En fases de duelo
La explicación psicológica de por qué votaríamos 'en homenaje' a un familiar fallecido en las elecciones
Cuando estamos en un proceso de duelo por una persona querida, a veces podemos hacer cosas que creemos que a esa persona le gustarían, como votar a su partido. Como forma de homenaje o de sentirte más cerca de ella.
Cuando estamos en un proceso de duelo por un ser querido, podemos hacer o dejar de hacer ciertas cosas que a esa persona le gustaría.Por homenaje a ella, por "hacerle un regalo", incluso como forma de pedirle perdón por algo que hayamos hecho mal o cuando creemos estar, de algún modo, en deuda con ella. También votar en unas elecciones a su partido político.
Cecilia Martín y Marina García, psicólogas y codirectoras del Instituto de Psicología Psicode (Madrid, Valladolid y Alicante) explican a laSexta.com que en su consulta de psicología ven a personas que cuando están en un proceso de duelo retoman actividades o cosas que hacía aquella persona.
Por ejemplo, apuntarse a la ONG en la que colaboraba, seguir con su colección de sellos antiguos o incluso seguir jugando a los mismos números en la Primitiva o Lotería Nacional. Algo así como seguir su legado o seguir haciendo y viviendo las pequeñas cosas que le gustaba hacer a esa persona que nos dejó.
"Todo ello les hace conectar con ella y les da cierta sensación de alivio en su proceso de duelo. Se sienten mejor. Igual que puede hacerlo también introducir la papeleta del partido político del que era esa persona o que hubiera votado. Haciendo estas cosas algunas personas se sienten mejor y les alivia de algún modo", insisten las expertas.
También es importante tener en cuenta que hay personas que en algunos momentos del proceso de duelo tienden a idealizar a su persona querida: "Minimizan sus defectos y agrandan sus virtudes. Y si están en ese momento de idealización pueden llegar incluso a creer que su postura política realmente es la mejor y la que realmente tiene que ser, por eso les puede llevar a votar lo que aquellas pensaban, aunque a veces sea contrario a lo que ellos piensan realmente", explican Martín y García.
Generalmente, la decisión de voto está muy influenciada por nuestra emoción, no sólo por la razón
Y sí, puede a veces —añaden las psicólogas— que exista un cambio en tu decisión de voto. Por ejemplo, si sientes arrepentimiento por algo que les hayas hecho a esa persona, porque crees que no has hecho algo bien, porque a lo mejor sientes que no has hecho lo suficiente o que no has estado más tiempo con ella, votar a su partido político puede ser una forma de compensarlo, sobre todo si esa persona querida tenía unos ideales muy firmes o para ella la política era importante.
No obstante no debemos olvidarnos que estemos pasando un proceso de duelo o no, que generalmente la decisión de voto está muy influenciada por nuestra emoción, no sólo por la razón. "Las personas, en general, nos dejamos llevar más por nuestras emociones que por nuestros argumentos racionales", indican las expertas. Algo que se puede agudizar más cuando estamos pasando un duelo.
Por 'fusionarnos' con esa persona, por 'sentirnos' más cerca de ella
"Hay personas que aún teniendo ideas políticas diferentes, cuando han perdido a ese alguien, a veces ocurre una fase del duelo en que nos sentimos muy fusionados por la persona que se ha ido y empiezas a pensar en esa fantasía de en realidad erais más iguales de lo que pensabas, que tenías los mismos gustos…", explican.
Y una parte más de esa fusión —continúan— "puede ser convencerte a ti mismo de que tú también opinarías como ella en esos puntos políticos y votas en base a ello. Sería algo así como una 'fase de fusión de la identidad' con esa persona que nos da una sensación de estar más cerca porque si soy como ella la siento más cerca".
Pero también pueden ocurrir dos cosas de cara a unas elecciones si estamos en un proceso de duelo, sobre todo si es reciente. Por un lado, puede ocurrir que estemos en la fase del duelo donde existe el enfado y la rabia, donde sentimos esa ira y esa rabia por lo que ha pasado, porque esa persona se ha ido, por la forma...
Y dentro de esa sensación de rabia en la que estamos algo así como enfadados con el mundo, también estamos enfadados con todos los políticos y tal vez no vayamos a votar, aunque siempre hayamos votado, aunque siempre hayamos sido ciudadanos responsables en este sentido.
Y puede por otro lado, que estemos en la fase de duelo de la tristeza o estamos con más bajos de ánimo, incluso deprimidos que nos nos apetezca hacer nada, ni siquiera salir de casa y por tanto, tampoco ir a votar. Y esto es algo muy común.
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"Cualquier cosa supone un esfuerzo muy grande en esta fase del duelo", sostienen las expertas. Incluso, ir a votar: "A no ser que el ser querido fuese muy partícipe de la política y para él fuera muy importante el hecho de votar en una elección, vamos a votar sólo porque a esa persona le gustaría que lo hiciéramos (votar a nuestra elección, a nuestro partido no tiene por que ser el suyo), pero es cierto que, en este sentido, el estado de duelo suele ir más con la inactividad", finalizan las expertas.