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Fausto en Valencia

Mazón avanza un acuerdo con Vox para los presupuestos, que presentará el jueves: "No podemos ni vamos a esperar"
Mazón avanza un acuerdo con Vox para los presupuestos, que presentará el jueves: "No podemos ni vamos a esperar"EUROPA PRESS
  Madrid | 18/03/2025

"Cada día de Carlos Mazón en el cargo es un clavo en el ataud de la gobernabilidad del PP en su conjunto y aumenta las posibilidades de Vox de capitalizar ese desgaste en su favor. Vox puede vender que sus políticas se llevan a cabo por su firmeza mientras humilla al Partido Popular".

Thomas Mann hizo su interpretación del Fausto que vendió su alma a Mefistófeles en un libro que se llamó Doktor Faustus, y que se hizo carne en un músico ambicioso que quería triunfar en vida y servía de trasunto para hablar de cómo Alemania vendió su propia alma al Nacionalsocialismo a cambio de un tiempo breve e infausto de gloria. El azar ha querido que tengamos un ejemplo redivivo del mito con otro músico de escaso éxito vendiendo su alma a la extrema derecha para sobrevivir un poco más. Es difícil rechazar el paralelismo cuando el infame Carlos Mazón se intentó ganar la vida con penoso resultado cantando tonadas ridículas que le entrenaron para actuar del mismo modo desde el atril como President de la Generalitat.

La desesperación por sobrevivir en un ser humano es uno de los momentos en los que la vulnerabilidad se expresa en su máximo esplendor. Lo sabe la mafia, las bandas de narcos y la extrema derecha, que escudriña en la vida privada de sus perseguidores, la gente de ley y políticos nefastos del PP para acudir en el momento en el que tienen problemas y explotarlo en su beneficio. Una deuda de juego, una enfermedad grave, una ambición desmedida y una mala noche, o una mala sobremesa, pueden servir para hacer pasar a cualquier hombre por la más absoluta de las humillaciones. Ese proceder también funciona con el desmantelamiento de la sanidad pública, quienes quieren hacer negocio con la sanidad privada saben que hasta el más fiero defensor de lo público acudirá a la privada si la lista de espera pone en peligro a un ser querido. Ellos juegan con nuestra vulnerabilidad y los que somos vulnerables sabemos identificar a aquellos que están en posición de debilidad extrema porque estamos acostumbrados a vernos así. Por cuestiones diferentes, pero sabemos reconocer al débil.

La situación de Alberto Nuñez Feijóo y la de Carlos Mazón se encuentra en esos parámetros de debilidad extrema. Feijóo, porque es capaz de ver desangrarse a su partido y a las posibilidades de ser presidente del Gobierno viendo como Carlos Mazón pierde un escaño al mes sin ninguna posibilidad de intervenir para apartar al President del cargo. Que nadie se engañe, Feijóo no ha hecho dimitir a Carlos Mazón porque no tiene ninguna fuerza para hacerlo. Carlos Mazón ha actuado de la única manera que puede hacer, vendiendo todos sus ideales, si es que alguna vez tuvo alguno, para convertirse en un ninot de Vox que acabará ardiendo cuando haya conseguido acumular los días suficientes para poder cobrar su sueldo vitalicio de expresident. El Partido Popular soltó la mano de Mazón sin liquidarlo y este se ha convertido de facto en el único barón de Santiago Abascal. Vox puede hacer con Mazón lo que quiera. Puede humillarlo a conveniencia, que apriete tanto como quiera que el ninot de El Ventorro se lo concederá. En Bambú pueden gozarlo haciendo arrodillarse al PP.

Vox lo sabe. Sabe que Carlos Mazón puede ser un títere con el que llevar a cabo sus políticas de manera interpuesta sin sufrir el desgaste de estar en el Gobierno. Para ellos es una situación ideal, son capaces de llevar a Mazón a sus postulados debilitando al PP en su conjunto y valiéndose de la desesperación y ambición del President para sacarle cualquier cosa y así lograr crecer a costa de su imagen vapuleada. Cada día de Carlos Mazón en el cargo es un clavo en el ataud de la gobernabilidad del PP en su conjunto y aumenta las posibilidades de Vox de capitalizar ese desgaste en su favor. Vox puede vender que sus políticas se llevan a cabo por su firmeza mientras humilla al Partido Popular. Puede que no lo hayan entendido, pero ayer comenzó a gobernar Mefistófeles en Valencia. Vox tiene nuevo presidente en la Generalitat.