Sorteo de Navidad

Qué hacer si se rompe o se moja un décimo de la Lotería de Navidad: no, no trates de restaurarlo tú mismo

Los décimos de la Lotería de Navidad pueden acabar en lugares y estados inesperados. Te explicamos qué es recomendable hacer en esos casos. Y no, no intentes recomponer el boleto tú mismo.

En breve

Los décimos de la Lotería de Navidad no son precisamente baratos, pues al tratarse de un sorteo extraordinario de Loterías y Apuestas del Estado su precio aumenta hasta los 20 euros. Es por esto que, cualquier imprevisto, puede fastidiarnos, sobre todo si el boleto resulta finalmente ganador de alguno de los premios del sorteo. Y por imprevisto se entiende: un décimo que ha terminado en la lavadora, un boleto que ha desaparecido por arte de magia o una papeleta que escondimos en algún lugar del mundo que no recordamos.

Sea cual sea el trágico desenlace del boleto, no hay que perder la esperanza. Pero sí que hay que dejar las manos quietas y no creerse un restaurador de décimos. Desde la OCU recomiendan meter el décimo directamente en un plástico y llevarlo a la administración de Loterías que nos vendió el boleto para que ellos se lo hagan llegar a la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado. Esta entidad será la que tenga la última palabra y decidirá si se puede cobrar el premio o no.

Si el décimo está muy deteriorado entrará en la ecuación la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Si tampoco diera por válido el décimo, la OCU señala que siempre se puede recurrir a un tribunal para que se fije en otras pruebas como, por ejemplo, el testimonio del vendedor, el análisis de los fragmentos y la falta de un ganador que exija ese premio.

¿Y si pierdo el décimo de la Lotería de Navidad?

Como en todo en la vida, en la Lotería de Navidad más vale prevenir que curar. Lo que se traduce en: cada vez que se compre un décimo es recomendable hacer una foto del anverso y el reverso.

Dicho esto, en el caso de que pierdas o te roben el décimo debes denunciarlo ante la Policía Nacional o Guardia Civil del lugar donde ocurrió el hecho. Además, en el escrito debes incorporar la máxima información posible, como las circunstancias de lo sucedido y pruebas gráficas (fotos del décimo en el que se vea el número, serie y fracción).

Acto seguido, debes hacer llegar ese escrito al organismo Loterías y Apuestas del Estado. De esta forma, nadie cobrará el décimo hasta que se averigüe quién es el verdadero dueño.

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