Contagios inusuales
Vuelve la preocupación por el virus del Nilo Occidental: ¿qué es? ¿Cuáles son los síntomas y tratamientos?
Los expertos advierten que ante los desafíos del cambio climático y la llegada anticipada de casos a España, es importante mantener los programas de vigilancia durante todo el año, ya que se trata de una enfermedad grave que afecta al sistema nervioso.
En medio de la creciente preocupación por la propagación del virus del de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO), los expertos enfatizan en la necesidad de mantener programas de prevención y vigilancia durante todo el año. Rubén Bueno, entomólogo, biólogo y director técnico en la empresa Rentokil Initical -especializada en servicios de higiene y control de plagas-, advierte que "debido al cambio climático, hay que acostumbrarse a que estas cosas van a ser habituales".
La aparición en el mes de marzo del primer caso de esta temporada en un menor de 5 años residente en el municipio sevillano de Lebrija es "llamativa y bastante inusual", según Bueno, ya que normalmente los contagios se producen entre julio y octubre, los meses de más calor, con la peor época registrándose según avanza el verano.
¿Qué es el virus del Nilo Occidental?
El virus del Nilo Occidental es parte del grupo de virus conocidos como flavivirus, que también incluye el virus de la encefalitis japonesa. Puede causar una enfermedad grave del sistema nervioso, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que lo convierte en una preocupación importante para la salud pública cuando se detecta.
Es transmitido principalmente por mosquitos infectados, que adquieren el virus al picar aves infectadas. Aunque los seres humanos y los équidos no transmiten la enfermedad, pueden ser afectados gravemente por ella. El periodo de incubación suele durar entre tres y 14 días, durante los cuales las personas infectadas pueden no presentar síntomas o desarrollar una variedad de afecciones, desde fiebre leve hasta complicaciones neurológicas graves.
Síntomas
Los síntomas principales incluyen dolor de cabeza, vómitos, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, erupciones cutáneas y cansancio. Sin embargo, en casos más graves, puede provocar encefalitis, meningitis o poliomielitis del Nilo Occidental, lo que resulta en una inflamación del cerebro y las membranas que lo rodean.
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Tratamiento
A pesar de la gravedad potencial de la enfermedad, no existe una cura específica para el virus en humanos. El tratamiento se centra en proporcionar medidas de apoyo, como hospitalización, administración de líquidos intravenosos y prevención de infecciones secundarias. Aunque la mayoría de las personas infectadas se recuperan completamente, los casos graves pueden requerir atención médica prolongada y algunos efectos neurológicos pueden ser permanentes.