El francés lidera el Rally de Monza y mañana puede conseguir el heptacampeonato
Para Toyota está un poco más complicado el título de constructores, ya que Hyundai tiene a Sordo y Tänak en la segunda y la tercera posición.
El viernes fue Thierry Neuville el que veía desaparecer sus opciones de ser Campeón del Mundo de Rallies y este sábado le tocaba el turno al líder de la general, Elfyn Evans, el cual sufría una salida de carretera en la segunda especial del bucle vespertino, teniendo que abandonar. El galés, que llegaba al Rally de Monza con 14 puntos de ventaja sobre Sébastien Ogier había marcado desde el viernes muy de cerca a su compañero de equipo, pero en una zona con nieve, el Toyota Yaris WRC equipado con gomas de lluvia no era capaz de aguantar sobre el asfalto, deslizándose por un pequeño terraplén a un lugar del que era imposible salir por sus propios medios.
Se esfumaba prácticamente por completo el sueño de los británicos, los cuales celebraban este año el 25 aniversario del primer título del WRC logrado por un compatriota, en este caso, Colin McRae, al que sucedería seis años más tarde Richard Burns en 2001. Desde entonces, la sequía propiciada por el dominio de los pilotos franceses había llevado a casi dos décadas de parón que parecía estar muy cerca de terminar en este anómalo 2020, con apenas siete rallies en los que Evans había sido el único piloto capaz de terminar todos y además ser el único hasta ahora que había completado dos victorias.
La racha terminó y Elfyn dilapidaba prácticamente todas sus opciones de ser Campeón del Mundo en esa curva de derechas del TC11, cuando el derrape sin control del Yaris WRC difuminaba su gran trabajo realizado hasta el momento. Ogier, aprovechando que es todo un especialista en el Rally de Montecarlo se ponía el traje de faena desde el primer tramo de la mañana y se situaba líder. Él estaba haciendo su parte del trabajo en un Rally de Monza que buenamente parecía replicar las condiciones de la cita monegasca.
El KO de Evans condiciona también la lucha de constructores, ya que Toyota perdía también una pieza y se quedaba únicamente con Ogier en primera posición y Kalle Rovanperä en la quinta, insuficiente para recortar esos siete puntos de ventaja con los que partía Hyundai Motorsport sobre los nipones. Apenas restan los tres tramos del domingo, todos ellos en el Circuito de Monza, distancia que parece insuficiente para que Sordo, a 17,8 segundos de Sébastien, pudiera alcanzar la primera plaza ocupada por el francés. Dani fue penalizado en la noche del viernes con 10 segundos por saltarse una chicane, algo que reducía su ventaja y hacía que los cinco primeros pilotos estuviera únicamente separados por apenas 7,7 segundos.
De que el cántabro gane la prueba italiana dependerá en buena parte que Evans tenga todavía opciones matemáticas para la jornada, ya que Ogier, con los 25 puntos de la victoria sería automáticamente campeón sin importar los puntos de la Power Stage, mientras que los 18 puntos de la segunda plaza darían una oportunidad para el piloto galés en caso de que Toyota GAZOO Racing pueda recuperar el Yaris WRC de la cuneta en la que se encuentra y dispute la Power Stage. Demasiadas cábalas después de haber llegado a Monza dependiendo de sí mismo para ser campeón.
No sería una jornada sencilla. El itinerario de la prueba se desplazaba hacia el norte, abandonando por primera vez las instalaciones del Autódromo Nazionale di Monza y disputándose en las zonas montañosas cercanas al Lago de Como,las cuales presentaban un bonito manto blanco que finalmente llevaría a la neutralización de una especial tras los fuertes accidentes sufridos por Gus Greensmith y Ole-Christian Veiby y a la cancelación de la penúltima prueba del día debido a la gran cantidad de nieve y a que los competidores no disponían de neumáticos con clavos. Mads Ostberg, Jari Huttunen y Tom Kristenson son los grandes favoritos al título de WRC2, WRC2 y el Mundial Júnior.