguido de la actividad física combinando ejercicios de fuerza con una vida activa, así como algunas frutas y verduras como la piña, alcachofas, espárragos, entre otros.
Destaca también que es fundamental reducir el consumo de los productos que nos hacen retener más líquidos tales como todos los snack salados, embutidos, salazones, frutos secos fritos y salados o bebidas alcohólicas como la cerveza, que aunque dan una falsa sensación de saciar la sed realmente no es una bebida hidratante.
"Una vez que hemos limitado al máximo la ingesta de éstos, hemos introducido laactividad física en nuestro día a día y la ingesta de agua necesaria es cuando optaríamos, en caso de seguir siendo necesario, por alimentos con propiedades diuréticas", incide la experta. Igualmente, apunta algunas de las frutas más recomendable por su aporte hídrico como la de temporada de verano son la sandía, melón, melocotones, nectarinas, ciruelas, entre otras.
Es importante también -asegura Martín Pila- no saltarse el desayuno, como primera toma del día, independientemente de la hora, pero "cuando aún tengamos un hambre controlable, es decir, que no nos llegue a comer más cantidad de la realmente necesaria". "Lo ideal sería algo de fruta, un lácteo como yogur o leche o incluso alguna bebida vegetal de calidad", señala la especialista.
También existe la opción tradicional de tomar pan integral con tomate, aceite de oliva virgen y alguna fuente de proteína tipo queso tierno o fresco o algún derivado del cerdo o algo de fiambre, de manera más puntual. En este punto, resalta con especial relevancia en el desayuno el huevo, ya que "enriquece muchísimo cualquier comida al ser una fuente de proteínas de gran calidad y tener un muy buen perfil lipídico".
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Por último, y sobre las llamadas dietas 'détox', subraya que "no se puede lanzar una recomendación general sobre este tema, puedo que depende según para quién. Es una estrategia que debe estar muy bien planteada y que no se adapta a todos los pacientes". "Si llamamos détox a comer bien, de manera organizada, siguiendo un patrón de alimentación equilibrado, sin pasar hambre real, evitando los productos más superfluos, adelante; todos directos al plan détox", pero si, por el contrario, "llamamos medidas détox a pasar hambre, estar largos periodos de tiempo sin ingesta alguna con la finalidad de recortar energía de la dieta, llevando a cabo conductas compensatorias, dietas monótonas, aburridas y muy muy restrictivas, olvidémonos del détox, no nos traerá ningún beneficio", concluye la especialista.