Se esperaba mucho de
la conferencia de FIAT y Abarth en el Salón de Ginebra y lo cierto es que no defraudó a nadie. Además de su radical versión Abarth del 124 Spider, los italianos demostraron una vez más su amor por la competición, desvelando
lo que significará su regreso a los rallies. Su concepto clásico de descapotable biplaza obviamente sólo podía optar por ser encuadrado dentro de la categoría con aroma más añejo del panorama actual de la disciplina:
los R-GT. Y es que pocos han sido durante los últimos años
los que han apostado por renunciar a la tracción total y elegir únicamente la propulsión para sus modelos en una categoría en la que tal y como demostró Audi con su revolucionario sistema
Quattro, es vital poder afrontar los diferentes niveles de agarre con el mayor número de ruedas motrices. A pesar de ello, Porsche con diversos proyectos privados llevados por equipos como los británicos de Tuthill o
los proyectos oficiales de Toyota y Lotus con los GT86 CS-R3 y Exige R-GT, además del BRZ Pentacar de Subaru España, han aparecido durante los últimos años en nuestro panorama. Ayer fue la propia
Abarth la que destapó su reinterpretación del 124 Spider como coche de rallies, con claras reminiscencias y sabor del mejor whiskey añejado en barrica, con su tracción trasera y
300 CV de potencia (a 6.500 rpm) para un motor 1.8 de inyección directa y turbocomprimido. Y es que se ha puesto de moda eso de volver en las fechas redondas, lo hizo Peugeot al Dakar y al Pikes Peak, lo hizo Alpine con otro deportivo modernizado pero con líneas clásicas y ahora es Abarth la que nos deja entrever su regreso en forma de algo más que un Concept Car y
40 años después de su última participación en el Rally de Monte-Carlo.
Además de
contar con un cambio de marchas secuencial por levas y un diferencial de deslizamiento limitado que pretende hacer la vida más fácil a los pilotos, el propulsor ha sido colocado de tal forma que quede justo por detrás del eje delantero, todo ello para asegurar que no sufra del tan temido mal de subviraje en los tracción trasera y consiguiendo por tanto unas reacciones más neutras. Con el techo
se ha tenido que tomar la misma medida que con otros cabrios que han competido en el WRC como el Peugeot 307 cc, fijándose y utilizado un material ligero pero que cumpla con los estándares de seguridad en caso de impacto. El coche, que estará disponible para los equipos clientes el próximo 2017, todavía no tiene un destino claro. Algunos apuntan a que
podría competir en el Mundial o algunos Campeonato Nacionales dentro de la categoría R-GT, mientras que otros rumores procedentes de Italia hablan de la posibilidad de realizar algún tipo de Copa Monomarca. Lo que está claro es que
este potente y ligero deportivo biplaza italiano para rallyes ha nacido con el objetivo de ver a Abarth de nuevo sobre el hielo-nieve, la tierra y el asfalto en una de las categorías del automovilismo más exigentes.