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El reglamento del WEC les obligará a construir al menos 20 unidades

El brutal Toyota GR Super Sport Concept ya se deja ver en movimiento

Un LMP1 para la calle, esa es la propuesta de Toyota que además le servirá como base para su futuro Hypercar que competirá en el WEC en la temporada 2020-21.

Toyota GR Super Sport Concept Toyota

Septiembre de 2020. Ese será el inicio no solo de la temporada del Mundial de Resistencia, sino también dará el pistoletazo de salida a la nueva era del campeonato, en este caso bajo el reglamento de los Hypercar. Desde su confirmación el pasado viernes 14 de junio en el Consejo Mundial del Motor, Aston Martin y Toyota han sido los únicos que han confirmado su presencia en el debut de la nueva normativa que sustituirá a la de los actuales prototipos LMP1, cada uno optando por las dos vertientes que han abierto desde ACO y FIA para atraer a los fabricantes.

En el caso de los británicos se optará por crear una versión de competición derivada del Aston Martin Valkyrie, mientras que en el caso de Toyota se espera que se parta de un prototipo construido exprofeso con las formas del GR Super Sport Concept que se presentó en enero de 2018 en lo que en aquel momento parecía un mero trabajo conceptual aprovechando lo aprendido durante los últimos años con el Toyota TS050 Hybrid LMP1-H. Sin embargo, ahora confirmado que Toyota utilizará este modelo como base para su nuevo coche para el WEC, uno de los puntos del reglamento confirma inmediatamente que tendrá que haber una versión de producción.

Toyota GR Super Sport Hypercar | Toyota

Concretamente, los pocos detalles establecidos por el departamento técnico del ACO apuntan a que los coches tendrán que cumplir con algunos detalles como tener un máximo de potencia de 750 CV y un mínimo de 1.100 kilogramos de peso, mientras que, en el caso de optar por montar un sistema híbrido, este deberá estar dispuesto en la misma posición que en el coche de calle. Precisamente de ese coche de producción al que hace referencia el reglamento deberán construirse al menos 20 unidades en los dos primeros años para homologar el coche de competición.

Esa versión matriculable para la calle ya se ha podido ver rodando en circuito, precisamente en la pista nipona de Fuji Speedway, donde Kamui Kobayashi, piloto oficial de Toyota GAZOO Racing ha compartido el volante con personalidades como Tomoyama o el propio 'Morizo', sobrenombre que ha empleado Akio Toyoda, CEO de Toyota, cada vez que ha querido competir pasando de inadvertido. Un breve vídeo del prototipo camuflado nos deja ver que el desarrollo ya se encuentra muy evolucionado, manteniendo el monocasco de fibra de carbono y con un interior derivado de la versión de competición que recuerda inevitablemente al del Aston Martin Valkyrie, también optando por las cámaras en lugar de retrovisores.

Kamui Kobayashi era precisamente uno de los pilotos más tristes el domino en el Circuito de La Sarthe. No solo se le acababa de escapar otro año más la opción de ganar en las 24 Horas de Le Mans, sino que también veía cómo el Toyota número ocho se coronaba finalmente Campeones del Mundo de Resistencia, correspondiéndole por tanto a su compatriota, Kazuki Nakajima, el honor de ser el primer japonés campeón intercontinental FIA.