LO PERSONAL ES POLÍTICO
¿Crees que estás bien? Estás flipando
"Mis reflexiones sobre la nueva política. ¿Estás contenta? ¿Estás tranquila? ¿Estás relajada? ¿Estás feliz? Pues jódete que vienen las autonómicas"...
Hola. ¿Tú como empezaste la primavera? ¿Acaso la empezaste feliz, ilusionada, contenta, esperanzada? Claro que no. Yo tampoco. Antes del 28A se vislumbraba un panorama desolador, parecía que la España que estaba LOCA iba a poder con la España que estaba cuerda. No faltaba nadie en aquella orgía del disparate. Un cúmulo de agotamiento y desazón se apoderó de muchas de nosotras, un cansancio causado además por una mediocridad lacerante que casi nos aniquila.
Tú querías empezar bien la primavera y toda esa mierda, pero la verdad es que no eras feliz. Estabas encabronadísima. Muchos podrán pensar que eres una chiquita muy echada para adelante, que puedes hacer de la vida de las personas que tienes al lado algo absolutamente fascinante, que cualquiera que se junte a ti va a disfrutar de tu encanto porque eres efervescente, eres como una suerte de maga, como el mago Pop, la maga pop. Pero mira, antes del 28A no eras mágica, no eras como Miranda Makaroff. Eras más bien Carmina Ordóñez revolcada en un lodazal de El Rocío.
Tú estabas fatal y por las noches mirabas los stories de la gente en Instagram y les veías salir y disfrutar. Ponían canciones de Drake y se hacían las jóvenes, quizá evadiéndose del apocalipsis que estaba por llegar. Y luego te dormías, y a las cuatro de la mañana te despertabas sobresaltada y te ibas a la cocina a ponerte fina de napolitanas con vino. A veces ibas a fiestas, triste porque vislumbrabas un futuro machirulo y facha, y te quedabas sola en una esquina, borracha, la última, y mientras fumabas y tosías y comías a la vez empanadillas, que te ponías perdida el pelo de huevo duro, pensabas que nada valía la pena, que si ahora ya eras precaria, que todos esos proyectos en los que te metes son autogestionados porque nadie te contrata, ya post 28A directamente ibas a ser invisible. Qué horror.
Y pre 28A, cada noche lo mismo, sentarse en el sofá y la pesadilla de qué narices vas a ver. Ya no quedaban series, durante una hora te veías los tráilers de Netflix, HBO, Filmin… Y no había nada. En ocasiones, pensabas que tu última esperanza era tu pareja, la única persona que te sacaría del pozo de aburrimiento y hastío en el que andabas metida, pero luego te dabas cuenta de que tu pareja era igual de coñazo que tú. ¿Y qué ibas a hacer? ¿Le ibas a dejar? ¿A estas alturas? ¿Y pasar dos años hecha un despojo? ¿Cambiar de vida a estas alturas? Porque lo que viene no es mejor que lo que tenías, ¿eh? Tan solo es nuevo. Antes del 28A.
Y en el curro, fíjate, acuérdate lo ilusionadísima que estabas porque tenías un nuevo proyecto ¡Qué guay tu nuevo proyecto! ¡UHHHHHH! Menuda puta mierda tu nuevo proyecto, a ver en dos semanas cómo ibas a estar otra vez. ¡Qué pesada estuviste con tu nuevo proyecto de curro! Pre 28A.
Pero llegó el 28A y el 29A y el 30A, y ahora por un segundo eres más mágica que Miranda Makaroff, que el mago Pop, que Tamariz. ¿Estás contenta? ¿Estás tranquila? ¿Estás relajada? ¿Estás feliz? Pues jódete que vienen las autonómicas.