OJO AL PARCHE

El pin y el pan

La derecha centra su oposición estos días en el llamado "pin parental" y acusa al Gobierno de querer romper las familias. El Ejecutivo responde subiendo el salario mínimo, después de subir también las pensiones.

Yolanda Díaz con los agentes sociales y la patronal tras el acuerdo de subir el SMI. | EFE
  Madrid | 23/01/2020

La semana arrancaba con el PP y Vox defendiendo el llamado "pin parental" y acusando al Gobierno de coalición PSOE- Podemos de querer romper las familias. El Ejecutivo responde subiendo el salario mínimo. Antes, subía las pensiones o el sueldo de los funcionarios. La oposición cierra filas con el pin, una suerte de censura previa en los centros educativos, mientras que fuentes del Gobierno dicen que se centran en el pan: medidas económicas que favorezcan a la ciudadanía.

La tantas veces llamada "ministra comunista", Yolanda Díaz, logra, al frente del ministerio de Trabajo, que los sindicatos y la patronal pacten con el Gobierno de Sánchez la subida del salario mínimo. Pablo Iglesias, acusado de "bolivariano", también se involucró para lograr el acuerdo. Los empresarios de la CEOE han pactado con un Ejecutivo acusado por la derecha de estalinista, confiscador, arruinapatrias o proterrorista.

El salario mínimo sube a 950 euros mensuales en 14 pagas. Son 13.300 euros anuales. Se aplica con carácter retroactivo desde el 1 de enero. Cabe recordar que, tras la moción de censura que derrocó a Rajoy, este salario ya subió más de un 22% de una vez, hasta los 900 euros mensuales. Ahora, se incrementa un 5,5% más. La pretensión es subirlo al final de legislatura hasta el 60% del salario medio que marca la Carta Social Europea.

Un presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, dijo que "de la crisis se salía trabajando más y cobrando menos". Él salió de la cárcel, dónde terminó después, pero millones de españoles aún no han salido de esa crisis. Han trabajado más, han cobrado menos, han arrimado el hombro para aumentar el crecimiento económico de España, pero han visto empeorar sus condiciones de vida, sin recuperarlas. Hacen bien los actuales dirigentes de la patronal al reconocer que se pueden mejorar aspectos salariales y de la reforma laboral. El Gobierno les está "animando" a que lo vean.

La reforma de Rajoy y Báñez de 2012 empeoró las condiciones para los trabajadores y lo justo ahora es mejorarlas. El mercado de trabajo se vio favorecido por una mayor creación de empleo, pero la precariedad y la desigualdad se cebaron con los empleados. La Organización Internacional del Trabajo acaba de apuntar que España es uno de los países donde las rentas salariales han perdido más. 64.500 millones de euros al año desde 2009. Desde la OIT calculan que 3.200 euros al año por trabajador.

Habrá que ir analizando los efectos de subidas como la del salario mínimo para contrarrestar las desigualdades. Por el momento, la oposición haría bien en situarse en la España de hoy en día y dejar de ver comunistas por todas partes. Es curioso que Sánchez diga que en Davos ni le han preguntado y aquí parece que vivimos la revolución rusa a diario. Pablo Casado se pregunta si con el pin parental "vamos a llegar a que los niños delaten a sus padres por no ser buenos revolucionarios" y Abascal nos alerta de "la secta comunista" y de estar "cerca de la corrupción de menores".

Mientras se pone en entredicho el trabajo de los profesores, de los consejos escolares y de los expertos educativos, bueno sería que se detuviera este retroceso hacia debates forzados, tal y como han reconocido hasta algunos dirigentes del PP, y nos centráramos en debatir sobre medidas como la subida del salario mínimo, de las pensiones, del sueldo de los funcionarios o el futuro de la reforma laboral, que son el pan de cada día para millones de ciudadanos.