La última se avistó en abril de 2023
Dónde se pueden ver auroras boreales y por qué en España no son probables, pero tampoco imposibles
Las auroras están formadas por inmensos fenómenos luminosos producidos en la atmósfera a una altura de entre 100 y 400 kilómetros. Las que vemos en el hemisferio norte se llaman auroras boreales; en el sur, auroras australes.
Las auroras boreales son uno de los fenómenos atmosféricos más extraordinarios que existen. Para que sucedan, deben darse una serie de condiciones concretas, que solo pueden tener lugar en determinadas localizaciones y circunstancias. En realidad el nombre del fenómeno en sí es aurora polar, ya que tienen lugar, principalmente (o más frecuentemente) en los polos, pero en el hemisferio norte los conocemos como auroras boreales. En el hemisferio sur se llaman auroras australes.
Se trata de un fenómeno de luminiscencia muy impresionante, un espectáculo de luces que se mueven y cambian constantemente en los cielos nocturnos, que tiñen principalmente de color verde (aunque pueden darse de otros colores). Las auroras boreales se suelen relacionar con países ubicados muy en el norte de nuestro hemisferio, como Islandia, Finlandia o Groenlandia, pero ¿se puede ver una aurora en España?
Qué es una aurora boreal
Aunque las auroras boreales, también conocidas como luces del norte, son visibles en el cielo nocturno, lo cierto es que tienen lugar gracias al sol. Las auroras se generan por la interacción entre partículas cargadas del sol y la magnetosfera terrestre. Cuando las partículas cargadas (electrones y protones) chocan con los gases del campo magnético de la tierra, se producen pequeños destellos que colorean el cielo nocturno.
Según van sucediéndose esos 'choques', las luces se van moviendo, por lo que las auroras van cambiando todo el tiempo, tal y como explican desde la Agencia Espacial de Canadá. Así es como se van creando las auroras boreales:
- 1. Viento solar y partículas cargadas: el sol emite un flujo continuo de partículas cargadas, conocido como viento solar. Ocasionalmente, el sol presenta ráfagas de actividad liberando una gran cantidad de estas partículas en eventos denominados como llamaradas solares o eyecciones de masa coronal (CME).
- 2. Interacción con la magnetosfera terrestre: la Tierra tiene un campo magnético protector llamado magnetosfera. Cuando las partículas cargadas del sol chocan con esta barrera, algunas son atrapadas y canalizadas hacia las regiones polares.
- 3. Colisión con átomos y moléculas de la atmósfera: a medida que estas partículas se acercan a la Tierra, colisionan con átomos y moléculas de oxígeno y nitrógeno presentes en nuestra atmósfera. Estas colisiones transfieren energía a los átomos y moléculas, excitándolos.
- 4. Liberación de luz: tras ser excitados, estos átomos y moléculas retornan a su estado normal liberando energía en forma de luz. Los colores de las auroras son determinados por el tipo de gas y la altitud en la que ocurre la colisión. Por ejemplo, el oxígeno en altitudes más altas puede emitir luz roja, mientras que en altitudes más bajas puede producir una luz verde o rojiza. El nitrógeno, por su parte, puede generar tonos morados, azules y rosas.
Qué tipos de auroras hay y dónde verlas
Existen varios tipos de auroras, en función de la región geográfica en la que se observen y de la forma y estructura que presenten. Los principales tipos de auroras son:
- Aurora boreal: es la que se observa en el hemisferio norte.
- Aurora austral: también se la conoce como luces del sur y tiene lugar en el hemisferio sur.
En cuanto a las formas y estructuras que pueden adoptar las auroras, encontramos:
- Arcos: son formas luminosas estables que se extienden de este a oeste a lo largo del horizonte.
- Bandas: similares a los arcos, pero con una estructura rayada y a menudo curvada.
- Coronas: se ven directamente sobre el observador y parecen radiar desde un punto central, pareciendo una corona.
- Bandas con rayos: se trata de arcos o bandas con rayos que apuntan hacia arriba o hacia abajo.
- Velas o parches: manchas difusas de luz sin una estructura definida.
- Cortinas: son auroras con formas onduladas que parecen cortinas colgantes en el cielo.
Para ver las auroras polares, independientemente de si son boreales o australes, lo mejor es buscar un lugar lo más alejado posible de las luces urbanas, para maximizar la visibilidad. En el hemisferio norte, dada la dificultad para llegar a la salvaje naturaleza del Ártico, lo mejor es buscar destinos con infraestructuras sólidas, alejados pero accesibles, como son Fairbanks (Alaska), Yellowknife (Canadá), Svalbard (Noruega), el parque nacional Abisko (Suecia), Rovaniemi (Finlandia) o prácticamente cualquier lugar en Islandia.
En el caso de ir en busca de auroras australes (hemisferio sur), las mejores opciones son Queenstown (Nueva Zelanda), Monte Wellington (Tasmania), Victoria (Australia) o Georgia del Sur (Antártida), el pedazo de tierra más austral del planeta. Georgia del Sur es el mejor lugar, por excelencia, para disfrutar de las auroras polares del sur, aunque debido a su inhóspito clima, sólo viajan en invierno —el mejor momento para verlas— los equipos de investigación. Eso sí, en temporada de cruceros, durante el mes de marzo, también es buen momento para encontrarse alguna aurora mientras se avistan orcas o ballenas jorobadas.
