Todos los años, un grupo de motoristas se juntan en
ese pequeño islote entre Inglaterra e Irlanda cuyos habitantes están acostumbrados a ver pasar por delante de sus casa cientos de motos a más de 250 km/h. Sólo ocurre una vez al año, pero la semana del
Tourist Trophy es posiblemente una de las más esperadas por los aficionados a las dos ruedas durante el año, algo así como unas segundas navidades. Sin embargo, este año esas bestias mecánicas a las que les ‘faltan dos ruedas’ se han visto un tanto eclipsadas por un aspirante japonés preparado por un icónico preparador británico del Mundial de Rallyes. A nadie le sorprendió
ver a Subaru presentarse con un Impreza WRX STi de Time Attack desarrollado específicamente para afrontar los 60 kilómetros de recorrido que supone bordear casi por completo la Isla de Man. Ya lo habían hecho en el pasado con coches más cercanos a la producción. En esta ocasión el Impreza,
valorado en 620.000 €, ha sido preparado a conciencia para bajar el record de vuelta lo máximo posible. Esto se traduce en que Prodrive ha conseguido sacar del
motor bóxer 2.0 turbo hasta 600 CV de potencia, consiguiendo hacer gracias a los apenas 1.200 kilogramos de peso del conjunto y a la tracción total el 0 a 100 km/h en
2,6 segundos.
Suspensiones, electrónica y el sistema de frenado son prácticamente una
adaptación de un World Rally Car, mientras que de los circuitos han heredado un DRS (Drag Reduction System) que ha permitido al piloto, el tres veces Campeón Británico de Rallyes, Mark Higgins llevar la velocidad punta del Subaru
hasta los 290 km/h gracias a un botón en el salpicadero que ponía el alerón trasero en posición de baja carga aerodinámica. Vital cuando estamos hablando que el piloto ha llevado el acelerador pisado a fondo durante casi un 75% de la vuelta. También de las pistas llegaban los neumáticos slick de Dunlop, los mismos que se utilizan en el BTCC. Todo esto hacía que en el primer intento a vuelta lanzada, Higgins, natural de la Isla de Man,
fulminara su anterior mejor tiempo logrado en 2014. La marca en aquel momento fue de 19 minutos y 15,88 segundos a una media de 189 km/h para completar las exactamente 37,73 millas de carreteras tortuosas, pasos por pueblos y cambios de rasante de las que se compone el circuito del Tourist Trophy. En la primera pasada era capaz de hacer un crono de 17 minutos y 49,75 s, mientras que en la segunda, Higgins bajaba hasta los 17 medios,
dejándolo finalmente en 17 minutos, 35 segundos y 139 milésimas, a una velocidad media de 207,1 km/h. No será la última oportunidad, ya que se espera que todavía realicen un par de vueltas por delante, aunque
será difícil que puedan bajar la barrera del 17, algo que sí han hecho las Superbikes esta semana gracias en parte a que el autor del record, Michael Dunlop y el resto de motoristas pueden trazar rectas algunas secciones, mientras que los coches deben levantar el pie. Veremos hasta donde es capaz de llevar la mecánica.