EL FUTURO DE LA FORMULA 1 ES VERDE
La llegada de la marca alemana a la Fórmula 1 en 2026 ha llevado a que unan fuerzas con BP con el objetivo de desarrollar combustibles sostenibles para el campeonato de dentro de dos temporadas.
La Fórmula 1 se caracteriza, entre muchas cosas, por el rugir de sus motores y el olor a gasolina, algo que en el futuro de este deporte podría cambiar totalmente. La sostenibilidad es uno de los puntos más importantes del futuro del automovilismo, y Audi ha anunciado su entrada en la Fórmula 1 en 2026, respaldada por la colaboración con BP.
Estas dos marcas, a través de su marca Castrol, han sido socias desde la década de los 80 en el mundo de la competición. Juntos han cosechado muchos éxitos en el Mundial de Rallys, las 24 Horas de Le Mans, el Campeonato Mundial de Rallycross y el Campeonato Mundial de Fórmula E. Ahora, están listos para dar el salto al siguiente nivel, la Fórmula 1.
La premisa es clara, el desarrollo de combustible sostenible y lubricantes especializados. BP, como primer socio oficial del futuro equipo de Audi en la Fórmula 1, tiene como objetivo crear un combustible sostenible que cumpla con las especificaciones exigidas por la FIA.
Con esto, se promete reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 65% en comparación con los combustibles fósiles actuales. Castrol será una de las piezas fundamentales para que la marca alemana funcione bien en esta competición, ya que desarrollará lubricantes para el motor V6 turbo de Audi, así como fluidos especiales para el motor eléctrico y la batería.
La llegada de la marca germana coincide con la implementación de un nuevo reglamento de la FIA, caracterizado por una mayor electrificación en los monoplazas y el uso de combustibles sostenibles, además de otros cambios.
Juntos ya han conseguido logros importantes, como el motor turbo de 2 litros y cuatro cilindros desarrollado por Audi para la serie DTM en 2019 y 2020, que fue un éxito total gracias a los lubricantes de Castrol y el combustible desarrollado por Aral.