CIENCIA APARTE
No, el retinol no se prohíbe, pero sí se propone un límite
"Algunas personas están usando cosméticos con alta concentración de retinol de forma abusiva, sin supervisión médica y, con ello, están dañando su piel. No es normal ni bueno que la piel arda, se irrite o descame tras aplicar un producto cosmético..."
El retinol es una de las moléculas estrella del cuidado dermatológico. Sirve para reducir las arrugas, para tratar el acné, el fotoenvejecimiento, para acelerar la renovación de la piel, inhibir la formación de manchas, etc. Sin embargo, no todas las personas toleran bien este ingrediente, generándoles una molesta irritación. No es que el retinol produzca alergias, pero sí es capaz de sensibilizar la piel si el producto tiene una concentración elevada de retinol o si la formulación del cosmético no está equilibrada con otros compuestos que lo hagan más confortable. Por esa razón, recientemente la Comisión Europea ha publicado el borrador de una normativa en la que se propone la reducción del retinol en los cosméticos al 0,05% para las lociones corporales y al 0,3% para las lociones faciales. Así que el retinol no se prohibirá, tan solo se limitará su concentración en los productos cosméticos, una propuesta con la que además estoy muy de acuerdo.
Habrá productos con alta concentración de retinol, pero no serán cosméticos
Esta restricción del uso cosmético del retinol no significa que esta sustancia sea tóxica o nociva, ni siquiera a concentraciones superiores al 0,3%, sino que los productos dermatológicos con concentraciones elevadas no serán considerados "cosméticos" ante la ley, sino que entrarán en la categoría de "medicamentos" o de "productos sanitarios". Estas tres categorías –cosmético, producto sanitario y medicamento– responden a reglamentos diferentes. Los cosméticos son productos de venta libre, sin embargo, los productos sanitarios y los medicamentos no lo son. Por tanto, para usar productos con más concentración de retinol será necesario adquirirlos en una farmacia y su uso requerirá de seguimiento médico.
La Comisión Europea ha publicado esta modificación del uso del retinol en un borrador, así que todavía será necesario aprobarlo. Es previsible que se apruebe y entre en vigor dentro de un año, porque es lo que suelen tardar estas cosas, de modo que los laboratorios cosméticos que formulan con concentraciones más altas tendrán tiempo suficiente para adaptar sus fórmulas. El borrador incluye al retinol, al acetato de retinol y al palmitato de retinol, sin embargo, no incluye al retinaldehído, un derivado del retinol cuya acción en la piel es menos intensa. El ácido retinoico, que es el derivado más activo del retinol, ya estaba previamente limitado al uso médico.
¿Qué es el retinol y cómo funciona?
El retinol es la vitamina A, una molécula que forma parte natural de las células epiteliales. Aplicado sobre la piel desencadena una cascada de reacciones bioquímicas que explican por qué es un ingrediente tan versátil y eficaz. Primero el retinol se transforma en ácido retinoico al entrar en contacto con los receptores celulares. Esto activa el factor de crecimiento y la anfiregulina, que media en el crecimiento de las células de la piel y la cicatrización. Esto provoca que se generen nuevas células epiteliales, renovando el estrato córneo, que es la superficie de la piel. Esto promueve la síntesis de elastina y colágeno, que es la red elástica de la piel, la que lo mantiene todo en su sitio. De este modo la epidermis se afina a medida que la dermis –la capa inferior de la piel– engorda, lo que da como resultado la reducción de las arrugas. Además, el retinol actúa como antioxidante y como despigmentante, inhibiendo los melanocitos, que son las células que fabrican los pigmentos de la piel.
¿Cómo se formulan las cremas con retinol?
El retinol es un ingrediente extraordinario, pero hay que saber formularlo porque es inestable y puede irritar la piel. Por eso, la fórmula completa de una crema es más importante que los ingredientes por separado. Hay buenas formulaciones en las que unos ingredientes potencian a otros, y hay malas formulaciones en las que unos ingredientes podrían eclipsar a otros. El retinol es un ingrediente muy dependiente de la fórmula. La luz, el pH o el contacto con el aire pueden degradar hasta el 40% del retinol, así que es muy importante que esté estabilizado. Esto se puede hacer encerrando al retinol en nanocápsulas con un sistema de liberación progresivo. El encapsulado permite que fórmulas con concentraciones bajas de retinol, incluso del 0,2%, den mejores resultados en los ensayos clínicos que productos con concentraciones más altas.
