CIENCIA APARTE
Los rayos UVA son más peligrosos de lo que se creía
Los rayos UVA producen un bronceado rápido, aunque poco duradero. El bronceado es el síntoma visible de una piel que se ha defendido de una agresión.
Las cabinas de bronceado funcionan con rayos UVA. El 95% de la radiación ultravioleta que llega del sol también son rayos ultravioleta A. Como los rayos UVA tienen menos energía que los rayos UVB, durante mucho tiempo se creyó que los daños sobre la salud eran poco significativos. La realidad es que los rayos UVA producen daños en el ADN relacionados con algunos tipos de cáncer, alteran el sistema inmunitario y aceleran el envejecimiento.
¿Qué son los rayos UVA?
Para entender qué son los rayos UVA, primero hay que saber qué es la radiación y cómo se clasifica. Toda la radiación, desde la que vemos como colores a la que sentimos como calor, se ordena en función de su longitud de onda. Si imaginamos la radiación como si fuese una cuerda que agitamos de arriba a abajo hasta hacerla serpentear, la longitud de onda sería la distancia entre dos crestas de la cuerda. Si agitamos con fuerza, las crestas se verán más juntas. Es decir, habrá menor longitud de onda. Mientras que si agitamos con desgana, las crestas serán más suaves y estarán más separadas unas de otras, con mayor longitud de onda. Esta representación sirve para explicar que la radiación con más energía es la que tiene menor longitud de onda.
La longitud de onda es una longitud, y como tal se mide en metros, en concreto en nanómetros (nm, la milmillonésima parte del metro). La radiación se clasifica en función de su longitud de onda, así, la radiación UVB es la comprendida entre los 290 y los 320 nm, la radiación UVA es la comprendida entre los 320 y los 400 nm, y la radiación visible, la que vemos como colores, está comprendida entre los 400 y los 790 nm.
La atmósfera absorbe gran parte de la radiación ultravioleta, protegiéndonos de ella, sin embargo, deja pasar el 95% de la radiación UVA. Los rayos UVA atraviesan las nubes y el vidrio de las ventanas. Mientras la radiación UVB es más intensa en verano, la UVA se mantiene durante todo el año.
¿Qué efectos tienen los rayos UVA sobre la salud?
1. Manchas
La radiación UVA es menos energética que la UVB por lo que no produce quemaduras o eritemas, pero penetra en capas más profundas de la piel, atravesando la dermis. Alcanza los melanocitos, que son las células que fabrican las melaninas, los pigmentos de la piel, provocando su oscurecimiento. Por eso los rayos UVA producen un bronceado rápido, aunque poco duradero. El bronceado es el síntoma visible de una piel que se ha defendido de una agresión.
El mecanismo biológico por el que se produce el bronceado también explica por qué los rayos UVA producen manchas, como lentigos y melasma, sobre todo en pieles morenas. La radiación UVA hace que se produzcan radicales libres, en concreto especies reactivas de oxígeno (ROS). Los ROS son especies muy reactivas que arrancan electrones allá por donde van, produciendo la oxidación de multitud de biomoléculas. Cuando los ROS alcanzan la melanina, la oxidan dando una coloración grisácea, es la pigmentación inmediata (en inglés, Immediate Pigment Darkening o IPD). Los ROS también son precursores de la melanina, en concreto de las melaninas que dan pigmentación marrón persistente (en inglés, Persistent Pigment Darkening o PPD).
2. Arrugas
Los ROS producidos por la radiación UVA también oxidan la elastina y el colágenoque conforman la malla elástica de la piel. Provocan el entrecruzamiento del colágeno, la destrucción de la elastina y que esta se acumule anormalmente en la superficie de la piel, lo que se observa como arrugas y flaccidez.
3. Cáncer
Los rayos UVA provocan daños en el ADN que se pueden medir. Para entender cómo son estos daños o mutaciones del ADN, hay que tener en cuenta que el ADN está formado por dos bases de pirimidina y dos de purina que enlazan unas con las otras: la citosina (C) con la guanina (G), y la timina (T) con la adenina (A). La radiación UVA produce cambios moleculares en estas bases, haciendo que enlacen de forma errónea las pirimidinas entre sí (T-T, C-C, T-C), en lugar de con las purinas (C-G y T-A). Estas mutaciones son los dímeros de pirimidina, también llamados CPD por sus siglas en inglés. La forma que tiene el organismo de defenderse es aniquilar a las células que presentan estas mutaciones. Esto se llama apoptosis celular temprana, provocando la destrucción de los fibroblastos de la piel y que la epidermis se afine.
