SEGÚN UN ESTUDIO
Cada año, 44.000 personas desarrollan depresión resistente al tratamiento en España
Con motivo del Día Europeo de la Depresión, que se celebra el primer jueves de octubre, se recuerda que es una de las enfermedades mentales más usuales entre la población general. Dentro de la depresión, existe un subgrupo de pacientes que no responden positivamente a los tratamientos habituales, sufriendo lo que se conoce como depresión resistente al tratamiento.
Investigadores del CIBER Salud Mental, en colaboración con el CIBER de Epidemiología y otros profesionales, han elaborado un estudio para determinar la prevalencia, la carga económica y el impacto social que provoca la depresión resistente al tratamiento (DRT).
Los datos de este trabajo, publicado en la revista científica Journal of Affective Disorders afirman que cada año, 44.000 personas desarrollan depresión resistente al tratamiento en España.
La depresión es una de las enfermedades mentales más frecuentes entre la población general, conmemorada el primer jueves de octubre, día en que se celebra el Día Europeo contra la Depresión.
A nivel mundial, datos de Global Data Exchange 2021 afirman que más de 175 millones de personas en el mundo sufren un trastorno depresivo mayor (TDM), es decir, padecen síntomas depresivos diarios durante más de dos semanas.
Por todo ello, los investigadores realizaron un estudio observacional en base a los datos registrados en ‘Big Pac’ española, que alberga registros médicos electrónicos de la salud mental del sistema sanitario público español, junto con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de costes sanitarios e incapacidades.
Con ello, se analizó una muestra de 21.630 pacientes mayores de 18 años que padecían trastorno depresivo mayor, de los cuales, 3.559 cumplieron los criterios de depresión resistente al tratamiento.
Además, se ha descubierto que el impacto económico afecta al trastorno depresivo mayor, puesto que cada paciente presenta un coste medio total de 4.147,9 euros, siendo aún más elevado para aquellos que padecen depresión resistente al tratamiento, con una media de 6.096 euros.
La depresión resistente al tratamiento también está relacionada con una peor calidad de vida, mayor comorbilidad, discapacidad social y ocupacional y peores resultados terapéuticos.
En este sentido, durante el primer año de diagnóstico, los pacientes tienen, al menos, dos cambios en el tratamiento, lo que supone un indicador de TDR. Por ello, el uso de recursos y los costes son más elevados las personas que lo padecen.