Para mejorar la tolerancia del producto, y que incluso las personas con la piel más sensible los puedan utilizar, las fórmulas deben incluir ingredientes hidratantes como la glicerina o el ácido hialurónico, e ingredientes antiinflamatorios como la niacinamida, que calma la piel y fortalece la función barrera. Así que en el mercado existen formulaciones con retinol de alta tolerancia, incluso para pieles sensibles.
¿Qué es la retinización de la piel?
El término "retinización" hace referencia al proceso por el que pasa la piel cuando se empieza a usar retinol, algo que con frecuencia incluye un periodo de adaptación progresiva en el que la piel se irrita e incluso llega a descamarse. Esto da una idea de lo agresivas que pueden ser algunas cremas con retinol para algunas personas. Por esa razón se recomienda hacer un uso discreto del retinol, usando al principio productos con baja concentración y solo cada dos o tres días, e ir aumentando la dosis a medida que la piel se vaya acostumbrando.
Por este motivo se recomienda aplicar el retinol solo por la noche. Aunque no es un ingrediente que se considere fotosensibilizante, sí puede dejar la piel más expuesta al daño solar, por eso se debe combinar con la aplicación de un buen producto hidratante con protección solar a la mañana siguiente (algo que, por otro lado, debería estar presente en cualquier rutina facial). Por esta razón no es recomendable usar retinol por primera vez en verano.
¿Se puede usar retinol durante el embarazo y la lactancia?
Como norma general, los productos con retinol y con cualquiera de sus derivados, se desaconsejan durante el embarazo y la lactancia.
El retinol es vitamina A, que juega un papel importante en el desarrollo del feto porque no solo contribuye al desarrollo de órganos, células y tejidos, sino que también desempeña una función importante en el desarrollo de la visión del feto, de su crecimiento óseo y del buen funcionamiento del sistema inmunitario y del sistema nervioso. Sin embargo, el aporte excesivo de vitamina A puede ser perjudicial, no solo para la salud de la madre, sino para la del bebé. Se ha demostrado que un exceso de vitamina A podría causar malformaciones fetales. Por eso las mujeres no se deben quedar embarazadas durante los tratamientos médicos para el acné, en los que a los pacientes se les administra isotretinoína y ácido retinoico.
Se ha demostrado que el ácido retinoico tiene efectos teratogénicos –produce malformaciones en el embrión o el feto–. Aunque no hay cosméticos con ácido retinoico, por principio de precaución la recomendación de no usar ningún cosmético con retinol durante el embarazo y la lactancia se ha extendido a todos los derivados del retinol (retinaldehído, palmitato de retinol, etc.).
Conclusión y opiniones
En conclusión, los cosméticos con retinol no se van a prohibir con esta nueva normativa, sino que se fijarán concentraciones máximas permitidas. Los productos con más concentración de retinol entrarán en la categoría de medicamentos o productos sanitarios, lo que implica que para usarlos se requerirá de un seguimiento profesional.
Este cambio de categoría me parece muy apropiado. La razón principal es que los cosméticos con alta concentración de retinol están provocando que algunas personas los usen de forma abusiva, sin ningún tipo de supervisión médica, y con ello estén dañando su piel. Se ha normalizado el proceso de "retinización" hasta extremos claramente insalubres. No, no es normal ni bueno que la piel arda, se irrite o se descame tras aplicar un producto cosmético. Un producto cosmético nunca debería ejercer un impacto tan severo sobre la piel. De hecho, si un cosmético provoca una reacción molesta en la piel, hay que dejar de usarlo inmediatamente.
Por tanto, este cambio de normativa convertirá el abuso en un uso responsable. Los cosméticos con retinol tendrán concentraciones más razonables y coherentes con la definición de cosmético. Y los pacientes que necesiten más concentración de retinol, podrán disponer de él siempre y cuando lo paute y lo supervise un profesional sanitario.