A lo largo de la historia de la NASCAR, se han visto todo tipo de situaciones. Golpes, luchas, sorpresas, incidentes... A fin de cuentas, el mundillo de las carreras norteamericanas suele ser
sui generis y eso genera titulares, apariciones en las noticias y sobre todo, afición.
Daytona ha tenido algunos de los momentos más memorables pero el de hace 40 años se lleva la palma. Corría la temporada de 1976 y
Richard Petty llegaba a las 500 millas de Daytona como el campeón en título y como gran candidato a triunfar en la legendaria prueba a bordo de un Dodge Challenger de su propio equipo, el Petty Enterprises.
Su rival, David Pearson, con el Ford Mercury de Wood Brothers que había ganado en la primera cita del año en Riverside. Ninguno de los dos pilotos marcó la pole position pero su ritmo en carrera era demoledor.
La polémica empezó durante las clasificatorias, puesto que
varios equipos utilizaron óxido nitroso en sus coches -de forma muy distinta y más rudimentaria de lo que se suele ver en las películas de Hollywood- para mejorar el rendimiento del motor. De hecho, algunos pilotos clasificaron más lentos para que los registros de los "tramposos" fueran más fáciles de detectar. Y así llegó el día de la carrera. El número 21 de Pearson y el número 43 de Petty estuvieron peleando por el triunfo durante gran parte de la misma hasta el punto de llegar a las últimas vueltas juntos. La lucha por la victoria iba a ser titánica. A lo largo de los dos últimos giros
el liderato cambió de manos en varias ocasiones hasta que tras la última curva hubo un toque entre los dos pilotos.
Pearson y Petty trompearon a alta velocidad, yendo a parar el primero al "infield" y el segundo al muro, antes de salir rebotado hacia la zona de césped. En primera instancia parecía que el más perjudicado había sido Pearson pero Petty se quedó clavado en el césped mientras su rival hacía marcha atrás para recuperar el control del coche y cruzar la línea de meta en primera posición. Así,
David Pearson se convirtió en el inesperado ganador -iba en segunda posición cuando sucedió el incidente- de la carrera, imponiéndose a un rival que se llevó una importante decepción. Aún así, gracias a la relativa amistad entre Petty y Wood Brothers, la situación no pasó a mayores. Una victoria en las 500 millas de Daytona se había decidido con golpe incluido pero sin puñetazos fuera de la pista. ¡Admirable! [embed]
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