Aunque aún faltan numerosos detalles por desvelar sobre cómo será su equipo, Renault anunció el pasado 3 de diciembre su regreso al Mundial de Fórmula 1 con equipo propio.
La casa gala lleva presente en la máxima categoría del mundo del motor de forma casi ininterrumpida desde 1977, pero habrá sin duda a quien sorprenda una apuesta tan fuerte por la F1 en un momento de dominio claro de Mercedes y pérdida de popularidad del campeonato. Carlos Ghosn no es tonto. Puede que en busca de la tan ansiada rentabilidad a él no se le caigan los anillos a la hora de recortar gasto en competición. Y es cierto que fue él uno de los grandes culpables del desmantelamiento del Renault F1 Team a partir de 2006. Pero
con él al mando tanto Renault como Nissan se han embarcado en diversos proyectos deportivos y cuando ha tenido que levantar la voz por la falta de resultados: él anunció en 2013 la intención de Nissan de regresar a Le Mans con un LMP1 y él fue el primero en criticar .
Por eso, si Renault regresa a la Fórmula 1 es porque tienen todo atado y reatado.
La Régie tenía bien claro que no podía seguir como motorista. Tras convertir en 2010 a Red Bull como su equipo de fábrica 'de facto', los de Milton Keynes no pagaban por sus motores, por lo que Renault cargaba con todo el coste del desarrollo. En los tiempos de vino y rosas (2010-2013), el acuerdo podía llegar a tener sentido, pese a que la visibilidad del motorista campeón del mundo fue limitada. Pero cuando el nuevo motor turbo francés no dio la talla en 2014 y se quedó sin clientes, las cuentas no cuadraban y encima debía ver semana sí, semana también críticas de parte de Red Bull en la prensa. Dos opciones tenía ante sí por lo tanto Renault: retirarse de la Fórmula 1 o adquirir un equipo. Y la segunda fue la elegida porque, en el fondo, es un camino bastante más económico de lo que podamos imaginar. Un motorista hoy día en Fórmula 1 no tiene derecho a casi nada. Los premios los cobran los equipos. Los títulos se los llevan pilotos y equipos. Su presencia en el paddock es meramente testimonial.
Con equipo propio Renault ya tiene acceso a todo ello y además cobrará un extra de la FOM como equipo histórico, como todos aquellos que han sido campeones del mundo.
Quedaba por lo tanto la elección de equipo. Tres candidatos sonaron durante 2015: Lotus, Force India y Toro Rosso. Renault se decantó por el primero de ellos, su antiguo Renault F1 Team, pese a las numerosas deudas que arrastra, el contrato que hasta ahora les ligaba a Mercedes y la fuga de cerebros protagonizada por sus integrantes en los últimos años. Además, lo que para muchos es un punto débil, su pareja de pilotos para 2016 (Pastor Maldonado y Jolyon Palmer)
les permitirá trabajar con expectativas bajas hasta el cambio de reglamento de 2017. Eso sí, que nadie se piense que esto será un remake de 2001-2010.
Desde Francia están decididos a hacer las cosas de otra manera. Marcados de por vida por el 'crashgate' de Singapur 2008 y un affaire que a los franceses les explotó en las manos sin saber de qué se trataba, raro será que deleguen Enstone en personajes fuertes y externos del corte de Flavio Briatore. Se buscan franceses que conozcan la Régie y estén dispuestos a rendir cuentas periódicamente ante París. Falta ver si el cambio de filosofía es acertado. Y si no, a Renault siempre le quedará sacar pecho de sus resultados en Fórmula E.