ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS
Se confirma la utilidad del trasplante de células madre en el tratamiento de la esclerosis múltiple
Los resultados de una investigación realizada por la Universidad de Zúrich confirman la utilidad del trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas en el tratamiento de la esclerosis múltiple (EM).
Un estudio realizado por el Departamento de Neuroinmunología e Investigación de la EM de la Universidad de Zúrich (UZH) y el Departamento de Oncología Médica y Clínica de Hematología del Hospital Universitario de Zúrich (USZ) ha confirmado la utilidad del trasplante de células madre en el tratamiento de la esclerosis múltiple (EM).
"El 80% de los pacientes permanece libre de enfermedades a largo plazo o incluso para siempre después de un trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas", han afirmado los expertos.
Además, informan que el tratamiento es especialmente idóneo para personas más jóvenes con formas agresivas de la enfermedad.
Los expertos realizaron un análisis de las células inmunitarias de 27 pacientes con EM que recibieron terapia con células madre en Zúrich.
El estudio se realizó antes, durante y hasta dos años después del tratamiento, lo que permitió rastrear la rapidez con la que se regeneraron los distintos tipos de células inmunitarias.
En la investigación publicada recientemente se muestra que, sorprendentemente, las células T de memoria, que se encargan de que el cuerpo recuerde los patógenos y reaccione rápidamente en caso de una nueva infección, reaparecieron inmediatamente después del trasplante.
Asimismo, un análisis posterior mostró que estas células no se habían vuelto a formar, pero habían sobrevivido a la quimioterapia. Pero, estos restos del sistema inmunitario original no representan ningún riesgo de reaparición de la EM.
"Están dañados previamente debido a la quimioterapia y, por lo tanto, ya no pueden desencadenar una reacción autoinmune", han detallado los investigadores.
Durante los meses y años posteriores al trasplante, el cuerpo recrea gradualmente los diferentes tipos de células inmunitarias. En este proceso, la glándula del timo juega un papel importante y, es aquí es donde las células T aprenden a diferenciar estructuras extrañas de las propias del cuerpo, como los virus.
"A los adultos les queda muy poco tejido funcional en el timo. Pero después de un trasplante, el órgano parece reanudar su función y asegura la creación de un repertorio completamente nuevo de células T que evidentemente no desencadenan la EM ni hacen que regrese", han informado los expertos.