La historia del Campeonato del Mundo de Rallies no ha estado tradicionalmente ligada a grandes éxitos españoles, con la notable excepción de Carlos Sainz y sus veintiséis victorias demás de los dos títulos mundiales. Solo dos pilotos más de nuestro país han logrado imponerse en una prueba del mundial, con y más recientemente
Dani Sordo. El cántabro
se impuso en el Rally de Alemania de 2013 y a día de hoy es la última victoria española en el WRC.
La temporada 2013 fue la primera del nuevo y dominador equipo Volkswagen, que con el imperturbable Polo R WRC se impuso en seis de las ocho primeras pruebas del año con cinco triunfos de Sébastien Ogier y uno de Jari-Matti Latvala. Solo Sébastien Loeb en sus apariciones esporádicas había logrado imponerse a los coches alemanes al volante de su Citroën DS3 WRC en Monte Carlo y en Argentina. El campeonato no tenía batalla por el título con Ogier como líder destacado. Sí había algo más de guerra en los puestos posteriores, sobre todo con
un ajustado duelo por el subcampeonato entre Latvala y Neuville, separados por un solo punto a favor del belga antes del Rally de Alemania, novena cita de un calendario de trece pruebas. En cuanto a Dani Sordo, los mejores resultados en su retorno a Citroën habían sido un tercer puesto en la cita inaugural en Monte Carlo y una segunda posición en Grecia. Resultados insuficientes para mantener su volante para 2014, temporada en la que empezó su asociación con Hyundai.
Ogier tenía en Alemania la oportunidad de proclamarse campeón del mundo por primera vez pero
una salida de pista en el segundo día -el primero había tenido dos tramos cortos- le obligó a retirarse y con ello se abrieron ligeramente las opciones de título de sus dos teóricos posibles rivales. Latvala fue el primero que quiso y pudo aprovechar la situación, tomando la delantera de la cita alemana y cerrando la segunda jornada en cabeza por delante de Neuville y Sordo, relativamente cerca. Pero el difícil evento para Volkswagen siguió con problemas en una puerta para el finlandés que acabaron ocasionándole una salida de pista cerca del final del tercer día de competición. Segundo problema para los alemanes en su evento de casa y liderato contra pronóstico para Neuville a bordo del Ford Fiesta WRC... durante un solo tramo. El último del tercer día fue favorable a
Sordo, logrando así situarse en cabeza con ocho décimas a falta de los dos últimos tramos. Latvala por su parte cayó hasta el séptimo puesto. Varios abandonos más hacían que los WRC coparan solo las cuatro primeras posiciones, lo que significaba que el líder de WRC-2 era
el quinto clasificado. La identidad del piloto era nada más y nada menos que Robert Kubica, líder de la general en su categoría y camino a proclamarse campeón del mundo en ella ante su debut con los "coches grandes" en 2014. Aunque en realidad, Citroën le proporcionó un coche para el Rally de Gales... desafortunadamente para el polaco no terminó muy bien la historia.
Lo que sí iba a terminar bien para Kubica era el Rally de Alemania ya que a bordo del DS3 RRC logró finalizar quinto en la general, lo que además de ganar en WRC-2 le supuso obtener el que acabó siendo el mejor resultado de toda su andadura en el Campeonato del Mundo de Rallies. Curiosamente, jamás logró superar ese resultado a bordo de un WRC en los dos años siguientes. Aunque en 2014 y 2015 decepcionó con un exceso de agresividad que no compensaba su evidente velocidad, en 2013 su futuro en los rallies parecía brillante. Mientras tanto, la lucha por la victoria iba a ser especialmente dura y de hecho acabó siendo incluso agónica. Tras la primera especial del último día, la ventaja de Sordo pasó de ocho décimas a tres segundos pero en el último tramo
Neuville salió a por todas. El belga llegó a reducir la ventaja de Sordo hasta los dos segundos durante el último tramo pero a pocas curvas del final, el "desquiciado" piloto de Ford
se salió de pista intentando lo imposible y vio como se le escapaba su posible primera victoria.
Quien se estrenó ese 25 de agosto de 2013 fue Dani Sordo, finalmente ganador en el WRC tras 107 participaciones. El segundo puesto fue para Thierry Neuville, que volvió a meterse en la lucha por el título -en cierta forma- y el podio lo completó Mikko Hirvonen con casi cinco minutos y medio de ventaja sobre el checo Martin Prokop. Robert Kubica cerró un top 5 bastante peculiar, con Latvala séptimo y Ogier fuera de los puntos. Pero el francés estaba a punto de empezar una muy buena etapa de su carrera deportiva...