TODO ESTÁ EN BOURDIEU

La izquierda no tiene la culpa de que haya fascistas

La izquierda no tiene la culpa de que haya fascistas | EFE
  Madrid | 10/06/2022

"Manolo querría votar a los comunistas, pero míralos, preocupándose porque las mujeres puedan andar solas por la calle sin que las puedan violar. Es que van provocando y, claro, pues tiene que gritar Arriba España y votar a VOX"...

Un día después de que se apruebe en el Congreso la consecución de derechos laborales para las trabajadoras del hogar hay que leer que la extrema derecha crece porque la izquierda no hace cosas, porque ha traicionado a la gente, porque no se preocupa por lo material. Cada vez que hay elecciones se escucha y se lee el mismo mensaje movido por la pereza intelectual de columnistas de extremo centro y liberales que se ven impedidos para asumir que existan fascistas a su alrededor y que simplemente tienen un sistema de valores e ideología que considera que hay ciudadanos de primera y segunda y que hay colectivos que merecen tener menos derechos. Puede que compartan mesa con ellos, es seguro que algunos escribirán en sus medios y, por ende, buscan cualquier manera para eludirles de responsabilidad por ser fascistas. Si son así, es por culpa de la izquierda.

No es su culpa, pobrecitos, es la izquierda que hace mucho que no se preocupa por ellos. Ellos no quieren echarse a los brazos del fascismo pero es que la izquierda pinta los bancos de colores. Manolo querría votar a los comunistas, pero míralos, preocupándose porque las mujeres puedan andar solas por la calle sin que las puedan violar. Es que van provocando y, claro, pues tiene que gritar Arriba España y votar a VOX. Son pobres hombres que solo buscan vivir mejor y nadie se preocupa por ellos, mucha subida del SMI y contratos indefinidos pero tienen que convivir con los maricones por la calle como si fueran iguales, es normal que se hagan fascistas, todo es culpa de la izquierda.

La justificación de los comportamientos y actitudes intolerantes de quien profesa estas ideas no siempre viene por un agente externo que busca exonerarlos de su falta. En ocasiones nace de su propio convencimiento, son muchos los que dando su favor a un partido de extrema derecha buscan culpables en la izquierda para soportar vivir ellos mismos con su indecencia. Ellos no querrían ser así, pero es la izquierda la que los obliga a ser fanáticos intolerantes.

La ignorancia sobre el funcionamiento del comportamiento de la extrema derecha en el columnismo patrio llega a aseverar que las personas que votan a los posfascistas lo hacen buscando un bienestar que el progresismo no les ofrece. Algo que cualquiera puede comprobar en el discurso de VOX, todo el mundo puede ver en Macarena Olona una apelación constante a la mejora del Estado del bienestar en lugar de un discurso de odio que busca despojar de derechos a todos aquellos que piensan o son diferentes. Es fascinante el interés en encontrar en los intereses de quien da su favor a la extrema derecha causas nobles en lugar de las más espurias e indignas. Solo se comprende desde un pensamiento infantil de quien no quiere aceptar que tiene a los fascistas a su lado.

La izquierda no tiene la culpa de que existan fascistas que odian a la diversidad, porque eso sería asumir que tiene que dejar de defender los derechos humanos y sus valores de respeto a la diferencia y la pluralidad. Los fascistas existen contra la izquierda, y no hay ninguna medida que pueda hacer esta para que deje de existir la extrema derecha. Culpar a la izquierda de que existan votantes de extrema derecha por cuestiones materiales tiene como objetivo no poner el foco en esos adoradores del libre mercado y el capitalismo que llevan incidiendo en una sociedad individualista, desigual y salvaje que defiende los privilegios de unos pocos que tienen a esos fascistas como perros guardianes. Los fascistas existen por una concepción cultural de negación de la alteridad, y no hay nada que pueda hacer el otro para que no existan nada más que desaparecer. No les vamos a dar el gusto.