AVANCE EN LA PREVENCIÓN DE INSUFICIENCIA CARDÍACA
La insuficiencia cardíaca podría detectarse mediante una simple prueba de saliva
Un equipo de investigadores ha desarrollado un biosensor electroquímico, similar a las pruebas de flujo lateral utilizadas para detectar el Covid-19, que permite realizar un diagnóstico de insuficiencia cardíaca fuera del entorno hospitalario.
La insuficiencia cardíaca se produce cuando el músculo cardíaco se debilita, impidiendo que bombee suficiente sangre oxigenada al organismo. Actualmente, el método de referencia para detectar esta condición es un análisis de sangre que se realiza cada seis meses. Sin embargo, esta nueva tecnología permitiría a las personas monitorear su salud cardíaca con mayor frecuencia, cada pocas semanas, sin necesidad de acudir al laboratorio.
El dispositivo, denominado eCaDI, es un sistema microfluídico de saliva que utiliza un biosensor para detectar las proteínas biomarcadoras Galectina-3 y S100A7, las cuales están correlacionadas con la insuficiencia cardíaca. La prueba es de un solo uso y tiene un coste estimado de solo 3 dólares, mientras que el potenciostato, la pequeña fuente de energía reutilizable necesaria para realizar el test, cuesta alrededor de 20 dólares. Además, su fabricación es rápida, tardando entre 20 y 30 minutos.
Este avance no solo representa un paso importante en la accesibilidad del diagnóstico de insuficiencia cardíaca, sino que también podría mejorar la gestión de la enfermedad, permitiendo a los pacientes y médicos monitorizar más de cerca la evolución de su condición y ajustar los tratamientos de manera oportuna.