El
Campeonato de España de Rallyes de Asfalto está preparado para mudar de piel de cara a la próxima temporada. Durante los últimos años, la llegada de los GT Rallye y más concretamente de
los Porsche 997 GT3, ha sacado del ostracismo en el que había caído el Nacional de esta disciplina tras la salida de las marcas que en él se encontraban representadas (a excepción de otras que decidieron tomar un papel secundario como Trofeo Monomarca o luchando por 2RM). Estas bestias de más de 400 CV y tracción trasera
dieron vida a los rallyes de nuestro país durante algo más de un lustro, sin embargo, la Federación Española ha creído que es el momento de pasar página. A pesar de que
la primera intención de la RFEdA era el de imponer la normativa FIA y con ella los carísimos R5 (por encima de los 230.000€ si se quiere tener una unidad de las llamadas ‘pata negra’), la aprobación por parte de la Federación Internacional de
los denominados Maxi Rally argentinos ha abierto para competir en pruebas regionales ha abierto todo un mundo de posibilidades para los equipos del Campeonato de España de Rallyes de Asfalto y del de Tierra. La idea, surgida
en la sede de los hermanos Baratero consistía en prototipos con un motor común basado en el propulsor Honda 2.4 atmosférico proveniente del CR-V y con numerosos elementos mecánicos estándar como la transmisión que era de origen Subaru. Esto permitía a las filiales argentinas de las respectivas marcas
hacer su propio coche de rally sin tener que realizar una homologación de un modelo FIA y sin tener que realizar largas tiradas de vehículos en serie para conseguirla. Simplemente necesitaban una silueta apropiada y cumplir con el resto de normativa.
La autorización para
montar el 1.6 turbo del 208 GTi en estos Maxi Rally y exportarlos al resto del mundo ha permitido que los costes se mantengan reducidos pero que pueda darse a modelos muy competitivos,
cercanos incluso al rendimiento de los actuales R5 a mitad de precio. Con el nombre oficial de categoría N5, este experimento argentino ha llegado a nuestro país y las primeras marcas y preparadores se han mostrado interesados en ellos incluso ante la necesidad de apresurarse y trabajar en el invierno para tenerlo listos de cara al inicio de la temporada 2016.
Suzuki Ibérica ha sido la primera marca en mostrar su interés y junto a ARV (equipo que mantiene sus coches de la copa monomarca y los S1600 que competían en la categoría 2RM) ya se encuentran
construyendo un Swift bajo esta filosofía Maxi Rally o N5, con tracción total y cambio secuencial que servirá como molde sobre el que se redactará oficialmente la normativa definitiva. Junto a ellos
RMC, vigentes Campeones de España con Miguel Fuster, también trabajan a marchas forzadas
en asociación con Baratec para preparar sus 208 N5 que también se espera que compitan en el Nacional de Asfalto de 2016. España pasa de ser la los GT Rallye y los Porsche a la de los N5 argentinos. Esperemos calen hondo, mejoren el espectáculo y atraigan a aficionados y más marcas. Prácticamente se está obligado a ello ahora que
la Federación parece decidida a cortar las alas a los GT Rallye por medio de la limitación de su potencia, algo que en teoría los pone en desventaja en cuanto a rendimiento respecto a los R5 debido a
la propulsión frente a la tracción total de estos modelos FIA. Los Porsche vuelven a ser una especie en riesgo de extinción, deberán ser los N5 los que tomen el testigo.