Una luz que nunca se va
La autoestima será con los demás, o no será
"Los seres humanos para querernos necesitamos que nos validen. Que nos deseen. Que nos dejen en paz..."
Suelen decir eso de 'quiérete primero para que te quieran'.
Pero eso es un imposible.
Nadie puede quererse a sí mismo sin los demás.
No puedes trabajar tu amor propio en una esquina de tu casa.
Con unas instrucciones.
5 tips para quererte.
Y entonces los llevas a la práctica y, magia, ya te quieres.
Da igual que la gente ponga cara de asco cuando ve tu barriga.
Da igual que tu familia te trate mal.
Da igual que no sientas que se te valora profesionalmente.
Tú, en la más estricta soledad, vas y te quieres.
Como una decisión que no depende de otros.
Quererse es, así, una elección.
Y si no lo haces es porque no quieres.
Porque no te esfuerzas lo suficiente en hacerlo.
Si no te quieres es tu culpa.
Y por tanto si no te quieres y por eso no te quieren.
También es tu culpa.
Esta idea de ser cuerpos individuales que no dependen de nada.
En la que lo colectivo, la estructura, parece un invento.
En la que la cultura del esfuerzo hace recaer sobre tus hombros toda la responsabilidad.
En la que nos producimos sin los demás.
Es mentira.
Solo sirve para alimentar un sistema caníbal.
Que nos quiere en constante frustración para seguir sacando algo.
Para que no nos ayudemos.
Y un sistema que no quiere que las personas se ayuden entre ellas es un sistema que sabe que las personas que compiten producen más, están por tanto más insatisfechas y consumen más.
Decir 'quiérete a ti mismo' pero compra esta crema.
'Quiérete' pero come este producto.
Los seres humanos para querernos necesitamos que nos validen.
Que nos deseen.
Que nos dejen en paz.
Necesitamos sentir que somos suficientes.
Que nos quieran primero, para luego querernos, sí.
El orden de los factores, sí altera el producto.
Porque no se trata de encajar en el molde de lo que es querible.
Se trata de ampliar el margen.
De asumir las contradicciones y las sombras.
De saber que no porque des más, te querrán más.
Que quien te quiere te tendrá que querer siendo la persona que eres.
Y eso no es estático, ni inmutable, sino que es complejo.
Así que la autoestima será con los demás.
O no será.