Estudio pionero

La biopsia líquida de la leche materna podría detectar el cáncer de mama de forma precoz

Así lo sugiere una investigación española, cuyos resultados se acaban de publicarse en 'Cancer Discovery'. Las investigadoras explican que este estudio surgió de la inquietud de una paciente diagnosticada con cáncer de mama.

La leche de mama podría ser una herramienta futura para identificar de forma precoz el cáncer de mama, el tumor más frecuente en mujeres: cada año en España, se diagnostican más de 34.000 nuevos casos. Y según datos GEICAM Investigación cáncer de mama, hasta un 14% de las mujeres menores de 45 años pueden sufrir cáncer de mama gestacional, el que ocurre en el embarazo.

Un estudio español liderado por investigadoras del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), en Barcelona, muestra que la leche materna de las pacientes con cáncer de mama diagnosticadas durante el embarazo o el postparto contiene ADN tumoral circulante (ADNct) que podría servir para diagnosticar el tumor en etapas tempranas en el futuro.

Este trabajo que ha sido liderado por la Dra. Cristina Saura, jefa de la Unidad de Mama del Hospital Universitari Vall d’Hebron y del Grupo de Cáncer de Mama del VHIO y por la Dra. Ana Vivancos, jefa del laboratorio de Genómica de VHIO, explica que este ADN tumoral circulante, llamado ADNct, es susceptible de ser detectado a través de la biopsia líquida en la leche materna y podría convertirse en una nueva herramienta para diagnosticar de forma precoz el cáncer de mama en el período del postparto.

"Durante todos los años que lleva funcionando esta unidad, hemos observado que las pacientes con cáncer de mama que se diagnostican durante el embarazo o, especialmente, durante el postparto tienen peor pronóstico por su diagnóstico en estadios más avanzados de la enfermedad. Es por este motivo por el que se necesitan nuevos métodos de detección precoz eficaces para detectar estos tumores", explica la Dra. Saura en esta publicación oficial que ha emitido el hospital, en su página web.

Según continúa explicando la doctora, los cambios fisiológicos que ocurren en la mama durante el embarazo y el postparto hacen que "los tumores sean más difíciles de detectar; y también hemos observado que biológicamente los tumores en el postparto son más agresivos y las mujeres se quedan embarazadas en edades en las que aún no se hace cribado poblacional con mamografía. En España, por ejemplo, no se empiezan estas revisiones hasta los 50 años".

La inquietud de una paciente dio 'la voz de alarma'

Este trabajo, cuyos resultados de esta investigación se acaban de publicar en la revista Cancer Discovery, surge precisamente de la inquietud de una paciente diagnosticada con cáncer de mama diagnosticada durante el embarazo de su tercera hija. Según cuentan las especialistas, en el citado documento, le preocupaba haber transmitido el tumor a través de la leche materna a su segunda hija durante la lactancia, que había sido larga y se había prolongado hasta poco tiempo antes del diagnóstico de su cáncer de mama.

"La paciente nos trajo una muestra de leche materna que tenía guardada en su congelador. Y ahí, gracias a ella, es donde empieza nuestro proyecto porque, aunque sabemos que el cáncer de mama no se transmite a través de la leche materna, decidimos analizar la muestra a la búsqueda de marcadores que pudieran ayudarnos en la investigación. Y, efectivamente, al analizar la leche materna de la paciente encontramos ADN con la misma mutación que estaba presente en su tumor. La leche materna se había congelado más de un año antes del diagnóstico de cáncer de la paciente", explica la doctora.

De 15 casos de mujeres con cáncer de mama ya diagnosticado durante el embarazo o en el postparto, en 13 de ellas se detectó en la leche la misma mutación que en el tumor que padecían; en cambio, en muestras de sangre solo una era positiva. "En tumores localizados, la liberación de ADN en la sangre es bajita y está muy diluido, pero en la lecha materna vemos que hay una cantidad más fácil de detectar, por lo que es una potencial herramienta de diagnóstico", explica Saura a la agencia Efe.

El siguiente paso es iniciar un estudio más amplio para recoger muestras de leche materna de 5.000 mujeres sanas a nivel mundial que se hayan quedado embarazadas con 40 años o más, o bien de cualquier edad que sean portadoras de mutaciones que aumentan su riesgo de padecer cáncer de mama (BRCA1, BRCA2,PALB2, RAD51C/D), siendo el objetivo el de corroborar si el cáncer de mama se puede detectar en una fase más temprana en la leche materna, incluso antes que mediante técnicas de imagen o analíticas de sangre.

Si los resultados son los esperados, se podría hacer un cribado a través de la leche materna a todas las mujeres después de dar a luz, al igual que se hace con los recién nacidos en la conocida como prueba del talón para detectar un grupo de enfermedades: "Pensamos que tendría utilidad, porque el cribado poblacional de cáncer de mama es a partir de los 50 años, mediante una mamografía, y esta nueva prueba se posicionaría en una población -más joven- en la que no estamos haciendo pruebas; y contra antes diagnostiquemos el cáncer, más posibilidad tenemos de curarlo".

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