Sin vacuna

Qué es la fiebre hemorrágica Crimea-Congo: primeros síntomas y transmisión

La fiebre hemorrágica Crimea-Congo se transmite por garrapatas que pueden estar en muchos animales mamíferos. Pero también puede darse una transmisión "entre personas en casos de contacto estrecho con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de los infectados".

Un ejemplar vivo de garrapata estrella solitaria (A. Americanum) en un laboratorio de Morrill Hall en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign en 2017.EP

La fiebre hemorrágica Crimea-Congo es una enfermedad que se transmite por garrapatas, parásitos que hospedan en muchos animales mamíferos, tanto silvestres como domésticos, y vegetación. Este virus se ha encontrado ya en los cinco continentes, con un tamaño real de entre 0’5 y 15 milímetros, según declaraciones del catedrático de Parasitología de la Universidad de Salamanca Antonio Muro.

Este lunes, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid activó el protocolo tras confirmar un caso, un ciudadano de 74 años. El paciente, estable y hospitalizado en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital Universitario La Paz-Carlos III, sufrió la picadura de una garrapata en el municipio de Benasbodas (Toledo), donde disfrutaba de unos días en su segunda residencia.

Cómo se transmite la fiebre hemorrágica Crimea-Congo

Las garrapatas que transmiten la enfermedad están divididas entre más de 700 especies agrupadas en 40 géneros, según el citado experto en declaraciones durante la ponencia titulada 'Enfermedad de Crimea -Congo: Una emergencia con enfoque: One Health’.

"Estos parásitos pueden causar daños directos y pueden funcionar también como transmisores vectores. La saliva de la garrapata tiene infinidad de moléculas, antihemostáticas, inmunoreguladoras, y anti inflamatorias".

La OMS habla de una segunda fuerte fuente de transmisión: el ganado. En este sentido, reconoce que también puede darse una transmisión "entre personas en casos de contacto estrecho con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de los infectados".

Síntomas principales de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo

La citada fuente oficial habla de una fase de incubación de uno a tres días con un máximo de nueve, tras la picadura de la garrapata. Habla de ocho síntomas:

  • Fiebre, mialgia (dolor muscular)
  • Mareo
  • Dolor y rigidez de cuello
  • Lumbago
  • Cefalea
  • Irritación de los ojos
  • Fotofobia (hipersensibilidad a la luz)
No descarta la aparición de otros síntomas de forma secundaria:
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Dolor abdominal
  • Dolor de garganta al principio
  • Bruscos cambios de humor
  • Confusión
Así, sostiene que a los cuatro días puede aparecer somnolencia, depresión, debilidad y dolor abdominal en el cuadrante superior derecho. Otros signos son taquicardia (aumento del ritmo cardiaco), adenopatías (inflamación de los ganglios linfáticos), y erupción petequial (erupción por hemorragia cutánea) en mucosas internas.

Por otro lado, las petequias pueden dar paso a erupciones más grandes llamadas equimosis, así como a otros fenómenos hemorrágicos. Suele haber hay signos de hepatitis. Los pacientes muy graves pueden sufrir un rápido deterioro renal, o insuficiencia hepática o pulmonar repentina después del quinto día de enfermedad.

En cualquier caso, la tasa de mortalidad es del 30%. Los pacientes que se recuperan nota la mejoría al noveno día desde la aparición de la enfermedad.

¿Puede generar una epidemia?

Muro explica que la enfermedad de Crimea Congo es "una de las ocho patologías que pueden generar epidemias graves” añadiendo que en Europa "solo" hay ocho laboratorios de seguridad tipo cuatro, necesarios para luchar contra ella"

La enfermedad de Crimea Congo, ha ahondado, además de tener la capacidad de generar epidemias graves en el mundo, es "altamente patogénica", pues sus brotes originan una mortalidad que puede llegar hasta el 80%.

¿Hay vacuna para la fiebre Crimea-Congo?

"No existe un tratamiento eficaz contra esta enfermedad ni se espera una vacuna a corto plazo", añade el experto. El doctor en Medicina y experto en malaria Manuel Alfonso Patarroyo, apunta a que el desarrollo de las vacunas contra esta enfermedad requiere como primera acción el cultivo de los patógenos, "aspecto que en ocasiones no es fácil desarrollar".

"Como norma, el antígeno que se quiere entregar con las vacunas son las proteínas. La malaria genera 250 millones casos por año y se produce por cinco especies de parásitos. La mayoría de casos se producen en el continente africano y la resistencia de los mosquitos a los insecticidas y la fortaleza de los parásitos hacen que sea necesario desarrollar una vacuna".