Con Miguel Molina en el Ferrari número 61 de R. Ferri Motorsport siempre en el podio, los españoles cerraron el año a lo grande
En el inusual 'Roval' de Las Vegas, el Bentley de Andy Soucek ganó las dos carreras disputadas y se aseguró el campeonato de equipos.
La temporada 2019 de la Blancpain GT World Challenge America llegó a su fin el pasado fin de semana en Las Vegas en una particular ronda disputada en el “Roval”, un circuito que combina secciones de óvalo con partes de trazado “rutero”. En una cita que difícilmente habría podido ser más americana en sabor, Andy Soucek estuvo impecable y se desquitó de un par de rondas con menos fortuna de lo deseado al lograr las dos poles, las dos victorias y una vuelta rápida para un fin de semana casi perfecto. En el podio estuvo siempre también Miguel Molina, de vuelta a su montura para celebrar el recientemente firmado título de su compañero.
En esta ocasión, el piloto catalán retornó al Ferrari 488 GT3 número 61 de R. Ferri Motorsport con Toni Vilander. El finlandés se proclamó campeón en la anterior cita y para él las carreras de Las Vegas eran más una celebración que una obligación. De esta forma se recuperó la dupla ganadora de los primeros compases de temporada. Por otra parte, lógicamente el equipo K-PAX mantuvo sus alineaciones con Andy Soucek al lado de Álvaro Parente en el Bentley Continental GT3 número 9. Su objetivo para el fin de semana, lograr buenos resultados y asegurarse un merecido subcampeonato que tenía que llegar batiendo a sus propios compañeros en el coche número 3.
La primera carrera, disputada bajo condiciones diurnas, empezó con un Soucek que perdió la primera posición en favor del Porsche de Scott Hargrove y el Ferrari de Molina, aunque el madrileño recuperó la segunda posición en la segunda vuelta y el liderato en la sexta tras dejarse adelantar el líder; dirección de carrera le había declarado culpable de no haber respetado el procedimiento de salida. Para el coche número 9, la clave fue retrasar la parada para cambiar de piloto hasta lo más tarde posible. Tras subirse al coche Parente, su ventaja era tan grande que nadie amenazó su victoria. El segundo puesto fue para Vilander y Molina, mientras Rodrigo Baptista y Maxime Soulet fueron terceros en el Bentley número 3.
La segunda carrera tuvo el punto especial de disputarse bajo la luz de la luna –y los focos del circuito- pero también dio comienzo con un cambio de líder al situarse Molina en cabeza en primera instancia. El piloto catalán sufrió el mismo problema que Hargrove en la primera arrancada, de manera que en la vuelta 9 el Ferrari tuvo que ceder el paso al Bentley que en aquel momento pilotaba Parente. Por lo general, la carrera del domingo fue algo más tranquila que la del sábado… pero aún así hubo cambios de posiciones con el paso de las vueltas. La parada a boxes del Ferrari número 61 fue más lenta de lo esperado, permitiendo que los Bentley de K-PAX mandaran a placer. De esta forma, Soucek y Parente se llevaron la última victoria del año por delante de Baptista y Soulet. Molina y Vilander completaron el podio.
En la clasificación general, lógicamente Toni Vilander perdió algo de la ventaja que tenía antes de la cita de Las Vegas aunque al ser ya campeón, los puntos eran lo de menos. Por detrás, Andy Soucek y Álvaro Parente se hicieron con el subcampeonato de la mejor manera posible gracias a sus dos victorias en el Bentley número 9, mientras sus compañeros del número 3 -Rodrigo Baptista y Maxime Soulet- fueron terceros en la general. Curiosamente y a pesar de haberse perdido dos rondas, el buen trabajo de Miguel Molina en las cinco que sí disputó hace que sea cuarto en la general, por delante de Scott Hargrove y Patrick Long en su Porsche, siendo los únicos capaces de desafiar a los tres coches dominadores de la temporada.
Aunque quizás más importante era la pelea por el campeonato de equipos y el campeonato de constructores que se jugaban en la última ronda. En la clasificación reservada a las escuadras, K-PAX Racing pudo llevarse el 'premio de consolación' con un empate a puntos con R. Ferri Motorsport que se resolvió a su favor en el desempate más ajustado con mismo número de victorias, segundos, terceros y cuartos. En cuanto a los fabricantes, Ferrari tuvo algo más de fortuna gracias a los tres puntos de más sumados por la firma italiana con otro de sus coches durante la temporada. Diferencia mínima que decantó el campeonato de constructores a su favor.