El SUV eléctrico de Audi sigue poniéndose a punto
Tras batir el récord durante el pasado mes de junio, el Grupo Volkswagen ha visto como otro de sus vehículos se ha enfrentado al icónico Pikes Peak, en este caso en bajada y para probar el eficiente sistema de recuperación de energía del Audi e-tron
La Subida Internacional a Pikes Peak hace tiempo que se ha convertido en territorio reservado para los vehículos eléctricos. En este caso era Volkswagen Motorsport la que quiso demostrarlo con un proyecto que en un inicio no tenía un objetivo ambicioso, pero que terminó situando al Volkswagen I.D. R Pikes Peak como la gran referencia de la icónica subida a la montaña de Colorado Springs. 4.302 metros, 156 curvas, casi 20 kilómetros de recorrido y el primer coche en la historia que pudo bajar de los ocho minutos y batir por tanto el récord que permanecía vigente durante el último lustro tras el tiempo de 8 minutos y 13.878 segundos establecido por Sébastien Loeb y su Peugeot 208 T16 PPIHC térmico en la edición de 2013.
La gran actuación del Grupo VAG se vería refrendada con el asalto de Bentley y su Bentayga al récord de los SUV de producción con el experimentado piloto Rhys Millen al volante del todocamino de los británicos. Ahora, otro representante del grupo Volkswagen ha querido ponerse a prueba en un recorrido que no hace prisioneros y en el que los sistemas de propulsión eléctricos se desenvuelven a la perfección.
Los responsables de Audi decidían de esta forma llevar al e-tron prototype a estas condiciones de gran altura y con el objetivo de poner a prueba el sistema de recuperación de energía, precisamente una de las claves del que será el SUV eléctrico de los germanos con 400 kilómetros de autonomía anunciados según el ciclo de homologación WLTP. Según los datos publicados por la marca de los cuatro aros, el rango que se puede cubrir viene de la mano de un sistema de recuperación de energía que aporta hasta un 30% de energía más.
Las cifras de prestaciones ya las conocíamos, con un SUV que será capaz de cubrir el 0 a 100 km/h en menos de 6 segundos gracias a sus dos motores que entregan 300 kW de potencia (408 CV en el modo Boost que dura ocho segundos). En este caso, Audi quería probar todas las bondades de su novedosa tecnología de recuperación de energía, con casi 31 kilómetros desde a cumbre hasta las faldas de Pikes Peak. Allí, el prototipo del Audi e-tron fue capaz de recuperar un kilómetro adicional de autonomía por cada kilómetro de descenso recorrido. Poniéndole números al experimento, el sistema trabaja con un par de hasta 300 Nm y 220 kW de potencia eléctrica, más del 70 por ciento de su potencia de sistema.
Entre otras novedades que incorpora el e-tron Prototype y que previsiblemente se dejarán ver también en la versión definitiva, nos encontramos con tres modos de recuperación de energía elegible a través de las levas en el volante, algo inédito en modelos eléctricos de producción. De menor a mayor capacidad de frenada, el primer modo permite al coche rodar por inercia sin resistencia adicional de los frenos cuando se levanta el pie del acelerador, mientras que en el tercer modo, el SUV eléctrico de Audi experimenta una reducción de velocidad notable, una frenada que llega a su máximo potencial cuando se utiliza el pedal del freno y entran en acción el también novedoso concepto de control electrohidráulico de frenos. Los ingenieros de Audi apuntan a que este tipo de sistema reduce en un 20 por ciento la distancia de frenado respecto a la tecnología convencional.