Cuándo ver las auroras
La mejor época para ver la aurora boreal es desde finales de agosto hasta mediados de abril, cuando el cielo está lo suficiente oscuro para percibirla. Recuerda que en los puntos del extremo norte experimentan el conocido como sol de medianoche durante gran parte del año, lo que implica que tienen 24 horas de luz solar durante el verano, estación en la que nunca llegan a estar a oscuras. Las mejores horas para ver la aurora boreal tienen lugar entre las 22:00 y las 03:00 de la madrugada. Para disfrutarlas hay que tener también en cuenta las fases de la luna, porque cuando hay luna llena brillante, se ilumina el cielo nocturno, por lo que se dificulta su percepción, igual que ocurre cuando el cielo está nublado.
En el hemisferio sur, no obstante, los mejores meses para ver las auroras astrales son los de otoño e invierno, es decir, cuando en el norte estamos en primavera y verano (de marzo a septiembre). Sin embargo, pueden producirse avistamientos durante todo el año, especialmente en Tasmania. Al igual que ocurre con las auroras boreales, las condiciones de observación son mejores en las noches despejadas con una contaminación lumínica mínima.
¿Es posible ver auroras boreales en España?
Aunque es un fenómeno raro, es posible ver auroras boreales en España. De hecho, en abril de 2023, una impresionante imagen de una aurora captada en el cielo sobre la localidad de Casar (Cáceres) por el fotógrafo extremeño Lorenzo Cordero, fue elegida por la NASA como imagen astronómica del día 25 de abril. En aquel momento, ya explicó la propia NASA que la aurora boreal de Extremadura había sido resultado de unas fuertes fuertes llamaradas solares o eyecciones de masa coronal (CME) que habían ocurrido unos días antes, de tal forma que las partículas de la CME cruzaron el sistema solar interior antes de chocar con la magnetosfera de la Tierra.
Si tu sueño es observar auroras boreales en España, es esencial que te informes sobre la actividad solar, que busques noches claras y lugares alejados de la contaminación lumínica. Pero ten en cuenta que aunque es posible, tampoco es frecuente. Ver auroras boreales en España es posible, especialmente en la zona norte de la península (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco o Navarra), y siempre que uno se aleje de las zonas urbanas y lumínicamente activas.
El meteorólogo José Miguel Viñas insiste en que aunque es difícil observarlas, no es imposible, siendo "los que viven a orillas del Cantábrico" los más afortunados. "Por allí de media se ve casi una al año", asegura, aunque no siempre se distingue o se puede llegar a ver claramente, porque las nubes dificultan la observación nocturna del cielo. Cuanto mayor sea la tormenta solar geomagnética y más partículas se liberen, explica, más fácil es verla hacia el sur. Eso sí, siempre hay que acudir a zonas alejadas de los centros urbanos, en completa oscuridad.
Los días 24 y 25 de octubre de 1870, los efectos de una tormenta solar permitieron ver auroras boreales en el sur de Europa, también en España. Según indican desde GCiencia, el 21 de enero de 1957, científicos del observatorio de A Coruña observaron "un reflejo muy intenso rojizo con franjas verticales en dirección nor-noroeste sobre las 22:20h hasta las 22:24h. Aurora polar". En marzo de 1989, otra vez: fue el director del Observatorio Astronómico de la Universidad de Santiago, José Ángel Docobo, quien expñlicó entonces que se había detectado el fenómeno, visible en Galicia, sobre las 22:45h, gracias a un cielo despejado por el viento.
En enero de 1938, la noche del 25 al 26, España vivió una aurora boreal que asustó a la ciudadanía en plena Guerra Civil. Mucha gente, en toda Europa (no fue visible únicamente aquí) creyó que se trataba de un incendio gigante. Fueron los científicos los que tranquilizaron a la población. Según recordó hace unos años 'El País', el director del Observatorio del Ebro, en Roquetes (Tarragona), Luis Rodés, difundió una nota de prensa al día siguiente en el que explicaba que se trataba de una "magnífica aurora boreal", de "fondo rosáceo surcado por bandas de luz blanca, algunas con tinte verdoso que cambian de posición y color". El director del Observatorio de Lalín (Pontevedra), Ramón María Aller, salió a explicar a los vecinos que se trataba de un fenómeno curioso, pero inofensivo, que luego definió como uno de los fenómenos astronómicos "inolvidables" en su vida.
En el año 2003, Asturias también fue testigo de una aurora boreal, registrada el 20 de noviembre, aunque también pudo verse en Valencia. La última vez que una aurora boreal fue visible en España fue el 23 de abril de 2023, después del anochecer, y fue visible (y grabada) hasta su evanescencia, en torno a las 23:00h. Así que no, ver auroras boreales en España no es imposible.
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