TODO ESTÁ EN BOURDIEU
¿Y si Felipe VI fuera un rey ilegítimo?
"Si Juan Carlos I tiene otra hija, podría tener más. Ya hay dos personas que han declarado serlo, pero no hemos podido saber si lo son porque el rey es inviolable. Ese fue el muro insalvable al que se han enfrentado..."
En política solo importa con quién te acuestas y cuáles son tus hijos y bastardos si eres de la Casa Real. Importa porque se es rey por nacer de un determinado padre, con un determinado sexo y en un determinado lugar. Él único mérito de Felipe VI para ser rey es haber nacido el primero entre los varones de los hijos de Juan Carlos I. Entonces, ¿qué pasaría si no fuera el primero?
Hoy sabemos que Juan Carlos I tiene otra hija más al margen de los reconocidos. Más que saberlo se ha hecho público algo que era un secreto a gritos. La historia de su nueva hija tiene enjundia. Quienes publicaron la noticia de la hija secreta y denunciaban que mucha gente lo sabía pero nadie lo decía publicaban que se llama Alejandra. Pero no se atrevieron a dar un nombre que ya sabían. La genealogía de la hija es la genealogía de una casta.
Julio Palacios fue uno de los físicos españoles más importantes del siglo XX. Durante su estancia en Lisboa fue uno de los mentores de Juan Carlos de Borbón mientras el heredero vivió en Estoril. En Portugal nació una de las hijas del científico. La llamaron Rosario, todo el mundo la acabó llamando Charo. A Charo le gustaba mucho la moda y decían que era de adscripción progresista, con la herencia y el dinero de la familia puso en los años 60 una tienda de moda en la calle Alcalá. Charo Palacios tuvo una vida amorosa tumultuosa para la época antes de casarse con Eduardo de Rojas Ordóñez, fundador de la Falange y combatiente en la División Azul. Un camisa azul pata negra.
Charo Palacios se convirtió en condesa de Montarco vía marital. Ya es aristócrata y su sangre quedaba legitimada. Charo Palacios fue musa de Elio Bernhayer. Fue invitada a la boda del rey Juan Carlos I la reina Sofía en Grecia y veraneaba de manera habitual en Sanxenxo. Su nacimiento estaba vinculado a los borbones y a los borbones se unió por sangre. Aunque fuera bastarda. Diez años después de la boda entre la musa y el falangista nació una niña a la que llamaron Alejandra y de rasgos borbónicos. El rey no discrimina a la hora de poner trofeos encima de la chimenea, no respeta ni a los falangistas que le aseguraron el trono. Alejandra en su modo de relacionarse ha seguido la saga endogámica casándose con un sobrino de Esperanza Aguirre, incluso una prima suya está casada con otro borbón vía Alessandro Lecquio. Luego que si los Froilanes.
Ya sabemos que tiene otra hija. Si tiene otra hija, podría tener más. De hecho ya hay dos personas que han declarado ser hijos bastardos de Juan Carlos I. Pero no hemos podido saber si lo son porque el rey es inviolable. No puede ser sometido a juicio. Ese fue el muro insalvable al que se han enfrentado esos hijos que exigen su derecho de conocer la filiación paternal. Albert Solá demandó a Juan Carlos Iy pidió ante el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional que se reconociera su filiación. Pero ambos tribunales desestimaron cualquier reclamación porque el rey, si quiere, podría matar a su hermano sin ningún tipo de consecuencia legal. Si puede defraudar a Hacienda o matar a una persona puede sin problema alguno dejar un reguero de hijos bastardos sin tener responsabilidad sobre ellos.
Hay indicios firmes que permiten sospechar que Albert Solá fue hijo de Juan Carlos I. Tenía 18 años cuando lo habría concebido con Anna María Bosch, una hija de la burguesía catalana de la misma edad. Albert Solá se hizo una prueba de ADN junto a Ingrid Sartiau, que también reclama ser hija del rey, y se demostró su cosanguinidad. Según las pruebas Albert Solá e Ingrid Sartiau son hermanos al 91%. Nunca antes de hacerse la prueba se habían conocido. Una vivía en Bélgica y otro en Girona. Albert Solá murió hace pocas fechas a la edad de 66 años. Nunca sabremos si el rey que tenemos es el rey que tendría que ser aunque quedan restos biológicos por las pruebas genéticas anteriores que permitirían saberlo. Si Albert Solá fuera el hijo de Juan Carlos I el rey Felipe VI habría usurpado el trono de su hermano.