De forma indirecta los rayos UVA producen otro tipo de daño en el ADN a través de los ROS. Los ROS oxidan partes del ADN, en concreto la guanina (G), transformándola en 8-oxoguanina. Esto provoca que pueda enlazar con la adenina (A), es decir, otro tipo de mutaciones en el ADN.
Cuando se producen daños en el ADN, hay una proteína presente en las células (denominada p53) que toma la decisión de reparar ese daño o destruir la célula. Esto está regulado por un gen supresor de tumores que activa la formación de p53 en respuesta al daño celular. De tal manera que cuanta más proteína p53, mayor será el daño en el ADN.
Si el daño celular es irreparable o la mutación es susceptible de activar procesos cancerosos, la proteína p53 induce su muerte. Otro de los mecanismos consiste en interrumpir el ciclo celular para evitar que la célula dañada se multiplique. Sin embargo, en algunos casos las mutaciones impiden que se forme p53, con lo que el ADN dañado se replica en las nuevas células, pudiendo desencadenar la formación de tumores.
Las mutaciones permanentes en el ADN inducidas por los rayos UVA producen diferentes tipos de cáncer, principalmente los que afectan a las células de la dermis y a los melanocitos, provocando carcinoma de células basales y melanoma respectivamente.
4. Alteración del sistema inmunitario
Las mutaciones permanentes en el ADN inducidas por los rayos UVA a menudo inactivan genes que regulan el sistema inmunitario, provocando inmunosupresión. A su vez, los ROS, destruyen algunas de sus células más importantes. Los ROS oxidan los lípidos de la membrana de los linfocitos o células T, dejándolas inservibles. También afectan a la morfología de las proteínas de las células de Langenhans, perturbando su funcionamiento. Todo esto implica que los rayos UVA provocan inmunosupresión y anomalías en el sistema inmunitario.
Los rayos UVA, al deprimir el sistema inmunitario, también afecta a la inmunovigilancia de las células cancerosas, de tal modo que el riesgo de cáncer se multiplica. Esto también explica la fotosensibilidad o alergia al sol, promoviendo la dermatitis actínica crónica, la urticaria solar, la erupción polimorfa lumínica o lupus eritematoso, entre otras.
¿Cómo hay que protegerse de los rayos UVA?
No utilizar jamás aparatos de bronceado. Las cabinas de bronceado operan con rayos UVA, por eso es obligatorio que en los centros de bronceado se informe al cliente de los daños a la salud que produce esta radiación. El cliente debe firmar un documento de conocimiento y conformidad. Además, están prohibidas para menores de 18 años.
Usar gafas, gorros o sombrillas con protección frente a la radiación ultravioleta. Y sobre todo usar productos de protección solar que cubran todo el rango ultravioleta.
El factor de protección solar o SPF de una crema se refiere al grado de protección sobre los rayos UVB. Legalmente no hay que indicar el valor numérico del factor de protección UVA o PDD. Por eso, para saber si un cosmético ofrece cierta protección frente a los rayos UVA, hay que ver si aparece un pictograma de un círculo que rodea las siglas UVA. Ese pictograma indica que el factor de protección UVA o PDD es al menos un tercio del SPF.
Lo ideal sería conocer el valor exacto del PDD, y que este fuese más alto que lo mínimamente requerido por la norma.Hay muy pocos filtros solares que absorban eficazmente los rayos UVA extralargos, la radiación comprendida entre los 340 y los 400 nm, por eso también sería útil conocer si los filtros solares del producto protegen de forma eficaz en todo el rango de longitudes de onda de los rayos UVA. No es obligatorio indicarlo en el envase, ni hay un estándar para hacerlo. Sin embargo, con toda la evidencia científica acumulada hasta ahora sobre lo perjudiciales que son los rayos UVA, sería conveniente que la normativa de etiquetado lo contemplase en un futuro próximo.