A TRAVÉS DE UN ENFOQUE EN TIEMPO REAL
Nuevos avances en el conocimiento del cáncer metastásico
El cáncer metastásico tiene más mutaciones genéticas de que las que se observan en los tumores en etapa temprana. Para que la medicina de precisión sea una realidad en la atención de esta fase del cáncer, una nueva investigación ha concluido que se necesita un enfoque integral en tiempo real que examine los tumores metastásicos y las secuencias genéticas hasta un nivel de detalle mayor que el de las pruebas comerciales.
Para lograr este objetivo, investigadores del Centro Integral de Cáncer de la Universidad de Michigan, secuenciaron el ADN y el ARN de 500 pacientes con metástasis y examinaron el panorama genético y molecular del cáncer avanzado.
En la investigación se obtuvieron biopsias frescas para la mayoría de los pacientes, extrayendo muestras de los tumores metastásicos, en lugar del tumor primario; secuenciaron tanto el ADN como el ARN normal y los compararon con el tejido canceroso.
Los pacientes que fueron estudiados abarcaban más de 30 tipos de cáncer, con metástasis en 22 órganos diferentes, y se incluían sólo adultos con tumores sólidos.
Los investigadores encontraron un aumento significativo del número y el tipo de mutaciones entre el cáncer metastásico de los pacientes y el cáncer primario. Casi todos los casos de cáncer metastásico tenían más mutaciones, lo que refleja que los cánceres metastásicos son más agresivos: han tenido más tiempo para desarrollar mutaciones adicionales, y los tratamientos diseñados para matar el cáncer han causado más mutaciones.
El otro componente clave es la secuenciación del ARN, algo nuevo entre la secuenciación clínica, que se centraba solamente en la del ADN. Este enfoque más amplio reveló una serie de factores moleculares que desempeñan un papel en el microambiente tumoral, fomentando y permitiendo que el cáncer continúe creciendo, propagándose o eludiendo el tratamiento.
Los investigadores encontraron que la secuenciación del ARN informa, en mayor medida, sobre los mecanismos subyacentes que activan los genes que causan cáncer o desactivan los genes destinados a detenerlo, además, podrían ayudar a identificar objetivos potenciales para el tratamiento.
De esta manera, los investigadores podrían examinar las células inmunitarias en el microambiente tumoral, que ofrece pistas sobre por qué la inmunoterapia podría funcionar para algunos pacientes, pero no para otros.
Otro hallazgo clave es que los tumores metastásicos mostraron una de dos firmas mutuamente exclusivas. Una versión era altamente proliferativa, lo que significa que se multiplicó agresivamente. En la otra versión, las células perdieron su diferenciación, un estado llamado epitelial a transición mesenquimal. Este hallazgo podría guiar a los investigadores en el desarrollo de nuevos tipos de terapias.
También ha sorprendido a los científicos que el 12% de los pacientes con cáncer metastásico abrigaba una mutación hereditaria, aproximadamente el cuádruple de lo que se esperaba.
Actualmente los científicos están analizando los resultados de los pacientes de este estudio, comparándolos con los datos preliminares presentados ante la Sociedad Americana de Oncología Clínica, donde se afirmó que tres cuartas partes de los pacientes cuyos tumores fueron secuenciados tuvieron una mutación accionable, lo que significa que existen tratamientos para atacar esa aberración específica.