La jornada de prueba estuvo marcada por el viento y la arena presente
El piloto español debutaba al volante del SF21 con el quinto mejor tiempo del día y con un pequeño susto en forma de trompo.
La hoja del calendario de este mes de marzo aparecía marcada para todos los aficionados al Mundial de Fórmula 1. Este viernes 12 comenzaban los test de pretemporada, una de las más cortas de los últimos años, después de que los equipos y los responsables del campeonato decidieran comprimir en apenas tres días las pruebas invernales, además de trasladarlas del Circuit de Barcelona-Catalunya donde estaban inicialmente previstas a Bahréin, precisamente el mismo lugar en el que se disputará el primer Gran Premio del año.
Con la parrilla partida en dos, apenas 10 monoplazas salían a las dos sesiones de cuatro horas que se celebrarían en la primera jornada, produciéndose uno de los hitos más esperados de la pretemporada: el debut de Carlos Sainz al volante del Ferrari SF21. El madrileño se convertía en el tercer español que lucía el cavallino rampante como piloto titular, aunque habrá que esperar a final de mes, con la primera carrera para registrarlo en la historia de los de Maranello.
En el caso de Sainz, su día estuvo partido en dos, con la jornada matinal siguiendo desde boxes las evoluciones de su compañero, para pasar a la tarde a pilotar el Ferrari, logrando el quinto mejor tiempo del día y sufriendo un trompo sin consecuencias en un momento en el que la pista se encontraba en condiciones muy delicadas de agarre debido a que las fuertes rachas de viento habían arrastrado una gran cantidad de arena del desierto. Tampoco el autor del mejor crono, Max Verstappen, estaría exento de cometer errores, en su caso durante la mañana, con el RB16B trompeando debido a que la zaga se desestabilizaba por el viento.
El holandés con 139 vueltas acumuladas lograba un registro de 1m30.674s, terminando el día por delante de Lando Norris, ambos con el compuesto medio de Pirelli, y por delante de Esteban Ocon, al volante del Alpine que mañana pasará a manos de un Fernando Alonso ya muy recuperado de su accidente de tráfico sufrido en el mes de febrero. Lance Stroll se encargaba de poner entre los cinco primeros al Aston Martin, por delante de Sainz y con un crono que era claramente mejor que el de su compañero de equipo en los de Gaydon, Sebastian Vettel.
Sería sin embargo un día muy complicado para los Mercedes-AMG F1, los defensores de ambos títulos y los grandes dominadores de la era híbrida del Mundial. Apenas seis vueltas podría completar Valtteri Bottas con el W12 por la mañana debido a problemas en la caja de cambios, mientras que ya por la tarde, Lewis Hamilton tomaba el testigo y también únicamente pudo realizar 42 giros, pasando gran parte de la sesión en boxes buscando cambio de reglajes y la adaptación al monoplaza. Cuando el británico estuvo sobre el asfalto, las sensaciones tampoco fueron buenas, con numerosas salidas de pista y un tiempo a más de 2 segundos de lo realizado por Verstappen.
Sería un día para fotos oficiales, las primeras ruedas de prensa y para poner a punto los monoplazas, con las primeras horas de la mañana dedicadas a realizar las vueltas de instalación para comprobar que todos los sensores daban valores correctos, así como minutos para montar las parrillas sobre la carrocería para cerciorarse de que la correlación con los datos del túnel del viento era adecuada. En el resto de equipos también hubo trabajo en el garaje, con Aston Martin sufriendo problemas eléctricos o HAAS teniendo que cambiar la caja de cambios afectando mucho al estreno de Mick Schumacher.