Nick Cassidy y Narain Karthikeyan se llevaron las victorias en representación de los equipos japoneses
Los coches del Super GT dominaron la Fuji Dream Race frente a los ases del DTM.
Después de años de negociaciones y búsquedas de tesoro sin un final a la vista, el pasado fin de semana la colaboración entre el Super GT japonés y el DTM alemán culminó en la Fuji Dream Race. El legendario circuito de Fuji albergó finalmente la carrera combinada de los dos campeonatos después de haber participado tres coches del Super GT en la última ronda del DTM en Hockenheim como invitados. En este sentido, los japoneses se cobraron su venganza ya que en Alemania la falta de DRS de los coches nipones y un tiempo limitado de pruebas les dejó claramente por detrás. En Fuji, Nick Cassidy con Lexus y Narain Karthikeyan con Honda se llevaron las victorias de un fin de semana organizado ‘al estilo DTM’ aunque los equipos y pilotos europeos tuvieron un papel algo más destacado. Evidentemente el resultado era lo de menos en esta ocasión y en ese sentido el evento fue un éxito por la atención mediática y la afluencia de público.
Aún así, tanto los equipos japoneses como los alemanes se tomaron el fin de semana como una carrera competitiva más, dándolo absolutamente todo con las consecuencias esperables en forma de accidentes y demás situaciones que marcaron el desarrollo de la prueba. Esta comenzó con un test extra para los equipos japoneses que tenían que adoptar los neumáticos Hankook que se emplean normalmente en el DTM. Por lo demás, se alcanzó un compromiso entre los formatos de las dos categorías al disputarse dos carreras de una hora (55 minutos y una vuelta más) en días consecutivos. Para los pilotos del DTM era un formato conocido, mientras los equipos del Super GT dividieron la acción del fin de semana entre los dos pilotos de cada máquina. Sin embargo, en algunos casos concretos algunos pilotos de este último campeonato estuvieron en las dos carreras como es el caso de Naoki Yamamoto.
Para el Super GT, fue un fin de semana especial puesto que tenía varias emotivas despedidas. La primera y quizás más reconocible para los aficionados europeos es la posible marcha de Calsonic como patrocinador del Nissan del Team Impul después de haber estado en todas las ediciones del campeonato. También Keihin podría dejar el Real Racing, siendo en ambos casos un cambio que llegaría tras la compra de las empresas por parte de otras compañías. En cuanto a maquinaria, la actual generación de GT500 se retira aunque lo más relevante es el fin de la historia de los Honda NSX con motor central (en 2020 tendrán motor delantero) y de los Lexus LC500 que dejarán paso a los nuevos Toyota Supra GR. Luego está el tema de los pilotos como es el caso de un Kenta Yamashita que tras ser campeón en 2019 podría no estar en 2020, centrándose en el WEC.
El fin de semana arrancó con la victoria de Nick Cassidy en su última carrera al volante de un Lexus LC500. El neozelandés estuvo impecable tras firmar la pole position y mandar en toda la carrera. Por detrás, drama antes de la salida con un Loïc Duval que tenía que partir segundo y que acabó contra las protecciones mientras calentaba sus neumáticos camino a la parrilla en la vuelta de instalación. Esto dejó al contingente del DTM sin buena representación en cabeza, permitiendo que Koudai Tsukakoshi y Naoki Yamamoto fueran segundo y tercero respectivamente en sendos Honda. El primer piloto del DTM acabó siendo Benoît Tréluyer, sexto. El francés se había planteado la retirada pero después de un buen fin de semana su cabeza está más centrada que nunca en pilotar. Por su parte, Yamashita cerró el año en cuarta posición mientras su destino para el futuro queda en el aire. Se espera que repita en la Super Fórmula pero el Super GT puede depender de los planes que tenga para él Toyota de cara a la temporada 2020-21 del WEC.
La segunda carrera fue el gran evento del fin de semana, comenzando con una pole position de Daisuke Nakajima que se convirtió en sexta posición por la sanción de cinco puestos tras el cambio de chasis como consecuencia del fortísimo accidente de su compañero Hideki Mutoh el viernes. Nakajima aprovechó el momento para anunciar su retirada de las carreras con solo 30 años. En carrera acabaría siendo sexto, mientras la pelea fue esta vez sí una auténtica batalla campal por los puestos de podio entre el Super GT y el DTM. Por delante, un impertérrito Narain Karthikeyan que tuvo su gran día con una victoria incontestable tras ser perfecto en cada momento de la prueba. A su lado en el podio, Loïc Duval y Marco Wittmann tras un final espectacular entre ambos. Por detrás, dos Honda fuera tras un incidente múltiple y cuatro Lexus retirados tras otro accidente de grandes proporciones. Curiosamente en la curva Supra GR.
Más allá del cruce entre el GT500 y el DTM, la organización del evento trajo también a varios equipos de GT300 para una carrera de soporte que al final tuvo que conformarse con ‘solo’ doce participantes. De entre ellos, siete eran habituales del Super GT mientras los restantes cinco venían de la Super Taikyu, el verdadero certamen de resistencia nipón. En las dos carreras disputadas, el verdadero héroe fue Ritomo Miyata al volante del Lexus RC F GT3 de LM Corsa que comparte con Hiroki Yoshimoto. Ambos ganaron las dos carreras, mostrándose increíblemente superiores a sus rivales. Se subieron también al podio un Nissan GT-R GT3, un Corvette GT3 y el inusual Toyota Mark X de especificación japonesa. Así llega a su fin la temporada 2019 del Super GT y del DTM, que miran ya hacia 2020. Después de la buena experiencia conjunta, se buscará repetir el próximo año. Y si esta vez también acude Aston MartinAston Martin, aún mejor.