Sin programa después de negarse la homologación al Volkswagen Polo WRC 2017,
Andreas Mikkelsen prefirió preparar junto a sus manager la temporada 2018, en búsqueda de un asiento oficial que le permita luchar por los títulos. El piloto noruego, ha estado en la órbita del fabricante de Wolfsburgo desde su llegada al IRC, campeonato en el que se coronó en dos ocasiones. En esta ocasión decidía regresar a los orígenes,
pilotando uno de los Skoda Fabia R5 oficiales en el WRC2 de forma esporádica. Dos victorias de dos posibles, en
Monte-Carlo y Córcega, ambas de forma autoritaria y sin opción a réplica. Lejos de decantarse por luchar por el título de la llamada segunda división del Mundial de Rallies,
Mikkelsen ha mantenido el contacto con los equipos oficiales, con el objetivo claro de conseguir una montura que le vuelva a permitir luchas por los triunfos los próximos años, algo, que actualmente sólo puede asegurar si estás ligado a un equipo de fábrica. Los principales rumores apuntaban a que
Toyota GAZOO Racing podría ser el principal destino. Sin la confirmación definitiva de la identidad de su tercer piloto -posteriormente se haría oficial que Esapekka Lappi estará en Portugal- y con las dudas generadas por Juho Hänninen en este inicio de temporada, todo parecía apuntar a que
Tommi Mäkinen intentaría completar su alineación de pilotos con la presencia del ex de Volkswagen, el cual se uniría a su antiguo compañero en el equipo teutón, Jari-Matti Latvala.
Las conversaciones se sucedían e incluso el propio
Andreas Mikkelsen reconocía los contactos con Toyota, especialmente buscando estabilidad que da un proyecto a largo plazo como es el de los nipones, dispuestos a utilizar todos sus recursos para conseguir de nuevo situarse en el escalafón más alto de los rallies. Incluso empezó a ponerse en entredicho
la posición de Juho Hänninen dentro del equipo, llegando a hablarse del piloto escandinavo como su sustituto antes de llegar al final de temporada. Sin embargo, Hyundai Motorsport sorprendía a todos
permitiéndole probar su i20 Coupé WRC durante el pasado viernes en un test realizado en Portugal. El equipo dirigido por Michel Nandan y Alain Penasse aseguraba que únicamente se trataba de una única jornada de pruebas que permitiría a la formación recibir nuevos datos acerca de su coche por parte de otro piloto distinto.
Mikkelsen ocupaba el puesto de Hayden Paddon, todavía en su país natal, mientras que Dani Sordo y Thierry Neuville se encargaban de realizar los otros dos días de test que realizaba Hyundai sobre suelo luso. El propio Penasse salía al paso de los rumores y aseguraba que la presencia de Andreas no significaba que en Portugal vaya a haber cuatro Hyundai presentes, aunque en declaraciones a
Autosport no descartaba mantener conversaciones en el futuro con EVEN Management, representantes del ganador de tres rallies del Mundial (España’15, Polonia’16 y Australia’16). Después de ver que se le complicaban las conversaciones con un piloto que parecía tener atado,
Tommi Mäkinen también ofrecía a Mikkelsen realizar un test con el Yaris WRC, recordando en gran parte a la situación vivida a finales de 2016 cuando Sébastien Ogier se quedó sin equipo y tanto Toyota como M-Sport le permitieron probar sus unidades de test. Por el momento, todo parece indicar que en Portugal
volverá a estar al volante del Skoda Fabia R5, descartándose por el momento su presencia puntual en el Campeonato de Turismos sueco con un Volkswagen Golf GTI del TCR. Andreas Mikkelsen ha pasado de ser la última opción tras Ogier y Latvala, a ser uno de los pilotos más deseados en el mercado de fichajes actual.