DISCULPEN QUE NO ME LEVANTE

Listas y listos

"Un político solo tiene un patrimonio, que es la credibilidad. Y ésta se puede perder de muchas maneras...".

Toni Cantó ya ha pedido el voto para cuatro partidos. Se inició en una agrupación vecinal de Torrelodones (Madrid), saltó a UPyD, militó en Ciudadanos y ahora va en las listas del Partido Popular de Díaz Ayuso. Hasta la última estación, en mi opinión, Cantó tenía un relato, una forma de explicar sus viajes de un sitio a otro: había llegado a la política para denunciar los vicios del bipartidismo.

Dado que entre la formación de Rosa Díez y la de Albert Rivera las diferencias no eran escandalosas, se podía entender. No había que defender una cosa y la contraria, aunque lo hubiera podido hacer, porque Cantó es un buen parlamentario. Sin embargo, la última parada en las listas del PP de Madrid me parece inexplicable, salvo que estemos hablando de una ambición desmedida por estar en la pomada a costa de lo que sea. El ahora número 5 de Díaz Ayuso, siempre fue muy crítico con los populares. Y le sobraban las razones. Les acusó, desde Ciudadanos, de ser un partido aficionado a embarrar el terreno de juego, de ser un arma de "corrupción masiva" y de muchas cosas más.

Ahora, apoyándose en que la dirección de Génova ha cambiado, sostiene sin sonrojarse que sus acusaciones han dejado de estar motivadas.Y no es del todo cierto, aunque solo sea porque la formación a la que ahora va a defender sigue teniendo juicios abiertos y una mudanza pendiente para huir de un edificio ya maldito. Además, no está claro en qué momento empezó Toni Cantó a maniobrar para cambiarse la camiseta. El día que abandonó airado la reunión de la dirección de Ciudadanos anunciando que lo dejaba todo porque no estaba de acuerdo con la deriva del partido, su gesto aún estaba revestido de cierta dignidad. No comparto lo que se hace y dejo un teatro, el político, para volver al otro, el de verdad.

Pronto empezó a sonar el río y Génova, deseosa de absorber a Ciudadanos y hacer realidad la reunificación de la derecha, se apresuró a anunciar un fichaje que Díaz Ayuso se resistía a confirmar. Al final, da la sensación de que a Toni Cantó le han metido en las listas con calzador, en lugar de cumplir lo que inicialmente dijo de que su intención era apoyar electoralmente al PP madrileño desde fuera. Lo que en realidad quería era estar dentro; dentro de lo que fuera, porque eso es lo que parece. Un político solo tiene un patrimonio, que es la credibilidad. Y ésta se puede perder de muchas maneras. Puede desaparecer cuando mientes, cuando defiendes una cosa y haces la contraria o, como es el caso, cuando da la sensación de que lo mismo te da arre que so.

laSexta/ El Muro/ Cristina Pardo